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    Shen Lóng

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  1. Nombre y Apellido que vayas a usar ingame (ej.: Javier Perez): William Knight Edad y fecha de nacimiento (REAL): 18-06-1996 Experiencia previa en roleplay: he jugado por pura diversión de juego en varios servidores sin WhiteList. El primer servidor serio y con intención de interpretar un personaje fue Leyendas Urbanas. Después de este estuve en x6tence retake el cual terminó cerrando. Tras esto, estuve buscando otro servidor. El último en que he estado es MapachesRP, no tiene WL, pero la gente ahí busca rol serio. Roleé de policía y posteriormente de personaje orientado a banda. Historia completa de tu personaje (como lo interpretaras, de donde viene, que pretende ser, sus aspiraciones y sus miedos, etc.): William Knight En una madrugada invernal de 1990, acompañado del sonido de la lluvia cayendo sobre el tejado y el característico olor a jardín mojado, nace William en un pueblo al norte de Leeds, Inglaterra, el protagonista de esta historia. Aunque antes de adentrarnos, quizás sería conveniente conocer a su padre y a su madre, para así poder comprender un poco mejor a William. Richard Knight, su padre, es originario de Gran Bretaña. Richard pertenece a una familia noble, por lo que siempre ha estado rodeado de riqueza, etiquetas y falsas amistades. Actualmente Richard es poseedor del título nobiliario de barón. A pesar de odiar a todos sus familiares, amistades y contactos, Richard lo oculta con su mejor cara mientras los juzga y maldice en sus pensamientos. La madre de William, Irina Serkin, tuvo también unos orígenes poco convencionales, aunque muy dispares de los de Richard. Gran parte de su familia estaba vinculada a mafias de tráfico de drogas y trata de mujeres. En su juventud solo se le presentaron dos opciones, casarse y adoptar el rol tradicional de ama de casa o luchar por ser aceptada como una más del “negocio”. Fue gracias a su dominio de tres lenguas que pudo asociarse a la rama de la trata de mujeres. A Irina esto fue algo que nunca le gustó, y es por eso que cada día que pasaba era un día que estaba más cerca de huir del país. Su hermano, con quien siempre mantuvo una buena relación, le ayudó a trazar un plan de huida. Una vez conseguida la identidad falsa, una vía de escape segura y un destino ilocalizable, Irina robó a su familia todo el dinero que pudo y dejó el país de un día para otro, olvidando todo y a todos. La primera vez que Richard vio a Catherine estaba sentada en un banco dando de comer a las palomas del parque y decidió acercarse. Richard atraído por el físico y Catherine atraída por la estabilidad, consiguieron mantener una longeva relación en la que ambos eran conscientes de los objetivos del otro. Catherine se adentró en el mundo de la nobleza donde su acento la convertía en objeto de burla y rechazo. Catherine había superado obstáculos más difíciles que meras críticas a lo largo de su vida por lo que, con el tiempo, consiguió hacerse un lugar en ese mundo. Además, en estas cenas, fiestas y demás parafernalias, Richard estaba encantado de tener a Catherine de su lado ya que alimentaba su ego y era alguien con quien podía blasfemar sin tapujos. Ahora sí, podemos proseguir con la historia de William. William creció en un austero y pequeño palacete, el mismo donde fue dado a luz. En su infancia tuvo pocos muy pocos amigos. Esto no fue por su carácter, ya que era un niño muy agradecido, sociable y jovial, sino que se debía a que sus padres apenas lo dejaban salir de casa. William recibió toda su educación por parte de un maestro y una maestra, ambos eran fríos y muy distantes; a día de hoy aún se pregunta si realmente eran así o si formaba parte de un contrato. Por suerte para William, desde que tiene memoria, siempre han estado Tana y Nero en el palacete, dos pastores alemanes con los que jugaba todos los días. De vez en cuando cogía las correas y se escapaba de la casa con ellos hasta el parque más cercano. Estas eran las únicas instancias en las que William era plenamente feliz, charlaba y jugaba con otros niños y sus queridos perros podían jugar igual que él con otros perros. Era hablando con estos niños que William conocía de otras realidades a la suya; las envidiaba. Desconocía por qué sus padres no lo dejaban salir y tampoco sabía por qué no estaba en la escuela pública. La relación de William con sus padres siempre fue extraña. William siempre trataba de hacer todo lo que le decían de la mejor forma posible, su comportamiento era excepcional y nunca puso una queja, toda su rebeldía se resumía en las escapadas con los perros. A pesar de esto, nunca recibió un signo de apreciación por parte de sus padres. Lo cierto es que a Catherine se le hacía duro tener que ser distante con su hijo, sobre todo después de haber estado los primeros cuatro años de la vida de William pasando día y noche junto a él, leyéndole libros, viendo la televisión o dando paseos, pero esto es algo que William no recuerda. Richard prefería no tener nada que ver con su hijo, el embarazo fue fruto de un mal azar y propuso el aborto numerosas veces a lo largo del embarazo, pero siempre sin éxito. Siempre fue una persona que odiaba a los niños, como si él nunca hubiera sido uno. Además, su relación con Catherine se fue enfriando poco a poco con el tiempo, a medida que Catherine perdía su belleza natural con el paso del tiempo. En este punto Richard recurría a prostíbulos de forma asidua y apenas dirigía palabra o mirada a nadie. En su decimocuarto cumpleaños, William recibió un regalo inesperado. Su madre lo dejó ir ese día todo el tiempo que quisiera al parque con su perra Tana, que, aunque ya era mayor, agradecía un buen paseo y la compañía de William. Nada más llegar al parque un señor con gabardina de unos 45 años se acercó a William y lo invitó a sentarse en el banco que se encontraba próximo a ellos: - Hola William. – dijo con un fuerte acento ruso – - Hola… - respondió William con voz temblorosa – - Verás, soy Lev el hermano de tu madre, tu tío. Sé que no conoces absolutamente nada sobre tu familia materna, pero espero que me creas. - ¿Es esta la razón por la cual mi madre me permitió salir a pasear? - Así es. Empezaré por contarte acerca de tus orígenes maternos. Imagino que tendrás muchas dudas después de esta historia, pero solo te las responderé si es realmente lo que quieres. - Lev le cuenta a su sobrino acerca de la historia de su madre – - Y eso sería un resumen de la situación de tu madre, bueno, y su nombre de nacimiento es Irina, Catherine es tan solo una identidad falsa. - ¿Y por qué me cuentas todo esto? ¿Qué es lo que has venido a hacer? ¿Qué quieres? – preguntó velozmente y con mucho miedo – - Tranquilo William. La verdad es que tu abuelo me ha mandado por ti. Desconozco cómo lo hizo, pero supo todo acerca de la huida de tu madre y de su actual vida. Para mi sorpresa, tu abuelo se alegró mucho al saber que tiene un nieto y quiere tenerte a su lado y prepararte para terminar llevándote a Estados Unidos, donde tendrás que lidiar con el FBI y hacer que se olvide de los asuntos ilegales de otros países que no les incumben. Como ves, es un hombre que planea a muy largo plazo. - No. Me niego. No quiero hacer cosas ilegales, quiero terminar de estudiar, poder ser libre para salir de mi casa y trabajar de policía. - Veo que eres un chico con las ideas muy claras. Pero, lo lamento William, no tienes mucha opción. Tienes que decidir, si aceptas vienes conmigo de inmediato de camino a Rusia y que sepas que tus padres ya están al tanto de que vas a venir; por cierto, no te preocupes por la perra, hay un mayordomo de tu padre esperando a 50 metros para recogerlos. Si te niegas, tu abuelo usará optará por usar la fuerza para llevarte a Rusia y te obligará a cumplir con todo lo que te diga. También comentó que, ya que vendría a Inglaterra, ajustaría unos asuntos con tu madre… ---------------------------------------------------------------------------------------------------------- Un corpulento hombre abrió la puerta y permitió el paso a William. Al fondo de la amplia y lujosa habitación se encontraba a quien reconoció como su abuelo. Joven y anciano se miraron mutuamente con mirada desafiante: - Me gusta tu actitud, chico, espero que no decaiga. La vida de William en los siguientes años cambió poco. Continuó encerrado la mayor parte del tiempo y tuvo que estudiar como nunca: leyes rusas, leyes estadounidenses, informática, técnicas de defensa, manejo de armas, conducción de vehículos e incluso a cocinar; básicamente, aprendió todo aquello que su abuelo considerase necesario. Solo había una cosa que no le enseñaban, el ruso. Su madre, a pesar de su acento, nunca le habló en ruso, por lo que no conocía ni una palabra. Su abuelo se comunicaba con él con un inglés muy rudimentario y tosco o a través de su tío. William suponía que era por dos razones. La primera era el tiempo, apenas le dejaban tiempo libre con todo lo que le hacían estudiar y si el idioma no le iba a ser de utilidad sería una pérdida de tiempo. La segunda era que, de esta forma, William no podría hacer nada en caso de llegar a escapar al no conocer el idioma local, además, no podría comunicarse con nadie de la mafia, conocería solo lo que su abuelo quería que conociera. ---------------------------------------------------------------------------------------------------------- El momento llegó, a William le pareció menos de lo que realmente fue. Con 20 años baja del avión y pone pie en Washington DC, decidido a cumplir su objetivo, eso sí, repleto de nervios. Salió del aeropuerto y se dirigió a su apartamento; su abuelo lo dejó todo preparado al milímetro. Su misión era hacer contactos hasta llegar a amenazar, de manera totalmente anónima e individual, a agentes del FBI; que les llegara el mensaje de forma clara para que su abuelo y sus asociados pudieran continuar con sus negocios sin preocupación de terminar encarcelados o peor, como un cargador recién comprado, lleno de balas. William se trataba de la persona ideal ya que no tenían nada de información sobre él y había sido preparado a conciencia para desempeñar la misión. El cronograma para completar esta misión era de 8 a 12 años. En este tiempo, William, o Edmund, su nueva identidad, tenía que integrarse en la sociedad norteamericana. Consiguió un trabajo en un restaurante de comida rápida, conoció a varias personas con las que formó un pequeño grupo de amigos que quedaban de vez en cuando para cenar o jugar a los bolos, decoró su casa como todo ciudadano de bien, etc. Todo esto para que nadie pudiera sospechar lo más mínimo sobre él. Al quinto año de su estancia en EEUU fue cuando consiguió iniciar el primer paso de la misión: crear la perfecta “casualidad” de encuentro con una joven agente fuera de servicio. Chocó con ella mientras caminaba por los pasillos de la biblioteca local, ella portaba dos libros, uno en cada mano y Edmund uno solo, el cual se trataba del libro favorito de la agente. La casualidad sucedió, como si de una película se tratase, Edmund gira la esquina de una estantería, se encuentra con ella de frente y los libros terminan en el suelo: - Vaya, lo siento, giré mientras veía la portada del libro y no te vi. - No te preocupes, no pasa nada. Oye, ¿no es ese libro Azabache? - Sí, estaba pensando si leerlo o no, he escuchado maravillas sobre él. - Pues yo te lo vuelvo a recomendar si es necesario. Tienes que leerlo, de hecho, es mi libro favorito y no he leído pocos. - ¿En serio? Bueno, si una chica como tú me dice que es su libro favorito no tendré más remedio que leerlo. Pero… ¿qué ocurre si me decepciona? - Lo dudo mucho… pero bueno… Mira, si te lo terminas y resulta que no te gusta me leeré el libro que quieras. - Trato hecho pues. Espero que no te importe leer libros jurídicos de 3000 páginas. – dijo Edmund con tono jocoso – - No te preocupes, si es eso lo que decides finalmente, es algo a lo que estoy bastante acostumbrada. Tendremos que intercambiar contacto entonces. Por cierto, yo me llamo Kate, ¿y tú? - Pues sí, habrá que intercambiar contacto, y… me llamo Edmund. De esta forma William completó el primer paso. El segundo lo consideraba más sencillo aún, enamorarla. Lo cierto es que William se había leído Azabache más de 10 veces y se lo sabía casi de memoria, solo necesitaba conseguir una cita y hablar sobre el libro. ---------------------------------------------------------------------------------------------------------- - Me voy a trabajar cariño, recuerda que esta noche vamos al cine. - Sí mi amor, ten cuidado, te quiero. – respondió Edmund – En apenas cuatro años Edmund ya estaba viviendo en su apartamento. La misión continuaba con éxito. El contacto con su parte rusa era una vez cada tres meses, su tío viajaba, se encontraba con William 5 minutos en una cafetería y se marchaba. En el último encuentro, su tío apresuró a William, tenía que comenzar con la fase final, la de amenazas. El FBI había puesto sus manos en pruebas muy concluyentes acerca de la organización de las mafias y bandas y varias declaraciones de prostitutas que huyeron. Estaban siendo presionados. William creía que era algo pronto, pero factible. La mañana siguiente, tras la despedida habitual de su novia por la mañana, cogió el equipamiento necesario y se dirigió a la montaña en bicicleta. Tenía preparada toda la información de varios agentes, ocupación dentro de la agencia, lugar de domicilio, nombres de familiares, algunos de los cuales, acompañados hasta con fotos, información clasificada y un número de ilegalidades que habían cometido. Edmund consiguió toda esta información con mucha paciencia. En visitas a amigos de su pareja, visitas a su casa, conversaciones casuales y, por supuesto, espionaje del móvil y ordenadores que, aunque fueran de uso personal, pudo ir sacando algo poco a poco. Edmund lo tenía todo preparado para programar la amenaza para dentro de 2 semanas y coger un avión de regreso de inmediato a Rusia. William no supo qué hacer, pulsaba el botón de enviar y después qué, ¿continuaría estudiando?, ¿tendría que comenzar otra misión que le consumiera tanto tiempo de su vida? Él sabía que era una simple herramienta; su abuelo de haber querido que lo sucediera le habría enseñado ruso. Estaba completamente bloqueado. De repente empezó a recordar todo el tiempo con Kate, las conversaciones sobre libros, citas al cine, regalos, cumpleaños, el día que Kate lo presentó a su familia… Todo lo que hizo era llorar, era todo lo quería. Cuando se recompuso eliminó todo su trabajo de los últimos 9 años, sin pensarlo dos veces. Luego, volvió al apartamento. “Para Kate” “Siento haberte fallado, no he sabido apreciar todo lo que tenía, quizás porque nunca lo había tenido. No tengo ojos con los que poder mirarte ahora, solo palabras de arrepentimiento y disculpas. Supongo que no estarás comprendiendo nada, y espero que nunca lo hagas. Te quiere Edmund William.” William hizo una pequeña maleta y se marchó. Aún no sabe quién es ya que nunca ha podido expresarse como él realmente es, quizás solo sea un romántico que busca una media naranja, quizás su vida solo tiene sentido en la ilegalidad, o quizás busque una mezcla de ambas donde él sea quien lleve las riendas. Con esto en mente, decide empezar una nueva vida en una nueva ciudad, Los Santos, lejos de sus padres, lejos de su abuelo y su tío y lejos de Kate… -------------------------------------------------------------------------- Cualquier cosa que quieras añadir (Opcional): - Desde que tiene consciencia, tiene una pequeña obsesión con el número cuatro, siempre lo anda buscando, según como le coja piensa que le va a dar buena suerte o mala suerte. - Mide 1’81m, tiene el pelo algo largo y oscuro y ojos marrones. - Debido a su madre que fue de quien aprendió a hablar, tiene un acento inglés un poco británico y bastante ruso. - Tiene miedo a no poder conocer de nuevo el sentimiento de ser querido. - Miedo a que su abuelo tome represalias contra él, contra su madre y, sobre todo, contra Kate.
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