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Kerishal

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    Spencer Harris

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  1. Link del perfil: https://despistaos.es/profile/27822-jackysieras666/
  2. Nombre y Apellido que vayas a usar ingame: Alicia Martín Edad y fecha de nacimiento (REAL): 02/11/1984 Experiencia previa en roleplay: Comencé en el Roleplay en Septiembre de 2019 después de ver a un amigo streamer rolear GTAV y en Noviembre empecé a rolear en Conan Exiles. Historia: A quien pueda interesarle: Siempre he sido una persona muy reservada pero muy leal a mis amigos y familia, siempre he intentado valerme por mi misma y no tener que molestar a nadie aunque muchas veces he tenido que pedir ayuda al final o consejos para poder seguir adelante aunque creo que empezare a contaros todo desde el principio. Nací en Las Palmas un día de lluvia y creo que lo que paso ese día, el tiempo refleja en parte el estado de animo de mi padre. El día 2 de Noviembre de 1993 a las 11:03 mi madre ya estaba dando a luz pero el parto se complico, mi madre no pudo tener un parto normal sino que al nacer salio bien mi cabeza pero mis hombros se quedaron estancados haciendo que mi madre tuviera desgarros y perdiera mucha sangre. Los médicos pudieron salvarme pero desgraciadamente no pudieron hacer nada por mi madre, debido al agotamiento y al duro parto que tuvo murió a los pocos minutos de nacer conmigo entre sus brazos. Mi padre siempre me ha dicho que aunque perdió al amor de su vida y que estaba destrozado nada mas sujetarme en brazos su alma se recupero así que a partir de ese momento siempre hemos sido mi padre y yo. Mi padre me puso Alicia porque a mi madre le encantaba el libro de Alicia en el país de las maravillas y he de decir que es mi libro favorito. No recuerdo mucho de mi infancia pero si recuerdo a mi padre y a mi nana (madre de mi madre) cuidar siempre de mi. Recuerdo que desde muy chiquita mi nana me cuidaba mientras mi padre trabajaba. El tenia un taller de mecánicos y estaba bastante ocupado por el día pero nunca estaba sola mi nana me cuidaba y mi padre siempre venia a casa de tarde para darme un baño, darme la cena y contarme un cuento antes de dormirme, mi preferido, Alicia en el país de las maravillas pero muchas veces esos cuentos se convertían en anécdotas de su trabajo y a mi me encantaba. Mi infancia fue de lo mas normal, dentro de lo que cabe, ya que sin madre pues siempre faltaba algo pero mi padre hacia siempre el mas grande esfuerzo para suplir esa perdida que ambos habíamos tenido el día que nací. Desde los 3 años empece el colegio, no era la niña mas extrovertida pero me relacionaba con los otros niños y jugaba con ellos, me encantaba ir al colegio porque estaba con otros niños y aprendíamos los números y las letras y así fueron pasando los años hasta que a los 6 años cambio. En ese entonces no lo entendía muy bien pero los niños pueden ser muy crueles. Un día en el colegio mientras estábamos haciendo las sumas en la clase de matemáticas la profesora salio un momento a la puerta de clase y unos niños empezaron a decir que mi madre era muy vieja, en ese momento les dije que no tenia mama que se había ido al cielo cuando yo nací, nunca me he avergonzado de ello ni lo he ocultado pero en ese instante quizás hubiera sido mejor callar, desde ese entonces los niños empezaron a meterse conmigo. Pase de ser una niña alegre a estar triste constantemente, esos niños no paraban de meterse conmigo por no tener madre y lo peor fue un viernes, esos niños, Joan, Fénix y Raúl querían que les diera mi bocadillo y me negué, comenzaron a pegarme hasta que llego un profesor y los separo, supongo que este fue el peor episodio de mi vida pero fue el que mas me marco en las próximas relaciones que tuviera con las personas que entraban en mi vida. Me volví desconfiada y solitaria, solo quería estar en mi habitación y no quería salir de allí, mi cuarto era mi lugar seguro. Ya no quería cuentos ni historias, solo quería estar allí sola. Mi nana estaba muy preocupada al igual que mi padre, en las reuniones familiares no me relacionaba casi con ellos, prefería estar sola, pero no se le puede reprochar algo así a una niña de 6 años a la que le han pegado, pensaba que si estaba sola era mejor porque nadie me haría daño y ese pensamiento me ha acompañado durante la mayor parte de mi vida. Tenia miedo de estar con las personas y desarrolle agorafobia, no podía estar en un sitio donde hubiera muchas personas, con el paso de los años he podido controlarlo un poco pero aun así, en situaciones de muchas personas me entra mucha ansiedad. A los pocos meses mi padre decidió que debía hacer algo, así que un sábado por la mañana mientras era las vacaciones de verano me despertó y me llevo con el a su taller. Me llevo a su despacho y me sentó en su regazo mientras miraba el stock del taller, los pedidos que tenia que hacer y las facturas, el me pedía un papel y yo le ayudaba a buscarlo entre tantas carpetas que tenia en la mesa, ese día me di cuenta que me gustaba ayudarle en el taller. A partir de ese momento mientras no tuviera colegio y siempre que podía iba al taller con mi padre, me encerraba en su despacho y ordenaba los papeles mientras por los cristales veía como el y el resto de los mecánicos trabajaba y así empece a sentir curiosidad de como los mecánicos dejaban arreglado algo que había entrado roto. Durante los siguientes años seguí en el colegio haciendo mis deberes, estudiando, relacionándome lo justo y necesario con los demás, escondiéndome de los matones y yendo todos los domingos con mi padre al cementerio a poner flores a mamá. El día que cumplí 10 años no lo olvidare nunca, era un lunes y mi padre como todos los días vino a despertarme pero ese día no lo hacia para que fuera al clases, al contrario, me preparo un desayuno con tortitas y me dijo que me llevaría al taller, que tendría una sorpresa. Cuando llegamos al taller estaban todos los mecánicos esperándome dentro con una tarta y mi regalo de cumpleaños, una bicicleta de color rojo. Después de soplar las velas y comer un trozo de tarta todos los mecánicos se fueron a trabajar, todos menos uno, Roberto, mi padre se puso al lado de Roberto y me dijo “ya es hora de que aprendas a algo mas que a guardar papeles, Roberto te enseñara”, me dio un beso y se fue a su despacho. Roberto me llevo con el a través del taller donde había un Volkswagen MK2, había que hacerle un cambio de aceite y revisarle los frenos. Roberto me enseño mucho sobre los coches y pase parte de mi infancia y adolescencia yendo al taller siempre que podía para aprender de el. Así que prácticamente mi niñez y mi adolescencia la pase entre el colegio, el taller y mi casa, intentaba relacionarme con los demás lo menos posible, siempre que podía aprendía mas y no se me daba nada mal el reparar coches o motos y cada vez me gustaba más. A los 18 años no quise ir a la Universidad, hice un FP de mecánica, era lo que siempre había visto así que fue muy fácil sacarlo sin embargo cuando termine me hice otro ciclo de FP de reparación de ordenadores, siempre me ha gustado trabajar en algo donde pueda arreglar cosas y con 22 años tenia mis FP pero me faltaba algo. Había sido una niña que se relacionaba con todos muy poco, nunca había tenido novio y la verdad lo mas cerca de tener novio fue cuando tenia 12 años y Carlos Gutiérrez me dio un beso en el colegio, cosa que no me gusto y le solté un puñetazo, papa se cabreo muchísimo ese día pero luego se le paso cuando le dije que no quería que me besaran, creo que hasta se sintió orgulloso de mi. Pero nunca había tenido una verdadera aventura, no había visto mas allá de mi casa, mis estudios y el taller y quería hacer algo diferente, quería conocer algo diferente así que empece a darle vueltas y una noche me vino la inspiración, un año sabático, pero como decirle a mi padre, ese padre protector que siempre se preocupa por mi, del que nunca me he separado. Me pase tres días viendo la manera en que se lo diría y llegue a la conclusión de que necesitaba ayuda, fui a ver a mi nana, la buena de nana siempre daba los mejores consejos y sabes lo que dijo “debes ser tu misma para decírselo”, no se si fue de mucha ayuda pero estaba decidida a contárselo. Pasaron los días y no me decidía a decírselo y entonces nos golpeo una muy mala noticia, nana, mi dulce nana, había fallecido. Fue el peor día de mi vida, fue un golpe muy duro y después del entierro y del funeral volví a ser aquella niña de 6 años que se refugiaba en la seguridad de su cuarto. Casi no salia de allí, solo para ir al cuarto de baño o para comer algo, aunque muchas veces estaba mas de 14 horas sin probar bocado y así estuve por dos semanas. Mi padre solo podía ver como su hija volvía a pagarse durante ese tiempo y tomo una decisión por mi. Tres semanas habían pasado de la muerte de nana cuando mi padre entro a mi cuarto y me entrego un sobre, al abrirlo en el había un pasaje de ida con fecha abierta para Málaga, no había billete de vuelta, en ese momento no lo entendía pero su rostro lo decía todo. Resulta que nana le había contado mi pequeña idea de año sabático, pensaba que se pondría como loco pero como el mismo dijo “yo ya he vivido mi vida, ahora debes buscar la tuya”. Esas palabras siempre han estado conmigo y siempre las tengo muy presente. Guarde el sobre en el cajón del escritorio olvidándome de el y poco a poco volví a salir de casa, no era mucho lo que hacia, iba de casa al taller, llegaba allí, reparada unos coches, organizaba la mesa llena de papeles de papa (siempre fue un desastre al ordenar esos papeles) y una semana antes de mi cumpleaños lo volví a encontrar, allí donde lo había dejado en el cajón de la mesita. Lo sostuve entre mis manos y supe que debía hacer, vivir mi vida. Hable con mi padre y durante esa semana estuve preparando mi viaje, visite la tumba de mama y de nana y fui al taller a despedirme de los compañero, porque si, ya no eran simples mecánicos o trabajadores de mi padre, eran mis compañeros y resulta que me prepararon una fiesta de despedida, creo que eso fue una de las partes mas difíciles de esa semana, la otra, despedirme de papa. La noche anterior de mi viaje, papa me entrego una cajita que contenía un collar con una estrella, a mi madre le encantaban las estrellas, después de pasar una buena cena con papa me fui a dormir esperando el día de mi cumpleaños y el día de mi partida. Y llego el día de mi cumpleaños, mi cumpleaños numero 23, el día que empezaría una nueva vida, una vida donde valerme por mi misma, una vida en la que por fin me convertiría totalmente en una adulta. Me despedí de papá en el aeropuerto y me subí al avión, el futuro era incierto, solo sabía mi destino, llevaba mi maleta con ropa, mi pasaje, la dirección de la casa, mis ahorros que había ganado en el taller y mi libro preferido, Alicia en el país de las maravillas. Cuando llegue a Málaga, busque un taxi y le entregue la dirección que llevaba escrita en un papel. Las primeras semanas me dediqué a hacer turismo y luego encontré trabajo de camarera en un bar cerca de la playa, durante ese año no pasó muchas cosas aprendí a servir copas, tratar con la gente y aprender a controlar mi agorafobia, no era difícil ya que casi siempre iban las mismas personas. Llevaba una vida tranquila y siempre evitaba meterme en problemas. En aquella inmensa ciudad conocí a Eli y ella me enseñó a pescar y me di cuenta de que me encantaba, también me enseño a surfear y bucear y amo ambos deportes, practicábamos motocross y hacíamos senderismo. Me encantaba vivir allí y compaginaba mi trabajo con mis hobbies. Era muy feliz y entonces ocurrió. La primera vez que la vi, era diferente a las demás, tenía el pelo blanco pero eso no fue lo que me atrajo de ella, era algo superior a mi, algo que no podía explicar, algo que nunca había sentido y tan rápido como vino ese sentimiento de necesidad, se convirtió en tristeza, se marchó sin poder decirla nada y me quedé con un vacío en mi pecho que parecía que me iba a morir. Seguí con esa sensación lo que me quedaba de turno y antes de irme a casa, mi amiga Eli me invito a cenar a un restaurante. Intente negarme porque estaba cansada pero ella nunca aceptaba un no por respuesta. Fuimos al restaurante y una sensación de alegría me invadió, la chica del pelo blanco trabajaba en ese restaurante y resulto ser nuestra camarera, no podía creérmelo y estaba asustada y no podía articular palabra, Eli tuvo que ser la que hablara con ella para pedir nuestra comida mientras yo me escondía detrás de la carta. No podía creerlo, de todos los restaurantes acabamos donde estaba ella. Cenamos sin ningún contratiempo y Eli que siempre es muy lanzada invito a la camarera sexy a que se pasara algún día por el bar a tomar algo y como es lógico mientras me moría de vergüenza, ese mismo sábado apareció por allí y en ese momento Eli desapareció. No se como tuve el valor de acercarme para atenderla pero no me arrepiento de nada. Después de eso venia mas a menudo al bar o yo iba al restaurante y poco a poco empezamos a intimar. No voy a contaros toda nuestra historia o su historia, ya se encargará él mismo y si ahora es él, siempre ha sido él y no me importa, siempre ha estado conmigo, cuidándome, protegiéndome, apoyándome, es genial tener a alguien que se preocupa por ti y que solo pide a cambio que le des el amor que tanto te da. Después de unos meses juntos mi alegría era demasiada, empecé a ser más receptiva con la gente nueva que entraba en mi vida aunque todavía me agobio mucho cuando hay muchas personas y llego el momento de contárselo a papá. Pensaba que se alegraría por mí pero siempre recordaré las palabras que me dijo "eso no es normal, ya no eres mi hija". Quede totalmente destrozada, no pensé que reaccionaría de esa manera, no contestaba a mis llamadas ni tampoco a mis mensajes, pensaba que sería feliz viéndome feliz y me equivoque pero esa vez no me sentía sola, le tenía a él, a mi amigo, compañero, a mi novio Jacob. Él me ayudó a no entrar en una espiral de destrucción y depresión y seguimos con nuestra vida juntos. Pasaba el tiempo en el trabajo o con el y cuando no hacía eso me iba a pescar o me ponía a leer. Entre los dos decidimos que sería bueno un cambio de aires y aquí estoy, en una nueva ciudad donde las posibilidades son infinitas y donde podre terminar de conseguir una vida plena junto a la persona que amó. Una ciudad donde podre trabajar en aquello que desde muy pequeña me ha gustado, arreglar y tunear coches, tener mi propio taller y quien sabe quizás crear la mayor competición de carreras de automóviles que pueda haber en el mundo y como siempre ha dicho Alicia, esto puede ser muy curiosisimo... Descripción Física del personaje: Alicia tiene una estatura de 1.67cm, tiene el pelo rojo y los ojos azules. Su complexión es atlética, su cuerpo esta definido pero no muy musculoso. Características del personaje: Discreta, fiel, madura, puntual, paciente, sincera, introvertida, objetiva, cabezota, confiada, nerviosa. Miedos: Agorafobia, que la golpeen, depender de alguien. Metas profesionales: Tener su propio taller y llegar a organizar una competición de carreras de automóviles Metas personales: Poder superar su agorafobia del todo, tener una casa con la persona que ama y una familia. Tener una casa en la playa y un barco pequeño para ir a pescar. Hobbies: Pescar, surf, bucear, cine, leer, las carreras de coches, motocross, nadar. Gustos/No Gustos: Le gustan los animales, pescar, el océano, pasear por la playa o la montaña, la música, la comida italiana y el chocolate. No le gusta las verduras, los espacios muy pequeños, las cucarachas o ver mucha sangre.
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