Aquí te pongo la historia más desarrollada @jvier00
Samuel Mateo, Madrid (España) 1989.
Hijo único de padres españoles, carismático e impaciente, con temores como quedarse solo, sin amistades ni familia y alguna que otra virtud como sacarle siempre la sonrisa a la gente.
Desde pequeño siempre tuvo mucha curiosidad por las emisoras de radio, ya que su padre era radioaficionado y le gustaba escucharlo hablar con gente de todas partes del mundo, al igual que escuchar la emisora de la Policía.
De pequeño, después del colegio, iba con su padre al trabajo donde él arreglaba radios antiguas y otros aparatos electrónicos, siempre con su madre pendiente de que el niño no se hiciera daño con alguna pieza o aparato.
Un día llegó una pareja de policías a la tienda del padre para arreglar un walkie-talkie que tenían dañado. Mientras el padre reparaba el walkie-talkie, Samuel no paraba de preguntarle cosas a la policía sobre el cuerpo y qué se sentía al atrapar a “los malos”. Al niño le brillaban los ojos al escuchar las anécdotas que le contaban, y en casi un abrir y cerrar de ojos, el padre ya había reparado el walkie-talkie. Esto desencadenaría el interés de Samuel por querer ser policía de mayor.
No siendo el más aplicado de la clase, consiguió sacarse la ESO con esfuerzo. Su vida en el instituto no fue difícil, ni frustrante. Consiguió hacer varios amigos que aún a día de hoy los mantiene. En cambio el Bachillerato le costó bastante, por lo que tuvo que ir a una academia de refuerzo para poder aprobar. Esto le permitió realizar un curso de Electrónica para así continuar el negocio de su padre, quien también le enseñó lo que sabe y no le fuera difícil realizar este curso.
A la edad de 20 años, Samuel terminó heredando la tienda de su padre, donde él continuaría reparando radios y otros aparatos electrónicos gracias a lo aprendido allí y por el curso en electrónica. Con el tiempo se fue habituando a llevar solo la tienda, pero al principio necesitó la ayuda de sus padres para estructurar los pedidos y facturas, algo a lo que a Samuel se le venía muy grande y que alguna noche le quitaba el sueño por las noches haciendo que estuviese intranquilo. Tenía miedo de perder la tienda y por lo tanto, fallarle a sus padres.
Pasaron 2 años hasta que Samuel pudo llevar la tienda completamente solo. Fueron 2 años de sufrimiento, quebraderos de cabeza y mucha paciencia, pero al final, empezó a dar sus frutos.
Ese mismo año, apareció una chica que acudió a la tienda de Samuel para reparar una mini cadena. Se llamaba Cintia, un poco más alta que él, de pelo castaño oscuro y caderas anchas. Parecían hechos el uno para el otro, pero solo lo parecía. Ambos estuvieron saliendo juntos durante 2 años, pero la relación no duró más por una rotura de corazón. Ella lo engañaría con otro chico.
Fueron 2 años en los que Samuel era muy feliz. Tenía trabajo y una pareja con la que compartir buenos momentos, historias e intentar formar una posible familia, algo que siempre había deseado, ser padre. Esta ruptura haría que Samuel estuviese un tiempo de bajón, a su vez, haciendo que confiase menos en las mujeres. Él no quería que le volviesen a traicionar de esa manera.
Ahora soltero, con tiempo para sí mismo y el Bachillerato terminado, Samuel empezaría a dedicar su tiempo en buscar en internet la forma de presentarse a las oposiciones de Policía. Este encontraría una academia cerca del trabajo a la que poder ir a estudiar y prepararse.
Junto a los estudios, los amigos y la tienda de reparación, le era bastante difícil sacar tiempo para una mejor preparación física, la cual esta no dio buenos resultados en las pruebas físicas, haciendo que Samuel suspendiese en sus primeras oposiciones al Cuerpo de Policía.
Tras pensarlo mucho y muy apenado dejando a sus padres y amigos atrás, a la edad de 30 años Samuel decidió alquilar el local donde él reparaba para así con el dinero ahorrado durante los años, poder dirigirse a los Estados Unidos de América y comenzar una nueva vida donde se alojaría en un estudio en la ciudad de Los Santos, esperando con muchos nervios a que llegue su momento.
Quizás allí, en el conocido “País de las oportunidades” podría formar parte del cuerpo de policía, ampliar su propia empresa de reparación o terminar vendiendo comida en un carrito. Esto es algo que solo él podrá descubrir una vez se instale en este nuevo país.
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