Saludos : Muchas gracias por la invitación y por la aprobación. Es un placer optar a formar parte de esta comunidad.
A continuación os dejo la historia de mi personaje y los datos que se piden en el formulario.
Nota: los miedos, aspiraciones y demás características de mi personaje están incluidos en la redacción de la historia, es decir, no he dedicado apartados exclusivos para éstos sino que sencillamente los he redactado incluidos como parte del relato.
Nombre y Apellido (ic): JOSE CRISTO
Edad y fecha de nacimiento (ooc): 35 años 10-08-1984
Experiencia previa en roleplay:
Llevo roleando casi un año en diferentes servidores, primero en ciudades sin whitelist como Upcity y Malviviendo, y después al ir
adquiriendo experiencia en otras con whitelist como SpainRP o CLassicRP.
He sido miembro de banda en SpainRp, miembro de alto rango de mafia de la droga, y más tarde jefe de mafia de armas también en SpainRP,
con un gran resultado en el rol llegando a ser el segundo miembro del server con la economía más abultada, aunque la mayor parte de lo ganado se debió a mi rol de cura, nunca jamás como jefe de mafia me pillaron ic y llegué a tener trabajando para mí a varias personas en la mafia y hasta 4 bandas como distribuidoras, sumando un total de más de 25 personas dentro del negocio entre miembros y distribuidores.
También he llevado una discoteca ic y un restaurante de lujo en un Yate.
INTERPRETACION:
Para la interpretación de mi personaje he pensado ceñirme a un lenguaje típico de las personas “religiosas” y de mentalidad espiritual, ya que mi personaje es un sacerdote. Usar palabras tales como “criatura celestial” o “preciosura divina” para dirigirse a las personas es la forma habitual de hablar de mi personaje. Otras palabras que siempre están en el vocabulario de mi personaje son: “Dios es amor”, “todos somos hermanos”, “el perdón es lo único que sana a la mente”, “la vida en este mundo es un sueño y solo en Dios vivimos eternamente”…Por otro lado mi personaje siempre se despide de las personas dándoles la bendición y deseándoles un buen día.
También tengo pensado disponer un espacio y un tiempo para que las personas puedan venir a confesarse y así poder recibir consejo espiritual y alguna charla filosófica. Seguramente sea en la iglesia que está a las afueras de la ciudad que tiene un cementerio y un jardín con un mirador. (Por si os interesa tengo un mapeado personalizado para esa iglesia que me hizo un amigo, el cual hoy en día también rolea en Despistaos) Otra característica de mi personaje es que, como sacerdote, celebra bodas, bautizos, comuniones, entierros, exorcismos y demás rituales relacionados con la Iglesia. No sin tratar de sacar tajada económica siempre para llenar sus bolsillos...
HISTORIA
Mi personaje se llama José Cristo y es natural de tierras Bercianas, al norte de Castilla y León en España, tierras estas que lindan con la comunidad gallega lo cual ha hecho que mi personaje tenga un leve acento norteño y un carácter frío aunque a la vez noble, un humor crudo y directo y una mentalidad férrea en cuanto a sus ideas.
El padre José tiene un pasado turbio y bastante doloroso en cuanto a experiencias de vida se refiere. Fue un gran estudiante, hasta la edad de 13 años, el cual era maltratado por sus padres día si y día también, lo que propició que al entrar en la pubertad se convirtiese en un “bala perdida”, quizás para evadir su problemática vida familiar o quizás simplemente por rebeldía. Sea cual sea la razón, el padre José pasó de ser un niño modelo a ser un adolescente arisco, solitario y enfadado con el mundo.
Tras este cambio de vida, en la salida de su infancia, el padre José se pasaba el tiempo sumergido en una espiral auto-destructiva de fiestas de música electrónica techno donde las drogas eran la tónica habitual de su día a día. Una de las características de la personalidad del padre José es su enorme capacidad para perseverar en todo aquello que le interese. Hombre ambicioso como el mayor de los emperadores de la antigüedad, en su juventud aprendió el oficio de Dj por pasión a la música. Se pasaba el tiempo durante el día durmiendo y pinchando o produciendo música por las noches.
Después de 17 años en el mundo de la noche y habiendo entrado en una decadente vorágine de consumo de estupefacientes, malas compañías, conflictos con la gente de su entorno, desencantos profesionales, traiciones amorosas y deslealtades entre su círculo de amigos, llegó un día en el que la factura por sus excesos y desmanes tuvo que ser pagada. ¡Y valla que si fue pagada!...Como era de esperar, pues con ese ritmo de vida este podía ser uno de los resultados mas esperados,el padre José tuvo una experiencia cercana a la muerte causada por una sobredosis. Él aun no lo sabía, pero esta experiencia cambiaría su vida. En el desarrollo de este “mal viaje”, viéndose desesperado y cansado de tanta ira y malestar, el padre José se entregó, en un ejercicio mental de desprendimiento de toda oscuridad en su corazón, a "un poder superior". A partir de ahí su vida tomó un rumbo completamente diferente al que hasta ese momento había tenido, se había abierto a un mundo espiritual de sanación y de liberación del Ser basado en el perdón y el amor por todos sus semejantes. Personas con un recorrido en este terreno casi místico llegaron a su vida, y de este modo, como "por obra y gracia del Espíritu Santo", el padre José Cristo se convirtió en una persona dedicada a la indagación del Sí Mismo espiritual en busca de la iluminación de la mente. Se preparó en el seminario durante 5 años y recibió su graduación como sacerdote, la cual aceptó con enorme gratitud. Esto no resulta extraño cuando recuerdas que la característica principal del padre José es su enorme tesón para conseguir aquello que se propone cuando algo le llama verdaderamente la atención.
Con esta nueva actitud mental, el padre José Cristo fue llevado a viajar por el mundo transmitiendo la Palabra de Dios. Él no es un cura al uso, sus pretensiones son tratar de expandir su experiencia adquirida tras su E.C.M a todo el mundo tratando de ayudar a los demás para así crecer en su camino espiritual…
Finalmente, su Guía interno, el Espíritu Santo y el Sumo Pontífice le dieron indicaciones precisas para que aterrizara en la ciudad de Los Santos y así ofrecerle una parroquia allí debido a que esta ciudad se caracterizaba por su creciente nivel de delincuencia y su escasez de empatía y humanidad entre los ciudadanos. El Sumo Pontífice pensó que el padre José Cristo podría ser de gran ayuda para las gentes de esta localidad ofreciéndoles consejo, paz, amor y una nueva forma de ver la vida relacionándose con sus hermanos desde el amor, la paciencia, la tolerancia, el respeto y el perdón.
Aunque el padre José trata de trabajar y sanar en su mente todos los aspectos negativos de su niñez y adolescencia que le perturban y le hacen tener recaídas donde la tristeza hace acto de presencia, todavía sigue siendo tentado por la ira en numerosas ocasiones. Como cualquier hijo de vecino, cuando el padre se levanta con el pie izquierdo es mejor mantenerse alejado de él, pues aun alberga en su interior demonios que le atormentan y no le dejan liberarse por completo de la locura de este mundo que a veces puede ser tan cruel que ni siquiera el mismo demonio querría pasarse un fin de semana de visita aquí. En este aspecto el padre José no es diferente a cualquier persona, cuando le pinchan sangra y cuando se enfada escupe bilis. Este es posiblemente el miedo que le queda a esta persona de bien que en ocasiones no es capaz de evitar dejarse llevar por el mal, pues siempre que se enfada luego lo pasa mal y en su mente le atormentan pensamientos de recuerdos del pasado lo cual hace que su estabilidad mental sea como un volcán a punto de estallar arrasando todo lo que se encuentra a su alrededor. Aun así , cada vez van siendo menos las veces que las llamas de la ira se apoderan de la conciencia del padre, pues para lograr que llegue el día en que se libere de todo ese sufrimiento enquistado en su interior, el padre José, se dedica a la meditación y al estudio y practica de diversos caminos espirituales. Esto quizás no sea lo más habitual en un cura típico, ya que éstos se suelen centrar en el estudio de la Biblia y su compartir a los feligreses. Pero el padre José no es un cura al uso, a él le apasiona hablar con la gente y, mediante preguntas y respuestas, que dan lugar a profundas charlas filosóficas, siempre trata de hacer pensar sobre los misterios de la vida a todos aquellos con los que conversa y que están dispuestos a escuchar. Se podría decir que este cura tiene el don de la palabra y que frente a sus exposiciones nadie se queda indiferente, todos finalmente terminan por abrirse a la posibilidad de la existencia de un "Algo Supremo" que rige sus vidas más allá de este universo. No en vano esa es la mayor aspiración del padre José, alcanzar lo que se suele conocer como nirvana a través de la relación que mantiene con todas aquellas personas que se encuentra en su vida, y que él amorosamente llama hermanos milagrosos.
A día de hoy lo que el padre José desea o ambiciona hacer es seguir creciendo espiritualmente y continuar realizando bodas, bautizos, comuniones, exorcismos y confesiones en la ciudad, amén de recolectas benéficas para las misiones en África que él mismo gestiona. Está bien, no nos engañemos, las misiones en África son una tapadera, una pantomima que el cura le mete con calzador a la gente para sacarles dinero, pues un aspecto de la personalidad del padre José es su marcada “avaricia sana”. Él no quiere el dinero para ninguna misión pero tampoco quiere derrocharlo, solo quiere acumularlo para tener poder. Es bien sabido que el dinero mueve el mundo y a las personas que habitan en él y esto el cura lo sabe. Y también sabe que teniendo mucho dinero puede lograr que su mensaje se escuche más lejos y se expanda cada vez más. Es ciertamente contradictorio que un hombre que aspira al nirvana albergue en su interior retazos de “pecados” tales como la avaricia, pero él se convence a si mismo diciéndose que lo único que hace cuando pide dinero a la gente para sus “misiones en África” es darles la oportunidad de realizar una obra de desprendimiento y redimirse de sus pecados… y si con ello sus propios bolsillos se ven colmados de papel moneda pues "no hay mal que por bien no venga."
Mas también es cierto que habiendo logrado la conversión de muchas almas en la fe hacia el cristianismo y habiendo traído paz a un sin número de mentes, el padre José es amigo de todos y busca siempre ayudar a los demás, obviamente no dándoles dinero, pues su carácter “avaro sano” se lo impide, sino soltándoles la retahíla filosófica de la búsqueda de la liberación del sufrimiento a través de la práctica del perdón. Si bien es cierto también que el padre José tiene sus propias definiciones de lo que es el perdón, el amor, la expiación y demás conceptos religiosos que él mismo y con la guía de su Maestro interno ha ido descubriendo con el paso de los años.
¿Qué le guarda el destino al padre José en la ciudad de Los Santos? Solo Dios lo sabe. Él no tiene miedo de tratar con la gente ya que desde que cambió su vida en aquella experiencia cercana a la muerte (e.c.m) dejó de lado su carácter antisocial y lo cambió por uno de amabilidad y respeto hacia todos aquellos que él llama sus hermanos. Y si en algún momento el hombre viese zozobrar su confianza en su seguridad seguramente se repetiría una y otra vez, hasta recuperarlas, esas palabras que leyó en un viejo libro azul tiempo atrás y que siempre le acompañan allá adonde su misión espiritual le guía:
“NADA REAL PUEDE SER AMENAZADO
NADA IRREAL EXISTE
EN ESTO RADICA LA PAZ DE DIOS”
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