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OscarG

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    Tyrese Rogers

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  1. aqui su enlace del foro por si hay alguna duda https://despistaos.es/profile/25033-lxpezz/
  2. Nombre y Apellido que vayas a usar ingame : Marshall DLow Edad y fecha de nacimiento (REAL):10/02/1998 Experiencia previa en roleplay:he roleado durante unos meses en La Frontera RP y llevo un largo tiempo viendo directos de despis Historia: Marshall Dlow Nacio un 10/02/1998 y no se sabe la procedencia de su nacimiento tampoco se sabe ni el nombre ni la procedencia de los padres biológicos de Marshall Dlow, lo abandonaron cuando era un recién nacido. Sus padres adoptivos, Janna Winter y Leo Dlow, lo adoptaron a los pocos meses de morir su propio hijo tras un parto complicado. Son una pareja de mediana edad que vive en Honolulu, ella es una de las mejores cirujanas de la isla y él es carpintero. Marshall era un chico cariñoso, alegre y bastante atento. En el colegio era bastante aplicado y siempre sacaba buenas notas. Pero en casa no iba todo bien, ya que a su madre le habían diagnosticado una rara enfermedad que no tenía cura, aunque su tasa de mortalidad era baja, nunca sabían cuándo sería la última vez que la verían, él no sabía nada de eso. Todo cambió a los 13 años, su madre seguía viva, pero al entrar en el primer curso de instituto Marshall no conocía a nadie, no coincidió con ninguno de sus amigos del colegio. Todo era nuevo: profesores, compañeros y una manera nueva de ver la vida. Los primeros meses fueron bien, pero no se sentía aceptado porque era el único chico de color en toda la clase y todos lo dejaban de lado por ser diferente. Hasta que un día llegó un chico europeo llamado Frank y desde el primer momento congeniaron muy bien. Los demás les miraban extrañados porque nunca habían hablado con él y siempre le trataban mal. Un día, a la salida del colegio, volviendo a casa, unos matones que siempre se metían con él lo acorralaron a él y a Frank y les dieron una paliza. A Frank le partieron un brazo y Marshall sufrió un gran golpe en la cabeza. Desde ese mismo día todo cambió en la vida del inocente Marshall. Cuando se levantó en el hospital no recordaba nada de lo que había pasado. Al pasar unas semanas y darle el alta, volvió al instituto pero su amigo Frank ya no estaba. Jamás lo volvió a ver, ni volvió a saber de él. El joven Marshall cayó en una depresión, aunque no sería el único de sus problemas de ahora en adelante. Conoció a un grupo de chicos de la calle y eso conllevó que empezase a salir y a llegar tarde a casa y faltase a clase. Se volvió bastante rebelde. Con sus nuevos amigos empezó a robar a la gente de la calle, a fumar sustancias ilegales y a meterse en problemas que no le llevarían por buen camino. Sus notas bajaron y ya no era aquel niño de años atrás, tan inocente y buena persona. Se había convertido en alguien frío y calculador, lleno de inseguridades y que desconfiaba de todo el mundo por todo el daño que le habían hecho. Encontró refugio a todo lo que le rodeaba en las drogas y en los robos. Sus problemas se iban haciendo cada vez mayores, estaba más enganchado a la droga y, con el mal rollo que había en casa, no se daba cuenta del daño que hacía en su casa. Un día, rebuscando dinero por casa, encontró unos papeles que decían que era adoptado y que no se sabía nada de sus padres biológicos. Marshall se fue furioso a hablar con sus padres y ellos le contaron todo lo que pasó, que lo habían adoptado tras la muerte de un hijo que esperaba la pareja. Cogió un cabreo monumental y empezó a romper muebles y a amenazar a sus padres. Les recriminó que se lo hubieran ocultado tantos años, ellos no supieron responder porqué y Marshall se fue corriendo de la casa, sin decir nada. Por la noche intentó robar a una persona pero no le salió del todo bien, porque resultó ser un policía, y lo detuvieron. A la mañana siguiente, mientras seguía en el calabozo, llamaron del hospital: su madre había fallecido por un ataque al corazón. Marshall se derrumbó y empezó a llorar. Cuando salió del calabozo se fue a su sitio favorito de la isla, el observatorio, y allí se puso a recordar a su madre. Pensó que fue todo había sido por su culpa y se martirizó durante mucho tiempo. El tiempo transcurría y cada vez estaba peor de su depresión, se había quedado solo con su padre, que estaba siempre trabajando, así que lo único que hacía era robar y estar en la calle sin un rumbo en su vida. Dos años después de la muerte de su madre él ya tenía 16 años, estaba solo en la vida con su padre, después de tanto tiempo sus amigos de la calle estaban muertos o en la cárcel ya que la mayorìa de sus amigos eran mayores de edad , se dio cuenta de que no podía seguir con esa vida y quiso salir de ella pero ya era demasiado tarde, estaba metido en mucha mierda. Un día lo cogieron unos encapuchados y se lo llevaron, le dijeron que no podía huir de su pasado y que ahora trabajaba para ellos. Se puso a vender drogas en los barrios bajos de Honolulu se hizo una fama como camello, pero las bandas enemigas sabían qué es lo que hacía, lo pillaban muchas veces y le pegaban palizas para que aprendiese que no podía estar por ahí. Todo eso le hizo más fuerte y no tener piedad. Seguían pasando los meses y un día le pidieron un encargo, debía matar a uno de los cabecillas de la banda rival. Como nunca había matado a nadie, se drogó para no enterarse de cómo lo hacía, hizo el trabajo y volvió a su casa. No recordaba bien lo que hizo ni a quien mató pero avisó a sus superiores y le dieron el okei. De pronto llamaron a la puerta, era la policía, habían encontrado a su padre muerto no muy lejos de su casa con un tiro en el pecho y otro en la cabeza. Otra vez se quedó solo, solo tenía a su pandilla. Quería venganza sobre lo de su padre, no sabía cómo a una persona tan buena le habían arrebatado la vida porque sí. Marshall tuvo que dejar la casa en la que vivía por miedo de que fueran a por él y se fue a vivir con la gente de su pandilla. Se convirtió en uno de los mejores camellos de la ciudad ya que nunca le pillaron, por su actitud de cercanía y buena persona, aunque fuese el más calculador y frio de todo ese lugar, se hacia el inocente. Cuando cumplió la mayoría de edad, había cambiado mucho respecto a la persona que era 7 años atrás. Se había convertido en uno de los cabecillas de su banda, siempre daba todo por la gente de su alrededor y todos le admiraban por su valentía y su capacidad de desenvolverse en las situaciones difíciles. Aparte era uno de los más antiguos de la banda y sin antecedentes, aunque muchos sabían quién era pero no lo que hacía. Un día le llamaron para hacer el encargo más grande que iban a tener en su vida, si lo lograban serían ricos, podría retirarse. Tenían que conseguir que entrase un cargamento de 5 toneladas de cocaína en la isla. Todo parecía perfecto, lo tenían todo bien planeado, no podía salir nada mal. Dos meses después, la noche del encargo, Marshall fue con su pandilla, pero resultó ser todo una trampa de la policía. Cuando llegaron les esperaba allí el FBI, la guardia costera y la policía local de Honolulu. Marshall había sido traicionado por los suyos, se lo querían quitar del medio. La policía era corrupta y él no se había percatado de eso. Aunque no tenía antecedentes, lo juzgaron y lo mandaron 4 años a prisión. Su estancia en la cárcel no fue fácil, había muchas personas de otras bandas que le conocían. Un día, en el patio, unos tipos se acercaron y hablaron con él. Le dijeron que sabían lo que había hecho años atrás, pero él se quedó anonadado porque no sabía de qué hablaban. Hasta que le explicaron que conocían a Leo Dlow, su padre, era el cabecilla de una de las bandas rivales y él lo mato. Los tipos le contaron cómo habían visto que mataba a su padre. Él no los creyó, hasta que escucho una voz conocida, era su amigo Frank. Él también estaba allí metido y le contó que le metieron en la cárcel por el asesinato del padre de Marshall, le habían echado las culpas. Le dijo que pertenecía a una de las bandas rivales y que ese día tenía el mismo encargo, pero Marshall se adelantó y pillaron a Frank en el lugar de los hechos. Marshall se quedó atónito al escuchar que había sido él quien había matado a su propio padre y no podía creer que también estuviera metido en eso. Frank y Marshall volvieron a llevarse bien, ya que había sido la única persona en la que pudo confiar de pequeño, y hablaron de empezar una vida nueva juntos, los dos alejados de toda esa mierda que les rodeaba, aunque debían pasar todavía 2 años para salir de esa cárcel. Marshall empezó a cambiar su forma de ser, a ser más confiado y amable con la gente, también aprendió varios oficios, como cocinero y mecánico, dejó de consumir drogas y se reinsertó en la sociedad. Cumplieron la condena y salieron los dos, pero todo había cambiado en su barrio, ya nadie le quería allí. Entonces cogió sus cosas y se marchó con Frank. Al pasar los meses su banda se enteró de con quien estaba y fueron a por ellos. Se tuvieron que esconder varios meses y decidieron abandonar la isla y poner rumbo a Los Santos. Aspiraciones: Empezar una nueva vida desde 0. Conseguir una familia y un trabajo digno y vivir tranquilo. Miedos: Sentirse traicionado por la gente en la que confía y sentirse solo, fracasar en las cosas que se proponga. Personalidad: Bastante sincero y dice las cosas a la cara, cueste lo que cueste, sin miedo a represalias. Si ve alguna injusticia intenta solucionarlo como sea, tampoco le gusta la hipocresía , es bastante cercano con la gente que se gana su confianza aunque , no lo sienta algunas veces aparenta algo que no es para conseguir su objetivo
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