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el vaca

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  1. Perfil: https://despistaos.es/profile/26485-rakdedos/
  2. Procedencia: La Línea de la Concepción, Cádiz, España. Nombre: Heifer Ramírez Cortés. Edad: 24 años (26/09/1995). Cualidades: Impulsivo, crítico, amable, cuidadoso, leal e irritable. Miedos: Soledad y deslealtad. Mentalidad: Atrevido, extrovertido, en ocasiones puede ser irascible y ambicioso. Heifer Ramírez, más conocido como Torete, nació en La Línea de la Concepción, en una pequeña barriada de delincuentes. Su fama como “Torete” se la ganó desde muy pequeño, ya que le encantaba las motos y los coches. Por así decirlo Heifer nunca tuvo infancia ya que se crio en la calle, él no jugaba como hacía cualquier niño de su edad, sino que prefería estar al tanto de los trapicheos de su ciudad y si podía intervenir dando su opinión quedaba aún más satisfecho. Su niñez fue extremadamente dura porque su familia siempre se había dedicado a temas de drogas y armas, no solo a venderlas, sino que también las consumían, además sus padres no se escondían mucho a la hora de hacer los tratos ya que lo hacían en su propia casa, incluso algunas veces Heifer estuvo delante, así que este estaba al tanto de todo, precios, tipos, distribuidores… Aunque sus padres no le inculcaban muchos valores, si que se preocupaban por él y por sus notas, estos no querían que Heifer tuviera absolutamente nada que ver con este mundillo, querían que estudiase y fuese alguien de provecho. Aunque toda su niñez se vio ensombrecida por el “trabajo” que tenían sus padres su infancia se vio realmente marcada con la muerte de estos. A sus 8 años perdió a su querida madre, por ello Heifer recuerda el día 24 de Julio como si fuese ayer, ese día lo cambió todo, ver como su madre moría lo hizo ver el mundo de otra manera. Empezó a tener problemas en clase, no solo con las notas sino con su comportamiento, y su padre decidió llevarlo a psicólogos para que pudieran ayudarlo a salir del bucle en el que había entrado ya que para él la muerte de su madre fue un mazazo. Poco después, 6 años más tarde, su padre también murió a causa de un ajuste de cuentas, aún recuerda como se sintió cuando recibió esa dura noticia. Sus padres nunca quisieron que se dedicase a traficar, por ello siempre le repetían que no debía dejar de estudiar nunca, pero con la muerte de ellos Heifer (quedando huérfano a sus tan solo 14 años) decidió dejar los estudios y entrar en este mundillo, no era nada nuevo para él, había visto como se hacía todo a lo largo de su infancia y pensaba que era la forma más fácil de conseguir dinero. Por ello, al poco tiempo de la muerte de su padre empezó a conseguir distribuidores y mercancía. Tras un tiempo dedicándose a ello, con tan solo 15 años Heifer era conocido en todo su barrio como uno de los mayores capos. Heifer comenzó a conseguir muchísimo dinero, solo era un niño, así que lo gastaba en ropa, borracheras, viajes… Sobre su vida amorosa cabe decir que nunca tuvo novia oficial ya que nunca quiso comprometerse a tener una relación formal con nadie, prefería estar cada noche con una diferente y con la gran cantidad de dinero que tenía esto no le suponía ningún problema. A sus 18 años decidió comprarse una lujosa casa y un coche, lo que no sabía es que esto iba a jugar en su contra ya que nunca había trabajado, así que levantaría sospechas sobre como había podido pagarse esos bienes. A partir de aquí Heifer estaba siendo investigado, aunque el no estaba al tanto. Todo cambió a partir del día en el que hizo un cargamento de hachís, ese cargamento llegó a la costa de La Línea y Heifer con tan solo 18 años y por aquel momento uno de los jefes de la banda, descargó la goma y metió todos los fardos en su 4x4. Heifer, que aquel día iba más drogado que cualquier quinqui de su barrio decidió darse a la fuga con todos los fardos que había descargado… Esto no le salió nada bien, fue detenido en Marbella, donde cumplió una condena de 6 años. En un principio tuvo muchos problemas con los presos, Heifer estaba acostumbrado a que todo el mundo hiciese lo que el quisiera y allí dentro no era nadie. Siempre recordará la pelea con la que se ganó su reputación allí dentro, un día, un preso de los más chungos de la prisión decidió darle un empujón a Heifer, este que se irrita fácilmente le contestó con otro empujón y seguidamente un gancho, los dos se plantaron cara y mientras que venían los guardias a separar Heifer sacó algo afilado que tenía en su bolsillo y se lo clavó al otro preso. A partir de ese día, todos los presos seguían a Heifer. En su 4º año de condena conoció a un presidiario (uno de los grandes capos de Marbella) que le hizo una propuesta bastante interesante, irse a otra ciudad y continuar allí con su negocio. En un principio Heifer le dio muchas vueltas, no quería comenzar de cero, pero por otro lado sabía que era lo mejor, así que cuando llegó el día decidió irse. La vida en esa ciudad no era nada fácil, empezó siendo basurero, pero duró tan solo 1 mes y medio ya que ese trabajo no daba el dinero que el quería conseguir. Después se hizo mecánico y terminó ocurriendo lo mismo, la diferencia fue que en este último aguantó algo más de tiempo porque no conseguía encontrar otra cosa. Un día fue al Norte de la ciudad, más concretamente a una cascada donde había unos hombres que les llamó la curiosidad y fue a hablar con ellos. Después de un largo tiempo hablando con ellos se hicieron buenos amigos y se dieron los números de teléfono, aquellos hombres eran Basilio y Kellan, estos pasaban mucho tiempo en Badulake donde Heifer también pasaba mucho tiempo, ya que se escaqueaba de su trabajo de mecánico y se iba allí. Días tras días hablando con ellos se atrevió a preguntarles por alguien que vendiese droga, Basilio decidió presentarle a un hombre conocido como Boticario, este aceptó venderle droga a Heifer, aunque a veces llegó a ponerlo en grandes aprietos, pero Heifer supo acabar con estos problemas y conseguía terminar todos los tratos con bastante rapidez y sin dar muchas pistas. Un día Heifer cansado de hacer pequeños trabajos para el Señor Boticario se atrevió a pedirle algo más grande, Boticario aceptó y le ofreció un hueco con él. Lo que Heifer no sabía era que en uno de sus trapicheos le habían tendido una trampa para capturarlo, por ello, para su sorpresa fue otra vez detenido (aunque logró deshacerse de todo lo que llevaba encima que pudiera hacerlo culpable), por falta de pruebas solo pudo ser retenido durante 1 mes, un largo mes tras el cual salió en libertad. La noche de su salida Heifer reflexionó mucho sobre que hacer con su vida, sobre si continuar con el negocio o no, y se dio cuenta que no lo merecía la pena seguir con este tipo de negocios, tras esa larga noche de reflexión Heifer se quedó dormido y cuando despertó decidió mudarse a Los Santos para así poder comenzar una vida nueva y encontrar un trabajo digno, quizás como mecánico, ya que su anterior trabajo como tal no le había resultado nada desagradable ya que tenía pasión por los coches y motos.
  3. Procedencia: La Línea de la Concepción, Cádiz, España. Nombre: Heifer Ramírez Cortes. Edad: 24 años (26/09/1995). Cualidades: impulsivo, crítico, amable, cuidadoso, leal e irritable. Miedos: la soledad y la deslealtad. Mentalidad: atrevido, extrovertido, en ocasiones puede ser irascible y ambicioso Heifer Ramírez más conocido como Torete nació en La Línea de la Concepción, en una pequeña barriada de delincuentes, su fama de Torete se la ganó desde muy pequeño ya que cuando era pequeño le gustaban mucho las motos y los coches. Este tuvo una infancia muy dura, ya que su familia siempre se había dedicado a temas de drogas y armas. Por esto, la madre de Heifer murió muy joven, con tan solo 40 años, de una sobredosis, poco después, 6 años más tarde, su padre también murió, pero a causa de un ajuste de cuentas. Por ello, Heifer quedo huérfano a sus tan sólo 14 años de edad, esto hizo que con el paso del tiempo dejase de estudiar y se dedicase a lo que había visto a lo largo de su infancia, ya que era aquello a lo que estaba acostumbrado y era una forma fácil de conseguir bastante dinero. Todo cambió a partir del día en el que hizo un cargamento de hachís, ese cargamento llegó a la costa de La Línea y Heifer con tan solo 18 años y por aquel momento uno de los jefes de la banda, descargó la goma y metió todos los fardos en su 4x4, Heifer que aquel día iba más drogado que cualquier quinqui de su barrio decidió darse a la fuga con todos los fardos que había descargado.... Esto no le salió nada bien, fue detenido en Marbella, donde cumplió una condena de 6 años, en dicha cárcel conoció a un presidiario que le hizo una propuesta bastante interesante, irse a otra ciudad y continuar allí con su negocio, pensó que hacer y finalmente decidió irse. La vida en esa ciudad no era nada fácil, empezó siendo basurero pero se dio cuenta de que eso no daba el dinero que el quería, después se hizo mecánico y terminó ocurriendo lo mismo, la diferencia fue que en este último aguantó por más tiempo ya que no encontró otra cosa por el momento. Un día fue al Norte de la ciudad, más concretamente a una cascada, donde habían unos hombres que les llamó la curiosidad y fue a hablar con ellos, después de un largo tiempo hablando con ellos se hicieron buenos amigos y se dieron los números de teléfono, aquellos hombres eran Basilio y Kellan, estos pasaban mucho tiempo en Badulake donde Heifer también pasaba mucho tiempo, ya que se escaqueaba de su trabajo de mecánico y se iba allí a hablar. Días tras días hablando con ellos se atrevió a preguntarles por alguien que vendiese droga, Basilio le presentó un hombre que era conocido como boticario, este aceptó en venderle droga a Heifer, aunque a veces lo puso en grandes aprietos pero Heifer supo acabar con estos problemas y terminaba todos los tratos con bastante rapidez y sin dar muchas pistas. Heifer, cansado de hacer pequeños trabajos para el Señor Boticario se atrevió y le pidió algo más grande, Boticario aceptó y le ofreció un hueco con él, para su sorpresa fue otra vez detenido en la ciudad a causa de sus trapicheos, pero por falta de pruebas, tras 1 largo mes de espera salió en libertad. Esa noche Heifer reflexionó mucho sobre que hacer con su vida, sobre si continuar con el negocio o no, y se dio cuenta que no le merecía la pena seguir con ese tipo de negocios, tras esa larga noche de reflexión Heifer se quedó dormido, y cuando se despertó decidió mudarse a Los Santos para así poder comenzar una vida nueva y encontrar un trabajo digno, quizás como mecánico, ya que su anterior trabajo como tal no le había resultado nada desagradable ya que tenía pasión por los coches y motos.
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