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  1. Nombre y Apellido que vayas a usar ingame: Rogelio García Pérez Edad y fecha de nacimiento (REAL): 25/01/2000 Experiencia previa en roleplay: Llevo jugando 2 años a roleplay, estube en varias plataformas como rage. Historia completa de tu personaje (cómo lo interpretarás, procedencia, qué pretende ser, aspiraciones, miedos etc...): Rogelio García Pérez, más conocido como "FollaCabras" , nació en San Pedro de Trones, Galicia. Pertenecía a una familia de clase baja, granjeros y ganaderos con lo que tenían lo suficiente para vivir. Eran una familia de tres: Flora García, la madre, siempre había querido tener una niña pero los problemas ocasionados en el nacimiento de Rogelio la dejaron estéril y con su sueño frustrado. Es ama de casa y ayuda alimentando a los animales. Con carácter fuerte, tan fuerte que consiguió poner su apellido primero a Rogelio. Iginio Pérez, el padre, como padre de familia siempre lo ha dado todo para cuidar de ella, su personalidad es fuerte para los demás pero no para su familia, haría cualquier cosa por ellos. Rogelio García Pérez, el hijo, nadie podría decir que no es hijo de Flora e Iginio, tiene la personalidad de los dos juntos, la idea de Iginio de familia y de protegerlos siempre cueste lo que cueste y el carácter fuerte de Flora no dejándose amedrentar por nada ni nadie. Sólo tiene dos debilidades, quedarse sólo sin familia ni nadie a su alrededor y los abejorros, odia a los abejorros, con 8 años pisó uno y este le clavó su aguijón desde entonces les tiene pánico. A pesar de ser una familia humilde en sus inicios el negocio familiar iba bastante bien, la familia de Rogelio era bastante querida en el pueblo, abastecía con su ganado y mercancías a este. Todo el mundo los conocía lo que hacía que Rogelio tuviese muchos amigos con los que pasar las tardes en las praderas. Peor había una persona por encima de todos los amigos para Rogelio, este era su primo Segismundo, de edades similares casi se criaron juntos. Toda la calma y la vida feliz que Rogelio conocía cambió un fatídico día cuando Rogelio tenía 10 años, este estaba jugando con un mechero cerca del pajar de las ovejas, se acercó un abejorro tan grande como un pulgar, Rogelio se puso blanco, sintió pánico y agitó las manos tan fuerte que el mechero (de gasolina) se le escapó de las manos, en un momento todo empezó a arder. Asustado salió corriendo y cerró tras de sí la puerta del pajar. Era un chico joven e ingenuo y pensó que ignorando el fuego este se apagaría por sí sólo, obviamente no fue así, todo empezó a arder mientras dentro se encontraba casi todo el rebaño de la familia un total de 15 ovejas y 12 cabras. Rogelio pudo escuchar los gemidos horribles de los animales mientras se quemaban dentro, es algo que jamás olvidará y que por muchos años que pasen siempre lo atormenta en sueños. Desde ese fatídico momento ya no tenían casi rebaño y el negocio que daba el dinero justo a toda la familia se fue a pique. Aun habiendo pasado este incidente, los padres de Rogelio lo querían mucho, eran una familia muy unida desde que nació, siempre había sido un hijo muy querido. Toda esta historia salió en los periódicos tanto del pueblo como del condado. Como en cualquier historia trágica siempre hay alguien que intenta sacar provecho y en esta no iba a ser menos en este caso fue un “empresario” de dudosa reputación. Este se acercó a su familia una semana después del incidente, era un hombre moreno con una cicatriz en la cara, Rogelio recuerda que entró en la casa habló con su padre y se fue, sus padres se encerraron en la cocina tras esto y desde entonces nada fue lo mismo, se acabaron las ovejas y las cabras, ahora su padre estaba mucho tiempo fuera de casa viajando y su madre estaba casi siempre triste. Cada vez que Flora veía entrar a Iginio por la puerta de la casa se le iluminaba la cara. Rogelio no sabía cuál era el trabajo de su padre pero pensaba tenía que ser muy importante si viajaba tanto. Rogelio no se perdonaba el incidente del Pajar, mientras cursaba sus estudios en la ESO forjó una personalidad inquebrantable, estaba decidido a ayudar a reconstruir la vida que él arrebató a su familia. Se dedicó en cuerpo y alma a sus estudios para acabarlos lo antes posible y así poder trabajar y ayudar a su familia. Además ayudaba ser una persona alegre y dicharachera, lo que le hacía tener muchos amigos dentro de la escuela, aunque su mejor amigo siempre era Segismundo, su primo. Por aquel entonces Rogelio ya tenía el mote de “Follacabras”, él no lo entendía porque también había quemado ovejas y además las había quemado no se las había “follado” pero para sus amigos eso no importaba. Con los años la personalidad de Rogelio se hacía más y más fuerte, era una de las personalidades dominantes en su colegio con su primo Segismundo. Ni que decir tiene que los profesores querían que pasase de curso rápido y quitárselo de encima lo antes posible. A los 16 años Rogelio ya se olía que este trabajo de su padre no era muy normal con lo que cada vez que lo veía le preguntaba, le decía que ya había terminado la ESO y que quería trabajar con él para ganar más dinero para la familia. Un día antes de que su padre se fuera otra vez de viaje este se llevó a Rogelio con él, le presentó al señor de la cicatriz, este se presentó como “El Viajero” y le explicó lo que hacían. Su padre trabajaba como mula para él cargando droga desde Sur América hasta Galicia, le ofreció participar vendiendo el producto en la calle, pero claro siendo un simple camello. Rogelio es una persona inteligente y perspicaz además de bastante graciosa, su madre siempre le decía que tenía que ser humorista de mayor, pero claro su vestimenta no ayudaba mucho, os acordáis de los trajes de cuadros de Doña Rogelia? Pues parecidos siempre con suéteres de rombos o cuadros de colores. Pese a todo se le daba bien vender, conocía a todo el pueblo pero vendía en los alrededores también, incluso en la ciudad en la que era bastante conocido entre los adictos. En la ciudad fue donde conoció a Paqui, a la entrada de una discoteca, ella no era la más inteligente pero si la más guapa a ojos de Rogelio. Mientras vendía siempre iba con Segismundo y si había que pegar algunos martillazos el los daba, todo el mundo sabe que los adictos no siempre pagan a tiempo. El “FollaCabras” se había hecho un nombre y ganaba el dinero que tanto necesitaba su familia. A los 20 años quiso saldar esta deuda que lo consumía por dentro, veía a su padre muy cansado psicológicamente tanto a él como a su madre, necesitaba volverlos a ver como hacía 10 años. Decidió hablar con “El Viajero”. Pretendía que este dejase de contar con su padre para los negocios. Este aceptó pero con una condición, que Rogelio se fuese a Los Ángeles, allí se cobraba bastante mejor pero las leyes eran mucho más duras. Rogelio sin pensárselo aceptó, les dio la noticia a sus padres y les dio dinero para reconstruir el Pajar además de comprarles unas ovejas y unas cabras. Sus padres estaban muy orgullosos de su hijo y muy felices de poder volver a su vida de granjeros y ganaderos pero a su vez tristes por su marcha. Rogelio partió hacia Los Ángeles con su novia Paqui una chica de pueblo como él, los dos estaban entusiasmados de viajar a los grandiosos Estados Unidos de américa. Pero como dijimos antes siempre hay gente que se aprovecha de los más débiles y en el caso de Rogelio no iba a ser menos, trabajaba con la droga, sí, pero en realidad transportaba esta en camiones de basura, con lo que su trabajo en realidad era basurero, un basurero de la droga pero al fin y al cabo un basurero. Le costó aprender inglés pero con esfuerzo y la ayuda de su compañero de conducción basurero lo hizo, le llamaban “El Mexicano”, pronto se convirtió en su mejor amigo. Pero pronto se torcieron las cosas, Paqui además de no aprender inglés, siempre andaba fuera de casa, la muy oportunista además de vivir de él le puso los cuernos su mejor amigo, ”El Mexicano”, su único amigo en la ciudad, Rogelio se sintió sólo por primera vez en su vida. Cambió de conductor y no volvió a ver a Paqui ni a su mejor amigo nunca más. Estuvo durante dos años enteros en depresión a causa de la monotonía del trabajo y de su infructuosa relación amorosa con Paqui. Necesitaba a alguien en su vida, lo encontró en su primo Segismundo, se llamaban siempre que podían se convirtieron en inseparables. Por fin su miedo a quedarse sólo desapareció al igual que su depresión, pero aún le quedan dos miedos a sus 22 años, miedo a que le abandonen, y continua teniéndole miedo a los abejorros. Rogelio se encontraba solo en Los Ángeles necesitaba un nuevo impulso algo que de verdad lo llevase al siguiente nivel de su vida, no quería quedarse estancado en su actual vida ni ser granjero como toda su familia. Quería vivir la vida con su primo, formar una familia y tener dinero suficiente para comprarse una casa con jardín y su propia piscina, era su sueño. Un día vio en la televisión un reportaje de callejeros viajeros sobre la ciudad de Los Santos, esta le fascinó, era una ciudad muy parecida a Los Ángeles pero mejor mucho mejor! O al menos eso pensó Rogelio, llamó a su primo Segismundo, juntos querían conquistar la ciudad que todo el mundo los conociera y al fin comprarse una casa con piscina además encontrar una buena mujer para cada uno y formar una familia. Cogió las maletas, lo dejó todo y puso destino a Los Santos.
  2. Rogelio García Pérez, más conocido como "FollaCabras" , nació en San Pedro de Trones, Galicia. Pertenecía a una familia de clase baja, granjeros y ganaderos con lo que tenían lo suficiente para vivir. Eran una familia de tres: Flora García, la madre, siempre había querido tener una niña pero los problemas ocasionados en el nacimiento de Rogelio la dejaron estéril y con su sueño frustrado. Es ama de casa y ayuda alimentando a los animales. Con carácter fuerte, tan fuerte que consiguió poner su apellido primero a Rogelio. Iginio Pérez, el padre, como padre de familia siempre lo ha dado todo para cuidar de ella, su personalidad es fuerte para los demás pero no para su familia, haría cualquier cosa por ellos. Rogelio García Pérez, el hijo, nadie podría decir que no es hijo de Flora e Iginio, tiene la personalidad de los dos juntos, la idea de Iginio de familia y de protegerlos siempre cueste lo que cueste y el carácter fuerte de Flora no dejándose amedrentar por nada ni nadie. Sólo tiene dos debilidades, quedarse sólo sin familia ni nadie a su alrededor y los abejorros, odia a los abejorros, con 8 años pisó uno y este le clavó su aguijón desde entonces les tiene pánico. A pesar de ser una familia humilde en sus inicios el negocio familiar iba bastante bien, la familia de Rogelio era bastante querida en el pueblo, abastecía con su ganado y mercancías a este. Todo el mundo los conocía lo que hacía que Rogelio tuviese muchos amigos con los que pasar las tardes en las praderas. Peor había una persona por encima de todos los amigos para Rogelio, este era su primo Segismundo, de edades similares casi se criaron juntos. Toda la calma y la vida feliz que Rogelio conocía cambió un fatídico día cuando Rogelio tenía 10 años, este estaba jugando con un mechero cerca del pajar de las ovejas, se acercó un abejorro tan grande como un pulgar, Rogelio se puso blanco, sintió pánico y agitó las manos tan fuerte que el mechero (de gasolina) se le escapó de las manos, en un momento todo empezó a arder. Asustado salió corriendo y cerró tras de sí la puerta del pajar. Era un chico joven e ingenuo y pensó que ignorando el fuego este se apagaría por sí sólo, obviamente no fue así, todo empezó a arder mientras dentro se encontraba casi todo el rebaño de la familia un total de 15 ovejas y 12 cabras. Rogelio pudo escuchar los gemidos horribles de los animales mientras se quemaban dentro, es algo que jamás olvidará y que por muchos años que pasen siempre lo atormenta en sueños. Desde ese fatídico momento ya no tenían casi rebaño y el negocio que daba el dinero justo a toda la familia se fue a pique. Aun habiendo pasado este incidente, los padres de Rogelio lo querían mucho, eran una familia muy unida desde que nació, siempre había sido un hijo muy querido. Toda esta historia salió en los periódicos tanto del pueblo como del condado. Como en cualquier historia trágica siempre hay alguien que intenta sacar provecho y en esta no iba a ser menos en este caso fue un “empresario” de dudosa reputación. Este se acercó a su familia una semana después del incidente, era un hombre moreno con una cicatriz en la cara, Rogelio recuerda que entró en la casa habló con su padre y se fue, sus padres se encerraron en la cocina tras esto y desde entonces nada fue lo mismo, se acabaron las ovejas y las cabras, ahora su padre estaba mucho tiempo fuera de casa viajando y su madre estaba casi siempre triste. Cada vez que Flora veía entrar a Iginio por la puerta de la casa se le iluminaba la cara. Rogelio no sabía cuál era el trabajo de su padre pero pensaba tenía que ser muy importante si viajaba tanto. Rogelio no se perdonaba el incidente del Pajar, mientras cursaba sus estudios en la ESO forjó una personalidad inquebrantable, estaba decidido a ayudar a reconstruir la vida que él arrebató a su familia. Se dedicó en cuerpo y alma a sus estudios para acabarlos lo antes posible y así poder trabajar y ayudar a su familia. Además ayudaba ser una persona alegre y dicharachera, lo que le hacía tener muchos amigos dentro de la escuela, aunque su mejor amigo siempre era Segismundo, su primo. Por aquel entonces Rogelio ya tenía el mote de “Follacabras”, él no lo entendía porque también había quemado ovejas y además las había quemado no se las había “follado” pero para sus amigos eso no importaba. Con los años la personalidad de Rogelio se hacía más y más fuerte, era una de las personalidades dominantes en su colegio con su primo Segismundo. Ni que decir tiene que los profesores querían que pasase de curso rápido y quitárselo de encima lo antes posible. A los 16 años Rogelio ya se olía que este trabajo de su padre no era muy normal con lo que cada vez que lo veía le preguntaba, le decía que ya había terminado la ESO y que quería trabajar con él para ganar más dinero para la familia. Un día antes de que su padre se fuera otra vez de viaje este se llevó a Rogelio con él, le presentó al señor de la cicatriz, este se presentó como “El Viajero” y le explicó lo que hacían. Su padre trabajaba como mula para él cargando droga desde Sur América hasta Galicia, le ofreció participar vendiendo el producto en la calle, pero claro siendo un simple camello. Rogelio es una persona inteligente y perspicaz además de bastante graciosa, su madre siempre le decía que tenía que ser humorista de mayor, pero claro su vestimenta no ayudaba mucho, os acordáis de los trajes de cuadros de Doña Rogelia? Pues parecidos siempre con suéteres de rombos o cuadros de colores. Pese a todo se le daba bien vender, conocía a todo el pueblo pero vendía en los alrededores también, incluso en la ciudad en la que era bastante conocido entre los adictos. En la ciudad fue donde conoció a Paqui, a la entrada de una discoteca, ella no era la más inteligente pero si la más guapa a ojos de Rogelio. Mientras vendía siempre iba con Segismundo y si había que pegar algunos martillazos el los daba, todo el mundo sabe que los adictos no siempre pagan a tiempo. El “FollaCabras” se había hecho un nombre y ganaba el dinero que tanto necesitaba su familia. A los 20 años quiso saldar esta deuda que lo consumía por dentro, veía a su padre muy cansado psicológicamente tanto a él como a su madre, necesitaba volverlos a ver como hacía 10 años. Decidió hablar con “El Viajero”. Pretendía que este dejase de contar con su padre para los negocios. Este aceptó pero con una condición, que Rogelio se fuese a Los Ángeles, allí se cobraba bastante mejor pero las leyes eran mucho más duras. Rogelio sin pensárselo aceptó, les dio la noticia a sus padres y les dio dinero para reconstruir el Pajar además de comprarles unas ovejas y unas cabras. Sus padres estaban muy orgullosos de su hijo y muy felices de poder volver a su vida de granjeros y ganaderos pero a su vez tristes por su marcha. Rogelio partió hacia Los Ángeles con su novia Paqui una chica de pueblo como él, los dos estaban entusiasmados de viajar a los grandiosos Estados Unidos de américa. Pero como dijimos antes siempre hay gente que se aprovecha de los más débiles y en el caso de Rogelio no iba a ser menos, trabajaba con la droga, sí, pero en realidad transportaba esta en camiones de basura, con lo que su trabajo en realidad era basurero, un basurero de la droga pero al fin y al cabo un basurero. Le costó aprender inglés pero con esfuerzo y la ayuda de su compañero de conducción basurero lo hizo, le llamaban “El Mexicano”, pronto se convirtió en su mejor amigo. Pero pronto se torcieron las cosas, Paqui además de no aprender inglés, siempre andaba fuera de casa, la muy oportunista además de vivir de él le puso los cuernos su mejor amigo, ”El Mexicano”, su único amigo en la ciudad, Rogelio se sintió sólo por primera vez en su vida. Cambió de conductor y no volvió a ver a Paqui ni a su mejor amigo nunca más. Estuvo durante dos años enteros en depresión a causa de la monotonía del trabajo y de su infructuosa relación amorosa con Paqui. Necesitaba a alguien en su vida, lo encontró en su primo Segismundo, se llamaban siempre que podían se convirtieron en inseparables. Por fin su miedo a quedarse sólo desapareció al igual que su depresión, pero aún le quedan dos miedos a sus 22 años, miedo a que le abandonen, y continua teniéndole miedo a los abejorros. Rogelio se encontraba solo en Los Ángeles necesitaba un nuevo impulso algo que de verdad lo llevase al siguiente nivel de su vida, no quería quedarse estancado en su actual vida ni ser granjero como toda su familia. Quería vivir la vida con su primo, formar una familia y tener dinero suficiente para comprarse una casa con jardín y su propia piscina, era su sueño. Un día vio en la televisión un reportaje de callejeros viajeros sobre la ciudad de Los Santos, esta le fascinó, era una ciudad muy parecida a Los Ángeles pero mejor mucho mejor! O al menos eso pensó Rogelio, llamó a su primo Segismundo, juntos querían conquistar la ciudad que todo el mundo los conociera y al fin comprarse una casa con piscina además encontrar una buena mujer para cada uno y formar una familia. Cogió las maletas, lo dejó todo y puso destino a Los Santos.
  3. Rogelio García Pérez, más conocido como "FollaCabras" , nació en San Pedro de Trones, Galicia. Pertenecía a una familia de clase baja, granjeros y ganaderos con lo que tenían lo suficiente para vivir. Eran una familia de tres: Flora García, la madre, siempre había querido tener una niña pero los problemas ocasionados en el nacimiento de Rogelio la dejaron estéril y con su sueño frustrado. Es ama de casa y ayuda alimentando a los animales. Con carácter fuerte, tan fuerte que consiguió poner su apellido primero a Rogelio. Iginio Pérez, el padre, como padre de familia siempre lo ha dado todo para cuidar de ella, su personalidad es fuerte para los demás pero no para su familia, haría cualquier cosa por ellos. Rogelio García Pérez, el hijo, nadie podría decir que no es hijo de Flora e Iginio, tiene la personalidad de los dos juntos, la idea de Iginio de familia y de protegerlos siempre cueste lo que cueste y el carácter fuerte de Flora no dejándose amedrentar por nada ni nadie. Sólo tiene dos debilidades, quedarse sólo sin familia ni nadie a su alrededor y los abejorros, odia a los abejorros, con 8 años pisó uno y este le clavó su aguijón desde entonces les tiene pánico. A pesar de ser una familia humilde en sus inicios el negocio familiar iba bastante bien, la familia de Rogelio era bastante querida en el pueblo, abastecía con su ganado y mercancías a este. Todo el mundo los conocía lo que hacía que Rogelio tuviese muchos amigos con los que pasar las tardes en las praderas. Peor había una persona por encima de todos los amigos para Rogelio, este era su primo Segismundo, de edades similares casi se criaron juntos. Toda la calma y la vida feliz que Rogelio conocía cambió un fatídico día cuando Rogelio tenía 10 años, este estaba jugando con un mechero cerca del pajar de las ovejas, se acercó un abejorro tan grande como un pulgar, Rogelio se puso blanco, sintió pánico y agitó las manos tan fuerte que el mechero (de gasolina) se le escapó de las manos, en un momento todo empezó a arder. Asustado salió corriendo y cerró tras de sí la puerta del pajar. Era un chico joven e ingenuo y pensó que ignorando el fuego este se apagaría por sí sólo, obviamente no fue así, todo empezó a arder mientras dentro se encontraba casi todo el rebaño de la familia un total de 15 ovejas y 12 cabras. Rogelio pudo escuchar los gemidos horribles de los animales mientras se quemaban dentro, es algo que jamás olvidará y que por muchos años que pasen siempre lo atormenta en sueños. Desde ese fatídico momento ya no tenían casi rebaño y el negocio que daba el dinero justo a toda la familia se fue a pique. Toda esta historia salió en los periódicos tanto del pueblo como del condado. Como en cualquier historia trágica siempre hay alguien que intenta sacar provecho y en esta no iba a ser menos en este caso fue un “empresario” de dudosa reputación. Este se acercó a su familia una semana después del incidente, era un hombre moreno con una cicatriz en la cara, Rogelio recuerda que entró en la casa habló con su padre y se fue, sus padres se encerraron en la cocina tras esto y desde entonces nada fue lo mismo, se acabaron las ovejas y las cabras, ahora su padre estaba mucho tiempo fuera de casa viajando y su madre estaba casi siempre triste. Cada vez que Flora veía entrar a Iginio por la puerta de la casa se le iluminaba la cara. Rogelio no sabía cuál era el trabajo de su padre pero pensaba tenía que ser muy importante si viajaba tanto. Rogelio no se perdonaba el incidente del Pajar, mientras cursaba sus estudios en la ESO forjó una personalidad inquebrantable, estaba decidido a ayudar a reconstruir la vida que él arrebató a su familia. Se dedicó en cuerpo y alma a sus estudios para acabarlos lo antes posible y así poder trabajar y ayudar a su familia. Por aquel entonces Rogelio ya tenía el mote de “Follacabras”, él no lo entendía porque también había quemado ovejas y además las había quemado no se las había “follado” pero para sus amigos eso no importaba. Con los años la personalidad de Rogelio se hacía más y más fuerte, era una de las personalidades dominantes en su colegio con su primo Segismundo. Ni que decir tiene que los profesores querían que pasase de curso rápido y quitárselo de encima lo antes posible. A los 16 años Rogelio ya se olía que este trabajo de su padre no era muy normal con lo que cada vez que lo veía le preguntaba, le decía que ya había terminado la ESO y que quería trabajar con él para ganar más dinero para la familia. Un día antes de que su padre se fuera otra vez de viaje este se llevó a Rogelio con él, le presentó al señor de la cicatriz, este se presentó como “El Viajero” y le explicó lo que hacían. Su padre trabajaba como mula para él cargando droga desde Sur América hasta Galicia, le ofreció participar vendiendo el producto en la calle, pero claro siendo un simple camello. Rogelio es una persona inteligente y perspicaz además de bastante graciosa, su madre siempre le decía que tenía que ser humorista de mayor, pero claro su vestimenta no ayudaba mucho, os acordáis de los trajes de cuadros de Doña Rogelia? Pues parecidos siempre con suéteres de rombos o cuadros de colores. Pese a todo se le daba bien vender, conocía a todo el pueblo pero vendía en los alrededores también, incluso en la ciudad en la que era bastante conocido entre los adictos. Siempre iba con Segismundo y si había que pegar algunos martillazos el los daba, todo el mundo sabe que los adictos no siempre pagan a tiempo. El “FollaCabras” se había hecho un nombre y ganaba el dinero que tanto necesitaba su familia. A los 20 años quiso saldar esta deuda que lo consumía por dentro, veía a su padre muy cansado psicológicamente tanto a él como a su madre, necesitaba volverlos a ver como hacía 10 años. Decidió hablar con “El Viajero”. Pretendía que este dejase de contar con su padre para los negocios. Este aceptó pero con una condición, que Rogelio se fuese a Los Ángeles, allí se cobraba bastante mejor pero las leyes eran mucho más duras. Rogelio sin pensárselo aceptó, les dio la noticia a sus padres y les dio dinero para reconstruir el Pajar además de comprarles unas ovejas y unas cabras. Sus padres estaban muy orgullosos de su hijo y muy felices de poder volver a su vida de granjeros y ganaderos pero a su vez tristes por su marcha. Rogelio partió hacia Los Ángeles con su novia Paqui una chica de pueblo como él, los dos estaban entusiasmados de viajar a los grandiosos Estados Unidos de américa. Pero como dijimos antes siempre hay gente que se aprovecha de los más débiles y en el caso de Rogelio no iba a ser menos, trabajaba con la droga, sí, pero en realidad transportaba esta en camiones de basura, con lo que su trabajo en realidad era basurero, un basurero de la droga pero al fin y al cabo un basurero. Le costó aprender inglés pero con esfuerzo lo hizo, la que no lo hizo fue Paqui, la muy oportunista además de vivir de él le puso los cuernos su mejor amigo, un Mexicano, su único amigo en la ciudad, Rogelio se sintió sólo por primera vez en su vida. Estuvo durante dos años enteros en depresión a causa de la monotonía del trabajo y de su infructuosa relación amorosa con Paqui. Necesitaba a alguien en su vida, lo encontró en su primo Segismundo, se llamaban siempre que podían se convirtieron en inseparables. Por fin su miedo a quedarse sólo desapareció al igual que su depresión, pero aún le quedan dos miedos a sus 22 años, miedo a que le abandonen, y continua teniéndole miedo a los abejorros. Rogelio se encontraba solo en Los Ángeles necesitaba un nuevo impulso algo que de verdad lo llevase al siguiente nivel de su vida, no quería quedarse estancado en su actual vida ni ser granjero como toda su familia. Quería vivir la vida con su primo, formar una familia y tener dinero suficiente para comprarse una casa con jardín y su propia piscina, era su sueño. Un día vio en la televisión un reportaje de callejeros viajeros sobre la ciudad de Los Santos, esta le fascinó, era una ciudad muy parecida a Los Ángeles pero mejor mucho mejor! O al menos eso pensó Rogelio, llamó a su primo Segismundo, juntos querían conquistar la ciudad que todo el mundo los conociera y al fin comprarse una casa con piscina además encontrar una buena mujer para cada uno y formar una familia. Cogió las maletas, lo dejó todo y puso destino a Los Santos.
  4. Rogelio García Pérez, más conocido como "FollaCabras" , nació en San Pedro de Trones, Galicia. Pertenecía a una familia de clase baja, granjeros y ganaderos con lo que tenían lo suficiente para vivir. Eran una familia de tres: Flora García, la madre, siempre había querido tener una niña pero los problemas ocasionados en el nacimiento de Rogelio la dejaron estéril y con su sueño frustrado. Es ama de casa y ayuda alimentando a los animales. Con carácter fuerte, tan fuerte que consiguió poner su apellido primero a Rogelio. Iginio Pérez, el padre, como padre de familia siempre lo ha dado todo para cuidar de ella, su personalidad es fuerte para los demás pero no para su familia, haría cualquier cosa por ellos. Rogelio García Pérez, el hijo, nadie podría decir que no es hijo de Flora e Iginio, tiene la personalidad de los dos juntos, la idea de Iginio de familia y de protegerlos siempre cueste lo que cueste y el carácter fuerte de Flora no dejándose amedrentar por nada ni nadie. Sólo tiene dos debilidades, quedarse sólo sin familia ni nadie a su alrededor y los abejorros, odia a los abejorros, con 8 años pisó uno y este le clavó su aguijón desde entonces les tiene pánico. A pesar de ser una familia humilde en sus inicios el negocio familiar iba bastante bien, la familia de Rogelio era bastante querida en el pueblo, abastecía con su ganado y mercancías a este. Todo el mundo los conocía lo que hacía que Rogelio tuviese muchos amigos con los que pasar las tardes en las praderas. Peor había una persona por encima de todos los amigos para Rogelio, este era su primo Segismundo, de edades similares casi se criaron juntos. Toda la calma y la vida feliz que Rogelio conocía cambió un fatídico día cuando Rogelio tenía 10 años, este estaba jugando con un mechero cerca del pajar de las ovejas, se acercó un abejorro tan grande como un pulgar, Rogelio se puso blanco, sintió pánico y agitó las manos tan fuerte que el mechero (de gasolina) se le escapó de las manos, en un momento todo empezó a arder. Asustado salió corriendo y cerró tras de sí la puerta del pajar. Era un chico joven e ingenuo y pensó que ignorando el fuego este se apagaría por sí sólo, obviamente no fue así, todo empezó a arder mientras dentro se encontraba casi todo el rebaño de la familia un total de 15 ovejas y 12 cabras. Rogelio pudo escuchar los gemidos horribles de los animales mientras se quemaban dentro, es algo que jamás olvidará y que por muchos años que pasen siempre lo atormenta en sueños. Desde ese fatídico momento ya no tenían casi rebaño y el negocio que daba el dinero justo a toda la familia se fue a pique. Toda esta historia salió en los periódicos tanto del pueblo como del condado. Como en cualquier historia trágica siempre hay alguien que intenta sacar provecho y en esta no iba a ser menos en este caso fue un “empresario” de dudosa reputación. Este se acercó a su familia una semana después del incidente, era un hombre moreno con una cicatriz en la cara, Rogelio recuerda que entró en la casa habló con su padre y se fue, sus padres se encerraron en la cocina tras esto y desde entonces nada fue lo mismo, se acabaron las ovejas y las cabras, ahora su padre estaba mucho tiempo fuera de casa viajando y su madre estaba casi siempre triste. Cada vez que Flora veía entrar a Iginio por la puerta de la casa se le iluminaba la cara. Rogelio no sabía cuál era el trabajo de su padre pero pensaba tenía que ser muy importante si viajaba tanto. Rogelio no se perdonaba el incidente del Pajar, mientras cursaba sus estudios en la ESO forjó una personalidad inquebrantable, estaba decidido a ayudar a reconstruir la vida que él arrebató a su familia. Se dedicó en cuerpo y alma a sus estudios para acabarlos lo antes posible y así poder trabajar y ayudar a su familia. Por aquel entonces Rogelio ya tenía el mote de “Follacabras”, él no lo entendía porque también había quemado ovejas y además las había quemado no se las había “follado” pero para sus amigos eso no importaba. Con los años la personalidad de Rogelio se hacía más y más fuerte, era una de las personalidades dominantes en su colegio con su primo Segismundo. Ni que decir tiene que los profesores querían que pasase de curso rápido y quitárselo de encima lo antes posible. A los 16 años Rogelio ya se olía que este trabajo de su padre no era muy normal con lo que cada vez que lo veía le preguntaba, le decía que ya había terminado la ESO y que quería trabajar con él para ganar más dinero para la familia. Un día antes de que su padre se fuera otra vez de viaje este se llevó a Rogelio con él, le presentó al señor de la cicatriz, este se presentó como “El Viajero” y le explicó lo que hacían. Su padre trabajaba como mula para él cargando droga desde Sur América hasta Galicia, le ofreció participar vendiendo el producto en la calle, pero claro siendo un simple camello. Rogelio es una persona inteligente y perspicaz además de bastante graciosa, su madre siempre le decía que tenía que ser humorista de mayor, pero claro su vestimenta no ayudaba mucho, os acordáis de los trajes de cuadros de Doña Rogelia? Pues parecidos siempre con suéteres de rombos o cuadros de colores. Pese a todo se le daba bien vender, conocía a todo el pueblo pero vendía en los alrededores también, incluso en la ciudad en la que era bastante conocido entre los adictos. Siempre iba con Segismundo y si había que pegar algunos martillazos el los daba, todo el mundo sabe que los adictos no siempre pagan a tiempo. El “FollaCabras” se había hecho un nombre y ganaba el dinero que tanto necesitaba su familia. A los 20 años quiso saldar esta deuda que lo consumía por dentro, veía a su padre muy cansado psicológicamente tanto a él como a su madre, necesitaba volverlos a ver como hacía 10 años. Decidió hablar con “El Viajero”. Pretendía que este dejase de contar con su padre para los negocios. Este aceptó pero con una condición, que Rogelio se fuese a Los Ángeles, allí se cobraba bastante mejor pero las leyes eran mucho más duras. Rogelio sin pensárselo aceptó, les dio la noticia a sus padres y les dio dinero para reconstruir el Pajar además de comprarles unas ovejas y unas cabras. Sus padres estaban muy orgullosos de su hijo y muy felices de poder volver a su vida de granjeros y ganaderos pero a su vez tristes por su marcha. Rogelio partió hacia Los Ángeles con su novia Paqui una chica de pueblo como él, los dos estaban entusiasmados de viajar a los grandiosos Estados Unidos de américa. Pero como dijimos antes siempre hay gente que se aprovecha de los más débiles y en el caso de Rogelio no iba a ser menos, trabajaba con la droga, sí, pero en realidad transportaba esta en camiones de basura, con lo que su trabajo en realidad era basurero, un basurero de la droga pero al fin y al cabo un basurero. Le costó aprender inglés pero con esfuerzo lo hizo, la que no lo hizo fue Paqui, la muy oportunista además de vivir de él le puso los cuernos su mejor amigo, un Mexicano, su único amigo en la ciudad, Rogelio se sintió sólo por primera vez en su vida. Estuvo durante dos años enteros en depresión a causa de la monotonía del trabajo y de su infructuosa relación amorosa con Paqui. Necesitaba a alguien en su vida, lo encontró en su primo Segismundo, se llamaban siempre que podían se convirtieron en inseparables. Rogelio se encontraba solo en Los Ángeles necesitaba un nuevo impulso algo que de verdad lo llevase al siguiente nivel de su vida, no quería quedarse estancado en su actual vida ni ser granjero como toda su familia. Un día vio en la televisión un reportaje de callejeros viajeros sobre la ciudad de Los Santos, esta le fascinó, era una ciudad muy parecida a Los Ángeles pero mejor mucho mejor! O al menos eso pensó Rogelio, llamó a su primo Segismundo, juntos querían conquistar la ciudad que todo el mundo los conociera y al fin encontrar una buena mujer para cada uno y formar una familia. Cogió las maletas, lo dejó todo y puso destino a Los Santos.
  5. Nombre y Apellido: Manolo Garcia Perez Edad y fecha de nacimiento: 25/01/2000 Experiencia previa en roleplay: Llevo 2 años jugando en verios servidores, y estube tambien en la plataforma de rage. Historia de el personaje: Rogelio García Perez , más conocido como "FollaCabras" , nació en San Pedro de Trones, Galicia, su familia era granjera, como familia ganadera no tenían mucho dinero. Sus padres eran Flora García e Iginio Pérez. El negocio familiar iba bastante bien. La familia de Rogelio era bastante querida en el pueblo ya que abastecía a este de suministros. Un fatídico día cuando Rogelio tenía 10 años, este estaba jugando con un mechero cerca del pajar de las ovejas, se acercó un abejorro tan grande como un pulgar, Rogelio odiaba a los abejorros desde que años atrás le picó uno, sintió pánico y agitó las manos tan fuerte que el mechero (de gasolina) se le escapó de las manos, en un momento todo empezó a arder. Rogelio asustado salió corriendo y cerró tras de si la puerta del pajar. Era un chico joven y como todos creyó que ignorando el fuego este se apagaría, no fue así todo empezó a arder mientras dentro había 15 ovejas y 12 cabras casi todo el rebaño de la familia. Rogelio pudo escuchar los ruidos horribles de los animales mientras se quemaban dentro, es algo que jamás olvidará y que muchos años que pasen siempre lo atormenta en sueños. Desde ese fatídico momento ya no tenían casi rebaño y el negocio que daba el dinero justo a toda la familia se fue a pique. Toda esta historia salió en los periódicos tanto del pueblo como del condado. Como en cualquier historia trágica siempre hay alguien que intenta sacar provecho y en esta no iba a ser menos en este caso fue un “empresario” de dudosa reputación. Este se acercó a su familia una semana después del incidente, era un hombre moreno con una cicatriz en la cara, Rogelio recuerda que entró en la casa habló con su padre y se fue, sus padres hablaron tras esto y desde entonces nada fue lo mismo se acabaron las ovejas y las cabras, ahora su padre estaba mucho tiempo fuera de casa y su madre estaba casi siempre triste. Cada vez que Flora veía entrar a Iginio por la puerta de la casa se le iluminaba la cara. Rogelio no sabía cuál era el trabajo de su padre pero tenía que ser importante si viajaba tanto no? A los 16 años Rogelio ya se olía que este trabajo de su padre no era muy normal con lo que cada vez que lo veía le preguntaba, le decía que ya había terminado la ESO y que quería trabajar con él para ganar más dinero para la familia. Un día antes de que su padre se fuera otra vez de viaje este se llevó a Rogelio con él, le presentó al señor de la cicatriz, se presentó como “El Viajero” y le explicó lo que hacían. Su padre trabajaba como mula para él cargando droga desde Sur América hasta Galicia, le ofreció participar vendiendo el producto en la calle, pero claro siendo un simple camello. Por aquel entonces Rogelio ya tenía el mote de “Follacabras”, él no lo entendía porque también había quemado ovejas y además las había quemado no se las había “follado” pero para los niños del colegio eso no importaba. Con los años la personalidad de Rogelio se hacía más y más fuerte, era una de las personalidades dominantes en su colegio con su primo Segismundo. Ni que decir tiene que los profesores querían que pasase de curso rápido y quitárselo de encima lo antes posible. Rogelio es una persona inteligente y perspicaz además de bastante graciosa, su madre siempre le decía que tenía que ser humorista de mayor, pero claro su vestimenta no ayudaba mucho, os acordáis de los trajes de cuadros de Doña Rogelia? Pues parecidos siempre con suéteres de rombos o cuadros de colores. Pese a todo se le daba bien vender era bastante conocido por su ciudad y los alrededores entre los adictos. Siempre iba con Segismundo y si había que pegar algunos martillazos el los daba, todo el mundo sabe que los adictos no siempre pagan a tiempo. Rogelio se sentía en deuda con su familia con lo que decidió con 20 años hablar con “El Viajero”. Pretendía que este dejase de contar con su padre para los negocios ya que cada vez lo veía más cansado psicológicamente tanto a él como a su madre. Este aceptó pero con una condición, que Rogelio se fuese a Los Ángeles, allí se cobraba bastante mejor pero las leyes eran mucho más duras. Rogelio sin pensárselo aceptó, le dio la noticia a sus padres y les dio dinero para reconstruir el Pajar además de comprarles unas ovejas y unas cabras. Sus padres estaban muy orgullosos de su hijo y muy felices de poder volver a su vida de granjeros y ganaderos pero a su vez tristes por su marcha. Rogelio partió hacia Los Angeles con su novia Paqui una chica de pueblo como él, los dos estaban entusiasmados de viajar a los grandiosos Estados Unidos de américa. Pero como dijimos antes siempre hay gente que se aprovecha de los más débiles y en el caso de Rogelio no iba a ser menos, trabajaba con la droga, sí, pero en realidad transportaba esta en camiones de basura, con lo que su trabajo en realidad era basurero, un basurero de la droga pero al fin y al cabo un basurero. Le costó aprender inglés pero con esfuerzo lo hizo, la que no lo hizo fue Paqui, la muy oportunista además de vivir de él le puso los cuernos con un Mexicano, su único amigo en la ciudad y va y le roba a la novia!!! Rogelio no podía creérselo y durante dos años enteros entró en depresión a causa de la monotonía del trabajo y de su infructuosa relación amorosa con Paqui. Rogelio se encontraba solo en Los Angeles necesitaba un nuevo impulso algo que de verdad lo llevase al siguiente nivel de su vida, no quería quedarse estancado en su actual vida ni ser granjero como toda su familia. Un día vio en la televisión un reportaje de callejeros viajeros sobre la ciudad de Los Santos, esta le fascinó, era una ciudad muy parecida a Los Angeles pero mejor mucho mejor! O al menos eso pensó Rogelio, cogió las maletas, lo dejó todo y puso destino a Los Santos. Gracias!
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