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Astendorf

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  1. Hola! soy uno de los ganadores del concurso Convénceme! Nombre y Apellido que vayas a usar ingame: Santino Pacheco Edad y fecha de nacimiento (REAL): 03/11/1990 Experiencia previa en roleplay: Roleplay escrito en World of Warcraft. Historia completa de tu personaje (cómo lo interpretarás, procedencia, qué pretende ser, aspiraciones, miedos etc...): Santino Pacheco nació el 25 de Octubre de 1984 en el sur de la provincia de Buenos Aires, Argentina. La familia Pacheco vivía en la zona Sur de la provincia de Buenos Aires. Adinerada, conservadora, poderosa, patriarcal y recelosa de pertenecer a un país tercermundista. Su padre Alberto fue uno de los neurocirujanos más importantes del país, al igual que lo fue su abuelo Carlos. Su madre Clara era ama de casa, no se le tenía permitido trabajar, ya que para Alberto su única función era la crianza de su hijo. Ocasionalmente, cuando Alberto volvía borracho luego de verse con alguna de sus muchas amantes, golpeaba salvajemente a Clara, despreciandola y torturándola psicológicamente. Ser parte de la familia Pacheco significaba tener un destino de médico, un destino del cual no se debía escapar, hacerlo era un tabú. El tío de Santino, Francisco Pacheco, había decidido que no quería seguir la tradición y que no compartía los valores familiares por lo cual fue expulsado y borrado todo rastro de su existencia. Santino, a la corta edad de 7 entendió que no debía hacer frente a su familia. A sus 10 años, luego de la muerte su abuelo Carlos, su padre comenzó a mostrar síntomas de karpinson, con lo cual fue forzado a dejar su trabajo. Era el peor castigo que el destino le pudo dar. Luego de unos meses de perder su trabajo se la pasaba borracho la mayor parte del tiempo. Lo único que hacia durante el día era ver televisión, tomar alcohol y golpear a su mujer y a su hijo. A medida que pasaba el tiempo, el dinero familiar se derrocho entre alcohol y deudas de juego. Junto con el estatus económico, se fue perdiendo el prestigio de los Pacheco. A los 11 años, su familia se tuvo que mudar a una zona precaria de la capital de Buenos Aires. La enfermedad de su padre había avanzado tanto que ya no podía hacer nada solo. Su madre vivía para servirlo entre golpes e insultos. A pesar de su contexto familiar, Santino demostraba que tenía un talento innato para los estudios. Los profesores le decían que con su inteligencia podía llegar a ser cualquier cosa que se propusiera, mientras que su padre, golpes mediante, le gritaba que iba a ser un inútil para toda la vida igual que su madre. Poco después de cumplir 15 años, cuando volvía de estudiar encontró a su padre muerto en su cama con un cuchillo clavado en el cuello. Al ver a aquel hombre que decía ser su padre, bañado en sangre, con la boca y los ojos abiertos no pudo hacer otra cosa que gritar, solo gritar. Su madre estaba desaparecida. Cuando recuperó la conciencia estaba acostado en una cama desconocida, en una habitación desconocida. Lo único familiar que tenia, era su soledad. Aquella que lo protegía de todo lo malo que le pasaba, aquella que siempre le brindaba resguardo de los ataques físicos y psicológicos de su padre. Pasó los siguientes años durmiendo en la casa de familiares lejanos, pasando de una a otra. Había abandonado sus estudios, lo único que hacía era trabajar en todo lo que le decían sus familiares de turno. A los 17 años, mientras trabajaba en construcción con un tío lejano, conoció a Mischa, una chica Polaca que se había mudado con su familia hacia Argentina buscando un futuro mejor. Aquella chica fue la primera que lo trató con cariño desde que había desaparecido su madre. Siempre que terminaba de trabajar, pasaba por la casa de Mischa a estar con ella, cada momento que compartían le daba esperanzas de que podía conseguir algo mejor para su vida. Gracias a ella, retomó sus estudios y terminó la secundaria. Ahí fue cuando recordó lo que le decían sus profesores, su mente era especial y poco a poco el también fue creyéndolo. Mischa siempre había soñado con ser doctora, lo cual a Santino le parecía una ironía de lo más burda. De chico siempre estuvo seguro de que lo último que iba a ser, era convertirse en médico. Pero el destino es travieso, cruel e irónico. Mientras más tiempo pasaba con Mischa, más se daba cuenta de las cosas buenas que podía hacer siendo médico. Ser médico no significa convertirse en su padre. En el año 2005, poco antes de cumplir 21 años, alquiló una pequeña casa junto con Mischa, su novia, su amor y su sostén. Mientras más avanzaba en su carrera, mas prodigiosa se volvía su mente. Tanto que se graduó como neurocirujano con todos los honores a la edad de 26 años. Sabia que tenia que hacer algo con todo lo que sabía, algo útil, algo que lo distancie de su infame padre. Luego de meditarlo con Mischa, ambos estuvieron de acuerdo de unirse a una ONG como médicos voluntarios en las fronteras de los países pobres. Pasó desde Sudamérica, subió hasta Centroamérica y terminó en los países más pobres de África centrándose en aquellos casos urgentes. Mientras más ayudaba, más se daba cuenta que ser neurocirujano fue lo mejor que pudo hacer, hasta que el destino volvió a torcer todo en su vida. A finales de 2016, luego de volver a Argentina después de pasar 5 años viajando, le detectaron a Mischa una enfermedad en el cerebro, la cual en el mejor de los casos, una operación tiene menos del 10% de chances de que el paciente sobreviva. Ella estaba dispuesta a morir, se sentía tranquila y en paz por haber ayudado a tantos necesitados y por sobre todo, de haber podido rescatar a Santino de su soledad. Pero él no estaba dispuesto a soltarla, no podía darse el lujo de perder a su único pilar. Mientras más pasaba el tiempo, menos eran las posibilidades de que la operación tuviera éxito. Mischa era muy consciente de esto, y se rehusaba a que Santino la operarse, sabía muy bien lo que podía significar que ella muriese mientras él la intervenía. En un acto desesperado, Santino la engañó diciéndole que un colega suyo la iba a operar. Luego de tanta insistencia, ella le dio el visto bueno. Así, el 10 de Diciembre de 2017, Mischa falleció en el quirófano, mientras Santino la operaba. Todo le parecía insignificante, nada le importa. El único con el que mantenía contacto era con su amigo Juan, aunque nunca volvió a responderle los mensajes luego de la muerte de Mischa. El único mensaje que no puedo ignorar fue el que rogaba por su ayuda, ya que al hijo de Juan le habían detectado un tumor, y al único que podía recurrir era a Santino. Nunca supo porque aceptó a operarlo, ya que había jurado nunca mas entrar a un quirofano. Juan nunca lo culpó por la muerte de su hijo, pero fue otro gran golpe. Santino nunca creyó en el Karma, su mente siempre fue demasiado pragmática para tales incongruencias, pero si estaba seguro que el destino es traicionero y vengativo. Una noche, una de esas pocas en las que el sueño le ganaba a su miedo a tener pesadillas, Mischa le volvió a decir eso que le decía todas las noches en sueños, esas cosas que estaban atrapadas en su inconsciente, todas las cosas horribles que hizo, las cuales mantenía detrás de una careta. Santino nunca fue buena persona. Nunca le importaron los necesitados, siempre los vio como una excusa para no alejarse de Mischa. Ella le pertenecía, y ningún grupo de marginados se la podrá arrebatar nunca. Todas las muertes que pasaron en sus manos mientras operaba realmente no fueron causas naturales, fue su mente astuta y perversa que se las ingeniaba para que las cosas salgan mal sin comprometer su profesionalidad y a su persona. Fue aquel último sueño que detonó el inconsciente de Santino. Se tomó el siguiente año y medio buscando por todo el mundo aquella droga que imperiosamente necesitaba, esa que le permitiera olvidar ya que era demasiado cínico y cobarde como para quitarse la vida. Una vez obtuvo la droga y había arreglado su salida del país. Se sentó a escribir una carta: -- "Sin duda, en el momento en que estoy escribiendo esta carta, eres la persona que más detesto en todo el mundo. Sé que pasaste por mucho y que la vida no te fue fácil, después de todo vivimos cada una de las cosas malas juntos, pero jamás podré encontrar palabras para describir la aberración que me produce mirarte. Sabes muy bien que hay cosas que no tienen justificación y de poco vale que te auto convenzas con palabras vacías y sin fundamentos, en el fondo sabes que son una excusa. Pensándolo bien, no, no lo sabes. ¿Sabes cuantas tristezas trajeron tus acciones? ¿Acaso te pusiste a pensar las consecuencias de tus actos? O la falta de los mismos, después de todo no hacer nada también es una acción en si misma. Seguramente a esta altura pensarás que no sabías que lo que hacías iba a decantar en todo lo que finalmente sucedió, pero si lo sabias…. Si que eras consiente de lo que podía pasar, porque muy a mi pesar, tengo que aceptar que eres putamente inteligente…. No, ni siquiera se te puede dar el beneficio de la duda ni tampoco se te puede escudar en la ignorancia. ¡Ha! La paz que sentirías si pudieras disfrutar de la pobre ventaja que da la ignorancia. ¡Pero no! Eres prisionero de un una mente enferma y calculadora, que te da libertad para llegar allá a donde pocos pueden, pero te ata y te retienen en tu miseria y sufrimiento. Y esto no lo estoy escribiendo porque siento pena por ti, sino porque sé mejor que nadie que mereces tener esos sentimientos. A pesar de todo el odio que siento al tenerte cerca, no puedo evitar darte el mejor regalo que alguien te puede dar, eso que has estado buscando sin descanso y se te fue privado solo por la maldita inteligencia con la que naciste. Todavía no puedo entender por qué lo hago, después de cómo se desarrollaron las cosas creía que estaba más cerca de matarte que de ayudarte. Supongo que será por el puro instinto humano de supervivencia o porque en el fondo creo que morir es demasiado bueno para alguien que me produce tanto asco… Lo último que quiero decirte es que espero que mueras antes de recordar todo, es lo único bueno que te deseo." "Tu eterno y odiado compañero de vida Santino Pacheco" --- Fue así como fue a parar a una de las costas de Los Santos, esperando no recordar jamás. Personalidad: Santino no recuerda nada de su vida en Argentina, lo unico que lo guía es una carta escrita por el mismo. Está carta lo llena de dudas.No tiene idea de porqué está allí ni qué es lo que hizo. Actuaría de forma tímida y pasiva debido a las inseguridades que le produce no saber nada. Miedos: le tiene miedo a la sangre. Aspiraciones: Poder recordar quién fue, aunque le genere mucha ansiedad descubrir si de verdad fue mala persona Interpretación: Santino se cree bueno por naturaleza, tranquilo, humilde. A medida que ciertas cosas despierten su inconsciente, ira cambiando.
  2. Muy buenas gente! Les escribo desde Argentina. Desde que descubrí el server me encantó la comunidad que crearon, no tengo acceso al server pero aun así me engancho con muchas de las historias que crean ingame. Los felicito a todos! A darle para adelante!
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