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Liryko

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    Francisco Pérez

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  1. Nombre y apellido que vayas a usar ingame: Rian Doelsol Edad y fecha de nacimiento: 33 años 17/05/1987 Experiencia previa en roleplay: Principalmente he estado en un servidor durante un largo periodo de tiempo (SpainRP) llegando a ser jefe de EMS y miembro de mafia. HISTORIA DEL PERSONAJE Nacido en España, en un pequeño pueblo de la provincia de Asturias, Rian era un niño normal como otro cualquiera. Le encantaba jugar con los otros niños del pueblo a la pelota, al escondite y a todo tipo de juegos con tal de hacer nuevas amistades, era un chico muy sociable al fin y al cabo. La familia de Rian era humilde, de pueblo de toda la vida. Su madre Tara Martínez, rubia, preciosa, de ojos azules y su padre Pedro Doelsol, campechano, moreno, con barriga cervezera de pasar los finales de jornada del campo en el bar del pueblo, siempre se dedicaron a la vida rural. A la edad de 6 años ya era hora de que Rian empezara a ir al colegio, lo cual él no acogió con mucho agrado, ya que eso implicaba separarse de su familia, aunque solo fuese a estar sin ellos las seis horas que duraba la jornada lectiva. Debido a ello estaba inseguro ya que no había cursado parvulario ni ningún tipo de actividad que implicara abandonar el pueblo y separarse de ellos. Pero por otro lado iba a conocer a niños nuevos y eso le iba a encantar.En el colegio se le veía un chico muy espabilado, cogía las cosas a la primera, tal es así que la profesora de Rian decidió ponerse en contacto con sus padres para adelantarlo un curso. Se le veía como a una personita adulta en su sitio y con las cosas claras desde el principio. En el colegio hizo muchos amigos pese a la diferencia de edad, no tenía problemas para relacionarse tanto con chicos como con chicas, siempre era aceptado por todos. Era un niño extrovertido, jovial y físicamente delgado de tanto correr por el pueblo, pero eso si, llevaba gafas por un problema de miopía por ver la tele desde muy cerca. Siempre había algún chico mayor del colegio que se metía con él por su apariencia, pero él los ignoraba siempre gracias al consejo que le había dado su madre días atrás en su casa, “no hay más desprecio que el no hacer aprecio y sabe ignorar”. Cuatro años más tarde, a la edad de diez años, a la salida del colegio, Rian presencio una de las escenas más dramáticas que había vivido hasta el momento y que marcaría su futuro. Un coche había atropellado a uno de sus amigos a escasos metros de la salida del colegio. Entre los gritos de sus compañeros de clase y de los padres que estaban en la zona, Rian se abrazó a su madre con la cara desencajada, la cual intentaba apartar la mirada del niño del accidente por la cual se veía como se deslizaban lágrimas de impotencia por no haber podido hacer nada por su amigo. Ese mismo día la madre de Rian se enteró de que el pobre niño del accidente había perdido la vida. Se armó de valor y se dispuso a contárselo a su hijo. Rian entre rabia y lágrimas no quiso aceptarlo, y juro que a partir de ese día haría lo posible por procurar el bienestar de la gente. La madre entre lágrimas al ver a su hijo tan destrozado y lleno de valor con apenas diez años, lo cogió y los dos se fundieron en un abrazo infinito. A la edad de dieciséis años ya en el instituto, a Rian se le despertó una enorme curiosidad por el mundo de las motos, le fascinaba la velocidad, la capacidad de libertad que le daba para evadirse de sus problemas. Quería una, por lo cual se vio en la obligación de buscar un trabajo para generar ingresos y compaginarlo con los estudios. Al fin lo consiguió y se compró su primera moto, una cincuentilla, pero era más que suficiente tanto como para valerse por si mismo e ir a clase solo, como para hacer escapadas a sitios apartados de la gente y recapacitar sobre la vida. Pasaron los años y Rian se graduó en bachiller con matrícula de honor, lo cual no le fue difícil de las ganas que tenia de ser alguien en la vida y poder ayudar al prójimo y como así juro en su infancia, decidió decantarse por la carrera de medicina. A la edad de dieciocho años Rian empieza en la universidad, gente nueva, sitio nuevo y nuevas vivencias. La carrera de medicina le encantaba. Cada vez veía más cerca la posibilidad de ayudar a la gente más necesitada con los conocimientos que iba adquiriendo. Un año más tarde Rian ya tenía dinero suficiente como para comprarse una moto "de verdad", se decantó por una 1300cc endurera la cual le costó prácticamente todos los ahorros conseguidos con esfuerzo trabajando y estudiando al mismo tiempo. Con esta moto la historia cambiaba, ya podía ir tanto por carreteras asfaltadas como por carreteras de tierra, le daba mucha más libertad a la hora de ir a sitios apartados para desconectar y recapacitar. A la edad veinte años, en la universidad, cursando medicina, Rian conoció a una chica espectacular, se llamaba Silvia, era de piel morena, el pelo negro azabache, unos ojos verdes espectaculares y una mirada profunda la cual hacia que se olvidase de todo lo demas. Decidió emprender una vida con ella, o al menos eso creía él, que estaría toda la vida a su lado y decidieron ir a vivir juntos a un pisito modesto. Vivieron cinco años de noviazgo y cuando Rian estaba de residente en el hospital central de Asturias ella decidió terminar con la relación argumentando que no les iba bien, pero él en el fondo sabía que era porque lo había cambiado por un abogado vecino de su suegra. Debido a esto y a que tenía más tiempo libre Rian decidió aspirar a lo más alto y así fue, siete años más tarde estaba como jefe de cirujanos. En todo este tiempo a Rian le dio tiempo de recapacitar sobre la vida, si era el rumbo que en verdad quería darle. Por esto decidió ser otro tipo de persona, frio, calculador, analizador de la gente que conoce para luego no llevarse decepciones. Dos años más tarde decide darle un giro de ciento ochenta grados a su vida, y ve una oferta de trabajo en los Estados Unidos de América. Tras un mes de espera estando a disgusto en el HUCA por condiciones laborales y decisiones de sus jefes recibe la llamada tan esperada. Tras hacer la entrevista por video llamada es aceptado en el hospital de una ciudad llamada Los Santos. Hace sus maletas y emprende el viaje hacia EEUU no sin antes despedirse de sus padres visitándolos en su pueblo natal que tan buenos recuerdos le traía de su infancia. La vida en EEUU era muy diferente, no era tal y como él la esperaba, la tierra de las oportunidades decían, más bien era la tierra del estrés, de la gente con prisa a todas horas. Al hospital no dejaba de llegar gente con heridas de bala, amputaciones por ajustes de cuentas y claro, siempre acompañados de dos agentes de la autoridad con muy poca educación y siempre con prisas, pero no les culpaba por ello, ya que viendo la clase de pacientes que le llegaban, así sería la clase de personas con las que trataban dichos agentes. Debido a esto Rian dos años más tarde decide dejar el hospital y comprobar de primera mano si realmente EEUU es la tierra de las oportunidades. ¿Qué le deparará el futuro en Los Santos? Personalidad actual: Rian es un hombre decidido, de mente fria y calculador con la gente que no conoce. Pero sin embargo es una persona entrañable con la gente a la que abre su coraza, con la cual se pueden pasar largos ratos de charla. Miedos: Al fracaso y a las multitudes. Habilidades: Buen piloto, pasar desapercibido.
  2. Nombre y apellido que vayas a usar ingame: Rian Doelsol Edad y fecha de nacimiento: 33 años 17/05/1987 Experiencia previa en roleplay: Principalmente he estado en un servidor durante un largo periodo de tiempo (SpainRP) llegando a ser jefe de EMS y miembro de mafia. HISTORIA DEL PERSONAJE Nacido en España, en un pequeño pueblo de la provincia de Asturias, Rian era un niño normal como otro cualquiera. Le encantaba jugar con los otros niños del pueblo a la pelota, al escondite y a todo tipo de juegos con tal de hacer nuevas amistades, era un chico muy sociable al fin y al cabo. La familia de Rian era humilde, de pueblo de toda la vida. Su madre Tara Martínez y su padre Pedro Doelsol siempre se dedicaron a la vida rural. A la edad de 6 años ya era hora de que Rian empezara a ir al colegio, lo cual él no acogió con mucho agrado, ya que eso implicaba separarse de su familia, aunque solo fuese a estar sin ellos las seis horas que duraba la jornada lectiva. Debido a ello estaba inseguro ya que no había cursado parvulario ni ningún tipo de actividad que implicara abandonar el pueblo y separarse de ellos. Cuatro años más tarde, a la edad de diez años, a la salida del colegio, Rian presencio una de las escenas más dramáticas que había vivido hasta el momento y que marcaría su futuro. Un coche había atropellado a uno de sus amigos a escasos metros de la salida del colegio. Entre los gritos de sus compañeros de clase y de los padres que estaban en la zona, Rian se abrazó a su madre con la cara desencajada, la cual intentaba apartar la mirada del niño del accidente por la cual se veía como se deslizaban lágrimas de impotencia por no haber podido hacer nada por su amigo. Ese mismo día la madre de Rian se enteró de que el pobre niño del accidente había perdido la vida. Se armó de valor y se dispuso a contárselo a su hijo. Rian entre rabia y lágrimas no quiso aceptarlo, y juro que a partir de ese día haría lo posible por procurar el bienestar de la gente. La madre entre lágrimas al ver a su hijo tan destrozado y lleno de valor con apenas diez años, lo cogió y los dos se fundieron en un abrazo infinito. A la edad de dieciséis años ya en el instituto, a Rian se le despertó una enorme curiosidad por el mundo de las motos, le fascinaba la velocidad, la capacidad de libertad que le daba para evadirse de sus problemas. Quería una, por lo cual se vio en la obligación de buscar un trabajo para generar ingresos y compaginarlo con los estudios. Al fin lo consiguió y se compró su primera moto, una cincuentilla, pero era más que suficiente tanto como para valerse por si mismo e ir a clase solo, como para hacer escapadas a sitios apartados de la gente y recapacitar sobre la vida. Pasaron los años y Rian se graduó en bachiller con matrícula de honor, lo cual no le fue difícil de las ganas que tenia de ser alguien en la vida y poder ayudar al prójimo y como así juro en su infancia, decidió decantarse por la carrera de medicina. A la edad veinte años, en la universidad, cursando medicina, Rian conoció a una chica espectacular, con la cual decidió emprender una vida con ella, o al menos eso creía él, que estaría toda su vida a su lado y decidieron ir a vivir juntos a un pisito modesto. Vivieron cinco años de noviazgo y cuando Rian estaba de residente en el hospital central de Asturias ella decidió terminar con la relación argumentando que no les iba bien, pero él en el fondo sabía que era porque lo había cambiado por un abogado vecino de su suegra. Debido a esto y a que tenía más tiempo libre Rian decidió aspirar a lo más alto y así fue, seis años más tarde estaba como jefe de cirujanos. En todo este tiempo a Rian le dio tiempo de recapacitar sobre la vida, si era el rumbo que en verdad quería darle. Por esto decidió ser otro tipo de persona, frio, calculador, analizador de la gente que conoce para luego no llevarse decepciones. Dos años más tarde decide darle un giro de ciento ochenta grados a su vida, y ve una oferta de trabajo en los Estados Unidos de América. Tras un mes de espera estando a disgusto en el HUCA por condiciones laborales y de sus jefes recibe la llamada tan esperada. Tras hacer la entrevista por video llamada es aceptado en el hospital de una ciudad llamada Los Santos. Hace sus maletas y emprende el viaje hacia EEUU no sin antes despedirse de sus padres visitándolos en su pueblo natal que tan buenos recuerdos le traía de su infancia. La vida en EEUU era muy diferente, no era tal y como él la esperaba, la tierra de las oportunidades decían, más bien era la tierra del estrés, de la gente con prisa a todas horas. Al hospital no dejaba de llegar gente con heridas de bala, amputaciones por ajustes de cuentas y claro, siempre acompañados de dos agentes de la autoridad con muy poca educación y siempre con prisas, pero no les culpaba por ello, ya que viendo la clase de pacientes que le llegaban, así sería la clase de personas con las que trataban dichos agentes. Debido a esto Rian dos años más tarde decide dejar el hospital y comprobar de primera mano si realmente EEUU es la tierra de las oportunidades. ¿Qué le deparará el futuro en Los Santos? Personalidad actual: Rian es un hombre decidido, de mente fría y calculador con la gente que no conoce. Pero sin embargo es una persona entrañable con la gente a la que abre su coraza, con la cual se pueden pasar largos ratos de charla. Miedos: Al fracaso y a las multitudes. Habilidades: Buen piloto, pasar desapercibido.
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