Sac

Id del padrino: 13672 Usuario apadrinado: InSanity23 Motivo: Es una persona con la que llevo mucho tiempo roleando, sé que lo va a hacer bien, que va a venir a más que ganar o perder y que no va a incumplir ninguna norma. Tiene experiencia en roleplay y ha sido staff de algún servidor. https://despistaos.es/profile/12788-insanity23/

Nombre y Apellido que vayas a usar ingame: Thomas Miller Edad y fecha de nacimiento (REAL): 24 años, 20 de abril de 1995 Experiencia previa en roleplay: Experiencia previa hace unos años en servidores de SAMP y, fundamentalmente, en los últimos 12 meses me pasé a FiveM con intenciones de rolear seriamente. Fui Staff de dos servidores -en uno de ellos junto a Rasta- Historia completa de tu personaje: Thomas Miller, nacido el 13 de abril de 1996 en Evanston - Illinois, Estados Unidos. Una ciudad que se encuentra a 30 minutos de Chicago. Es hijo único de Francis Miller y Eva Shaw. Durante sus primeros años, le tocó vivir sin una madre presente, ella se fue de la casa al poco tiempo de que Thomas naciera. Además, le tocó criarse de forma muy independiente, puesto que su padre únicamente se dedicaba a ignorar a Thomas, a beber alcohol y a lamentarse de la vida cada día tras regresar de trabajar de robar. Día por medio, recuerda Thomas, Francis se ponía agresivo por su excesivo vicio y golpeaba a Thomas, culpándole de que Eva haya abandonado la casa. Francis nunca superó realmente que Eva se haya ido y se encargó de que Thomas creciera con esa ausencia de un entorno familiar. Thomas pasó los primeros años de su vida prácticamente solo, a la deriva, muchas veces llorando durante horas en su habitación preguntándose por qué estaba viviendo lo que le estaba tocando vivir, rogando que su padre no ingresara alcoholizado para golpearle por algo que no había hecho pero que cada día que pasaba se preguntaba cada vez más si realmente él era el culpable. Cada tanto su padre traía a una chica nueva a casa y pasaban horas encerrados. No pasó mucho tiempo para que Thomas perdiera el rumbo en su pre-adolescencia y adolescencia. Sin unos padres que controlaran la actividad de su hijo. De muy joven abandonó sus estudios y prefirió vivir con rencor acumulado a salir adelante. Durante su etapa escolar secundaria, Thomas simplemente no estudiaba y se dedicaba a pasar el tiempo e ir de pelea en pelea cada vez que se le presentaba la oportunidad. Era un jóven con ira acumulada y con cero interés por destacar intelectualmente por sobre el resto. Por supuesto que esto ocasionó repetidas sanciones y suspensiones temporales, hasta que finalmente cuando tenía 14 años, fue expulsado. Desde entonces no ha regresado a la escuela. Thomas siempre creyó que no necesita un papel firmado por alguien que dice ser experto en un tema para valer. Thomas cree saber lo que vale, sin necesidad de tener un título que avale eso. Un año más tarde, huiría de su hogar para nunca más volver. Con 18 años decide quedarse en la calle a seguir viviendo el entorno que le rodeaba cada vez que entraba por la puerta de su casa. Allí conoció el maravilloso mundo del robo menor. Primero comenzó a robar pequeñas cosas de tiendas sin ser descubierto; cosas que le valieran para comer, o simplemente para vender a un precio ridículo en la calle que le permitiera conseguir algo de dinero. Finalmente, con 19 años, se da cuenta que con ese tipo de robos no conseguiría nada y, tras unos meses sin querer llamar la atención, decide ir a por todas y realizar su primer robo en la calle. Con una navaja y de noche, sorprende a una chica joven que caminaba por allí e intenta robarle las pertenencias. La chica le entrega el bolso y Thomas comienza a huír. Finalmente escapa y allí sintió por primera vez la adrenalina de cometer un crimen, cosa que lo sintió como placentero. En su segundo intento, unos días después, a Thomas le cambiaría la vida. Tras intentar realizar la misma jugada que la primera, la chica se resiste y Thomas, con tal de concretar su robo, apuñala a la chica e intenta huír con el bolso. Con el forcejeo y los gritos, la gente llamó a la policía y minutos más tarde Thomas sería capturado y acusado no solo por el robo, sino por el apuñalamiento. Sería juzgado con 2 años de prisión. Tuvo suerte que la chica no murió. En esos años dos años, Thomas aprendió del resto de reclusos que la mejor forma de llegar alto y conseguir dinero sería con paciencia y dedicación. Atracar a ciudadanos por la calle para robar el bolso o cartera no le serviría de nada más que para acabar nuevamente en prisión al poco tiempo por cantidades ínfimas de dinero que no valen la pena el riesgo. Aquí, además, conoció sobre las drogas, aunque, sabiamente, decidió no convertirse en todo aquello que odiaba de su padre. Thomas más que nadie sabe que la pérdida del control por estar borracho o drogado no ayuda en absolutamente nada y que, por sobre todas las cosas, él no se convertiría en un yonki de mala muerte. Un suceso que haría que Thomas hiciera un click en su cabeza sería cuando, aún en prisión, Thomas es apuñalado por un grupo de pandilleros de barrio. Las miradas comenzaron al ingresar a prisión, a nadie le gustan los blanquitos nuevos. Adaptarse a la vida de prisión lleva un tiempo, sobre todo si no has estado allí nunca. La prisión es un mundo nuevo con sus propias normas, unas normas en las que o te rebelás o te conviertes en el juguete de alguien más, aunque eso te cueste, como le costó a Thomas, un pasaje por la enfermería y algunos días a la sombra. O varios. Thomas aprendió que los de barrio deben ir por un lado y él por el otro, o al menos no invadirlos tocándole los cojones. Si bien el único mundo que Thomas conoce es el de la violencia, del alcohol y el crimen menor, con tiempo para pensar mientras estaba encerrado decide que esas tres cualidades juntas le serían contraproducentes. A partir de aquí, intenta formar su primera banda de pequeños delincuentes para que, llegado el momento de la libertad, pudiera comenzar una nueva etapa de ambiciones, a sabiendas de que le sería muy difícil conseguir un trabajo con sus antecedentes. Tras salir de prisión, en esta etapa de su vida, Thomas comienza a centrarse en robos tiendas y a la venta de drogas. No le costó mucho trabajo valerse de un arma de fuego en una tierra donde hay 120 armas por cada 100 habitantes. Así es como, con ayuda de sus amigos para la huída y controlar la zona, comenzó a ver sus primeros beneficios. En 2018 y al cumplir los 22 años, Thomas cree que Evanston es una ciudad en la que ya ha llamado mucho la atención y que no está preparada para crecer criminalmente, cree que le iría mejor y llamaría menos la atención en una ciudad de verdad. Decide recorrer los 19 kilómetros que separan Evanston de Chicago, y mudarse con sus dos amigos a “la Ciudad de los Vientos”. Durante los cuatro años que pasó en Evanston tras la salida de la correccional, Thomas quedó detenido en una oportunidad de la cual salió bajo el pago de una fianza de 6.700 dólares y 6 meses de prisión, aunque domiciliaria por la baja condena y no haber hecho uso de la violencia: posesión de drogas en bajas cantidades. Nunca se comprobó el verdadero motivo de esa posesión, de haber sido por venta le habría caído una buena. Tras un año de trapicheos en Chicago, mientras él era el conductor de un vehículo de huida especialmente preparado en un taller mecánico cercano que estaba atendido por una pareja, sitio que tenía prácticas y una moral cuestionable. Los compañeros de Thomas son sorprendidos por la policía y caen abatidos en un enfrentamiento del cual Thomas huye. Sabiendo que no puede continuar en Chicago al menos por un tiempo, aunque seguro de que la policía no tiene demasiado para involucrarle directamente ya que era un coche robado y del cual se aseguró no dejar evidencia, decide viajar a la otra punta del país, al estado de San Andreas, para continuar su vida. A Thomas se le da especialmente bien planear y huír, pero ese día para él todo cambió. Perdió a las únicas dos personas que le podían centrar en su vida. Si bien Thomas suele ser distante, con el tiempo puede desarrollar una confianza única. Hasta no llegado ese momento, para Thomas serás uno más del mundo, y sinceramente le sudará lo que te pase si no trae beneficio, pero cruzada esa línea, el abandono o la traición es algo imperdonable. Naturalmente Thomas en este momento está pasando por un momento difícil, sabe que ahora puede ocurrir de que pierda la compostura más fácil y tiene que cargar con la culpa de haber huído cuando a sus colegas le estaban dando de tiros. En este momento se podría decir que está particularmente inestable por la pérdida ya que es muy reciente. Todas las noches tiene pesadillas acerca de lo ocurrido y sueña con todo eso que podría haber hecho y planeado para que no sucediera lo que pasó. Esto le ha ocasionado un principio de insomnio que mantiene a día de hoy, por consecuencia está teniendo, de momento, una alteración del humor, ansiedad y desequilibrio en la alimentación. Thomas ha sido evaluado psicológicamente reiteradas veces, en cada una de las veces que fue detenido. En esas evaluaciones, se puede observar los cambios que ha tenido Miller a lo largo de los años. De ser un niño con violencia y explosividad acumulada a ser un sujeto más calculador pero que puede perder la paciencia rápidamente. Si bien tiene experiencia en el uso de las armas de fuego, a día de hoy no ha cometido ningún homicidio. Conoce la diferencia entre el homicidio y el hacerlo sin violencia. No es tonto y conoce las ventajas y consecuencias de realizar determinada acción. No cree en la reinserción, cree que con la vida que ha tenido no tiene otra alternativa a hacer una vida no aceptada por la sociedad. En líneas generales, Thomas vela por su propio cuello. Con los abandonos que ha sufrido no es una persona que se ate afectivamente a la gente, no tiene moralidad en ese aspecto. Si lo que hace le da rédito, ahí estará él. Desconfiado por naturaleza, sobre todo de las pandillas, siempre tendrá la traición en mente como la primera opción ante una desconfianza. No cree en la verdadera familia, para él son sólo gente con la cual el destino te vinculó pero que, tarde o temprano, desaparecen de tu vida. En ese sentido, ha tenido la posibilidad de estar en pareja algunas veces, pero sus forma de ser terminaba por romper la relación desde el comienzo. Nunca ha estado lo que se llama “enamorado” de alguien, tampoco cree en esas cosas. Una de las relaciones que estaban comenzando Thomas al estar discutiendo con una chica le dio una bofetada en la cara. Sí, Thomas cuando pierde el control no diferencia entre géneros. Ese día todo lo que podía haber comenzado terminó abruptamente. A Thomas se le puede catalogar como una persona con un cierto nivel de impotencia acumulada que prefiere mantener oculta, con inmoralidad y miedo a mantener relaciones cercanas con la gente, no está preparado para mantener una relación seria, y que intentará mantenerse socialmente cerca de la gente que él cree que le puede aportar algo en su vida para conseguir sus objetivos. A día de hoy, si bien mantiene un odio profundo para con su padre y su madre, aún continúa en búsqueda de su madre para saber los reales motivos de su alejamiento cuando él era un recién nacido, o simplemente para saber si aún sigue viva. Su miedo más grande es a quedarse realmente solo. Con los años ha aprendido que solo no se consigue nada. Aún busca la aprobación de su padre. Si bien es una persona independiente y que puede valerse de sí misma no puede aceptar que algo le salga mal. No reconoce a la autoridad, puesto que es una figura que nunca ha tenido presente. No le importa mentir si eso le da tiempo o beneficio. Lo mismo con el decir la verdad, para él no hay diferencia. Otro de sus miedos es la gente de barrio, aunque Thomas aún no esta´muy seguro de si es miedo o respeto, pero si que siente un gran rechazo por aquellos que son de color, andan en grupo, y tienen la apariencia de pertenecer a algún tipo de pandilla, sus experiencias en la cárcel le dicen que es mejor mantener distancia. Thomas intentará ser, desde las sombras, alguien grande. Su meta más grande en la vida es demostrarle a su padre todo lo que ha conseguido sin su presencia. No quiere ser reconocido públicamente, de hecho, odia ser llamado por su nombre completo o que le conozcan por el apellido, ya que le recuerda a su padre. “Tom” para él está bien. Su sueño es tener gente trabajando para él y que haga el trabajo sucio. No le importa mancharse con las cosas del trabajo, si eso será para un bien mayor futuro, aunque prefiere no hacerlo. A nivel pasatiempos, En Chicago, tras sus vueltas por el mecánico para toquetear un poco los coches de huída, terminó desarrollando un cierto gusto por los coches. Nunca ha podido comprarse uno para que sea realmente suyo, pero es algo que le llena esos vacíos en su vida, casi que estar en uno, conduciéndolo, le trae calma.

Nombre y Apellido que vayas a usar ingame: Thomas Miller Edad y fecha de nacimiento (REAL): 24 años, 20 de abril de 1995 Experiencia previa en roleplay: Experiencia previa hace unos años en servidores de SAMP y, fundamentalmente, en los últimos 12 meses me pasé a FiveM con intenciones de rolear seriamente. Fui Staff de dos servidores -en uno de ellos junto a Rasta- Historia completa de tu personaje: Thomas Miller, nacido el 13 de abril de 1996 en Evanston - Iliinois, Estados Unidos. Una ciudad que se encuentra a 30 minutos de Chicago. Es hijo único de Francis Miller y Eva Shaw. Durante sus primeros años, le tocó vivir sin una madre presente, ella se fue de la casa al poco tiempo de que Thomas naciera. Además, le tocó criarse de forma muy independiente, puesto que su padre únicamente se dedicaba a ignorar a Thomas, a beber alcohol y a lamentarse de la vida cada día tras regresar de trabajar de robar. Día por medio, recuerda Thomas, Francis se ponía agresivo por su excesivo vicio y golpeaba a Thomas, culpándole de que Eva haya abandonado la casa. Francis nunca superó realmente que Eva se haya ido y se encargó de que Thomas creciera con esa ausencia de un entorno familiar. Thomas pasó los primeros años de su vida practicamente solo, a la deriva, muchas veces llorando durante horas en su habitación preguntándose por qué estaba viviendo lo que le estaba tocando vivir, rogando que su padre no ingresara alcoholizado para golpearle por algo que no había hecho pero que cada día que pasaba se preguntaba cada vez más si realmente él era el culpable. Cada tanto su padre traía a una chica nueva a casa y pasaban horas encerrados. No pasó mucho tiempo para que Thomas perdiera el rumbo en su pre-adolescencia y adolescencia. Sin unos padres que controlaran la actividad de su hijo. De muy joven abandonó sus estudios y prefirió vivir con rencor acumulado a salir adelante. Durante su etapa escolar secundaria, Thomas simplemente no estudiaba y se dedicaba a pasar el tiempo e ir de pelea en pelea cada vez que se le presentaba la oportunidad. Era un jóven con ira acumulada y con cero interés por destacar intelectualmente por sobre el resto. Por supuesto que esto ocasionó repetidas sanciones y suspensiones temporales, hasta que finalmente cuando tenía 14 años, fue expulsado. Desde entonces no ha regresado a la escuela. Thomas siempre creyó que no necesita un papel firmado por alguien que dice ser experto en un tema para valer. Thomas cree saber lo que vale, sin necesidad de tener un título que avale eso. Un año más tarde, huiría de su hogar para nunca más volver. Con 18 años decide quedarse en la calle a seguir viviendo el entorno que le rodeaba cada vez que entraba por la puerta de su casa. Allí conoció el maravilloso mundo del robo menor. Primero comenzó a robar pequeñas cosas de tiendas sin ser descubierto; cosas que le valieran para comer, o simplemente para vender a un precio ridículo en la calle que le permitiera conseguir algo de dinero. Finalmente, con 19 años, se da cuenta que con ese tipo de robos no conseguiría nada y, tras unos meses sin querer llamar la atención, decide ir a por todas y realizar su primer robo en la calle. Con una navaja y de noche, sorprende a una chica joven que caminaba por allí e intenta robarle las pertenencias. La chica le entrega el bolso y Thomas comienza a huír. Finalmente escapa y allí sintió por primera vez la adrenalina de cometer un crimen, cosa que lo sintió como placentero. En su segundo intento, unos días después, a Thomas le cambiaría la vida. Tras intentar realizar la misma jugada que la primera, la chica se resiste y Thomas, con tal de concretar su robo, apuñala a la chica e intenta huír con el bolso. Con el forcejeo y los gritos, la gente llamó a la policía y minutos más tarde Thomas sería capturado y acusado no solo por el robo, sino por el apuñalamiento. Sería juzgado con 2 años de prisión. Tuvo suerte que la chica no murió. En esos años dos años, Thomas aprendió del resto de reclusos que la mejor forma de llegar alto y conseguir dinero sería con paciencia y dedicación. Atracar a ciudadanos por la calle para robar el bolso o cartera no le serviría de nada más que para acabar nuevamente en prisión al poco tiempo por cantidades ínfimas de dinero que no valen la pena el riesgo. Aquí, además, conoció sobre las drogas, aunque, sabiamente, decidió no convertirse en todo aquello que odiaba de su padre. Thomas más que nadie sabe que la pérdida del control por estar borracho o drogado no ayuda en absolutamente nada y que, por sobre todas las cosas, él no se convertiría en un yonki de mala muerte. Si bien el único mundo que Thomas conoce es el de la violencia, del alcohol y el crimen menor, con tiempo para pensar mientras estaba encerrado decide que esas tres cualidades juntas le serían contraproducentes. A partir de aquí, intenta formar su primera banda de pequeños delincuentes para que, llegado el momento de la libertad, pudiera comenzar una nueva etapa de ambiciones, a sabiendas de que le sería muy difícil conseguir un trabajo con sus antecedentes. Tras salir de prisión, en esta etapa de su vida, Thomas comienza a centrarse en robos tiendas y a la venta de drogas. No le costó mucho trabajo valerse de un arma de fuego en una tierra donde hay 120 armas por cada 100 habitantes. Así es como, con ayuda de sus amigos para la huída y controlar la zona, comenzó a ver sus primeros beneficios. En 2018 y al cumplir los 22 años, Thomas cree que Evanston es una ciudad en la que ya ha llamado mucho la atención y que no está preparada para crecer criminalmente, cree que le iría mejor y llamaría menos la atención en una ciudad de verdad. Decide recorrer los 19 kilómetros que separan Evanston de Chicago, y mudarse con sus dos amigos a “la Ciudad de los Vientos”. Durante los cuatro años que pasó en Evanston tras la salida de la correccional, Thomas quedó detenido en una oportunidad de la cual salió bajo el pago de una fianza de 6.700 dólares y 6 meses de prisión, aunque domiciliaria por la baja condena y no haber hecho uso de la violencia: posesión de drogas en bajas cantidades. Nunca se comprobó el verdadero motivo de esa posesión, de haber sido por venta le habría caído una buena. Tras un año de trapicheos en Chicago, mientras él era el conductor de un vehículo de huida especialmente preparado en un taller mecánico cercano que estaba atendido por una pareja, sitio que tenía prácticas y una moral cuestionable, Henry y Mike -los famosos amigos de Thomas- son sorprendidos por la policía y caen abatidos en un enfrentamiento del cual Thomas huye. Sabiendo que no puede continuar en Chicago al menos por un tiempo, aunque seguro de que la policía no tiene demasiado para involucrarle directamente ya que era un coche robado y del cual se aseguró no dejar evidencia, decide viajar a la otra punta del país, al estado de San Andreas, para continuar su vida. ESTADO PSICOLÓGICO Y AMBICIONES Thomas ha sido evaluado psicológicamente reiteradas veces, en cada una de las veces que fue detenido. En esas evaluaciones, se puede observar los cambios que ha tenido Miller a lo largo de los años. De ser un niño con violencia y explosividad acumulada a ser un sujeto más calculador pero que puede perder la paciencia rápidamente. Si bien tiene experiencia en el uso de las armas de fuego, a día de hoy no ha cometido ningún homicidio. Conoce la diferencia entre el homicidio y el hacerlo sin violencia. No es tonto y conoce las ventajas y consecuencias de realizar determinada acción. No cree en la reinserción, cree que con la vida que ha tenido no tiene otra alternativa a hacer una vida no aceptada por la sociedad. En líneas generales, Thomas vela por su propio cuello. Con los abandonos que ha sufrido no es una persona que se ate afectivamente a la gente, no tiene moralidad en ese aspecto. Si lo que hace le da rédito, ahí estará él. Desconfiado por naturaleza y siempre tendrá la traición en mente como la primera opción ante una desconfianza. No cree en la verdadera familia, para él son sólo gente con la cual el destino te vinculó pero que, tarde o temprano, desaparecen de tu vida. A Thomas se le puede catalogar como una persona con un cierto nivel de impotencia acumulada que prefiere mantener oculta, con inmoralidad y miedo a mantener relaciones cercanas con la gente, no está preparado para mantener una relación seria, y que intentará mantenerse socialmente cerca de la gente que él cree que le puede aportar algo en su vida para conseguir sus objetivos. A día de hoy, si bien mantiene un odio profundo para con su padre y su madre, aún continúa en búsqueda de su madre para saber los reales motivos de su alejamiento cuando él era un recién nacido, o simplemente para saber si aún sigue viva. Su miedo más grande es a quedarse realmente solo. Con los años ha aprendido que solo no se consigue nada. Aún busca la aprobación de su padre. Si bien es una persona independiente y que puede valerse de sí misma no puede aceptar que algo le salga mal. No reconoce a la autoridad, puesto que es una figura que nunca ha tenido presente. No le importa mentir si eso le da tiempo o beneficio. Lo mismo con el decir la verdad, para él no hay diferencia. Thomas intentará ser, desde las sombras, alguien grande. Su meta más grande en la vida es demostrarle a su padre todo lo que ha conseguido sin su presencia. No quiere ser reconocido públicamente, de hecho, odia ser llamado por su nombre completo o que le conozcan por el apellido, ya que le recuerda a su padre. “Tom” para él está bien. Su sueño es tener gente trabajando para él y que haga el trabajo sucio. No le importa mancharse con las cosas del trabajo, si eso será para un bien mayor futuro, aunque prefiere no hacerlo.