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Elora

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Todo lo publicado por Elora

  1. Su perfil del foro es https://despistaos.es/profile/31096-sinfreno/ Un saludo y muchas gracias!
  2. Nombre y apellido: Elora Danah Fecha de nacimiento: 14/05/1995 Fotocopia de la ID:DNI
  3. Nombre y Apellido IC: Elora Danah Edad y fecha de nacimiento real: 29 años, 14/05/1990 Experiencia previa en roleplay: He estado en varios servidores de roleplay tanto con whitelist como sin ella pero para mi.. los más especiales fueron : MundoReal, Callejeros y Forasteros. Historia completa de tu personaje: Después de 9 meses esperando , decidí nacer en una noche fría de invierno en 1995. Mi madre Kate no aguantaba el dolor que yo misma le estaba propiciando intentando salir, así que tuvieron que sedarla y ayudarse de un fórceps para que yo pudiese desprenderme por su útero y salir exitosamente. En esos momentos solo podían lavarme, mimarme y esperar a que mi madre por fin despertase. Y así fue, cuando Kate abrió los ojos lo primero que vio fue a la enfermera que me portaba cuidadosamente en brazos y con una sonrisa le decía a mi madre: "Bien hecho! Aquí tienes a tu pequeña." Me pusieron en sus brazos y desde ese momento Kate supo que su vida cambiaría para siempre. Ahora todo cobraría sentido, el vacío que había estado sintiendo durante todo ese tiempo, simplemente.. desaparecería con mi llegada. Mi madre no tuvo una vida fácil, conoció a mi padre siendo muy jovencita y aunque se enamoraron.. él siempre tuvo ojos para las demás mujeres. Mi padre William, que así se llamaba, decidió abandonarla al enterarse de que yo venía en camino aunque antes, pretendió que Kate se deshiciese de mi y como ella no lo consintió, él la dejó tirada sin ningún miramiento. Así que, mi madre cogió sus maletas y se fue sin mirar atrás, tomó rumbo a su antigua casa familiar y allí, en una preciosa aldea de Galicia, nací yo; Elora Danah. Mis primeros años de vida no fueron muy emocionantes, hacía lo que cualquier niño de mi edad: jugaba, corría, saltaba, me caía y así todo el tiempo. Recuerdo que me encantaba jugar al lado del portal, allí encontraba siempre buenas cantidades de tierra, agua, piedras y yerbajos que utilizaba para recrear las sabrosas comidas que mi madre me hacía. Cuando cumplí 5 años, mi vecino José vino a mi casa pero esta vez.. en vez de traerme caramelos (como siempre) me trajo un perrito, al que llamé Rex. Rex era fruto de una camada indeseada y mi madre no parecía muy contenta de tenerlo en casa, pero al cabo de unos días, cambió de parecer al verme tan feliz a mi. Solía correr detrás de él hasta cansarme, ayudaba a mi madre a bañarlo con la manguera y ambos acabábamos empapados y con mi madre hecha una furia! Recuerdo que siempre se enfadaba mucho en la hora del baño de Rex. Todo parecía perfecto hasta que un día mi madre se olvidó el portal abierto y Rex salió corriendo ciegamente detrás de un gato y al cruzar la calle, lo atropelló un coche que circulaba a gran velocidad y Rex.. murió en el acto. Mientras todo esto ocurría yo dormía plácidamente mi siesta diaria, esa que mi madre me obligaba a dormir todos los días y tanto odiaba. Cuando por fin desperté y busqué a Rex por toda la casa, me di cuenta de que no estaba por ningún lado, así qué le pregunté a mi madre si lo había visto, a lo que ella contestó: "Rex se ha ido a un sitio mejor y es probable que no volvamos a verlo." En ese momento no pude más.. rompí a llorar creyendo que había perdido a mi amigo fiel, aquel que me había acompañado a lo largo 6 años. Pasaban los días y una gran pena se adueñaba de mi, ya no tenía ganas de nada, me quedaba sentada delante del portal con la esperanza de que en algún momento.. Rex volvería. Pero eso jamás ocurrió. En el colegio no me juntaba con los demás niños, siempre buscaba la soledad como compañía y mis notas no eran como las de los demás, solía suspender hasta las asignaturas más fáciles que no requerían demasiado esfuerzo. Pasaban los meses y nada cambiaba, mi madre ya no sabía como ayudarme, se sentía impotente al ver que su pequeña sufría y se alejaba de todo.. y de todos. Hasta que una tarde de verano mientras me bajaba del autobús de clase, apareció allí al lado un perrito en muy mal estado, con una mirada triste que todos parecían ignorar.. Era de color blanco y negro, de gran tamaño, se le notaban perfectamente todos los huesos de su cuerpo (supongo que por el hambre que había pasado al ser abandonado). Las madres que venían a recoger a mis compañeros les gritaban que se fuese de allí, que a ver si les iba a pegar algo! Yo miré a mi madre con cara de preocupación, ella me miró y ambas supimos desde ese momento que nosotras no íbamos a mirar hacia otro lado. Así que nos acercamos a casa, cogimos un poco de comida, la correa de Rex y nos volvimos a la parada de bus a buscarle. Al llegar nos lo encontramos rebuscando entre la basura de los contenedores que estaban justo al lado, yo me acerqué junto con mi madre muy despacito y le pusimos la comida en el suelo para ver si se acercaba.. pero eso no pasó. El perrito tenia mucho miedo, metía su rabo entre sus piernas como si alguien le hubiese pegado pero en cuanto mi madre se alejó un poco para coger la correa en la bolsa, él se acercó a mi sin quitarle la vista a mi madre en ningún momento. Mi madre se dio cuenta de lo que pasaba, ya que observaba todo a lo lejos y decidió darme la correa a mi para que yo se la pusiese. Y así fue, poco a poco se acercaba más y más hasta que logré ponérsela. Mi madre volvió a acercarse muy despacio y aunque a él se le notaba el miedo en su triste mirada.. pudo por fin tocarlo. Nos lo llevamos a casa, pasaron los días y cada vez se le veía más confiado y con menos temor, así que decidimos quedárnoslo y darle la vida que sus dueños no habían querido darle. Lo llamé Rayito porque apareció justo en el momento que más necesitaba y para mi, fue como un rayo de luz al final de un túnel oscuro y sin salida. Mi días volvían a normalizarse, ya no estaba tan triste, volvía a jugar y divertirme, aunque siempre con él.. mi Rayito. Mis notas habían mejorado bastante pero lo que todavía no lograba solucionar era mi distanciamiento social. Siempre me había costado relacionarme con los demás y por ello buscaba refugio en los animales, ya que éstes no me juzgaban ni criticaban, me querían por lo que soy y no por lo que tengo y eso es algo que siempre he sentido. La única persona que había logrado acercarse a mi era una chica mi de clase que siempre estaba tan sola como yo, Carla. Carla parecía entenderme perfectamente, poco a poco nos fuimos haciendo amigas, ella venía a mi casa, yo iba a la suya y siempre estábamos juntas. Pasaron los años y nosotras seguíamos igual que siempre, hasta que en mi 17 cumpleaños decidió que el chico que me gustaba, David, era más importante para ella que yo. David me gustaba desde que tenía 11 años, era mi amor platónico, soñaba con que me pidiese salir pero eso no pasaba, él se fijaba siempre en las chicas populares del colegio y yo.. yo era un cero a la izquierda, una antisocial que solo sabía esconderse en los recreos con su amiga Carla para no tener que ver lo patéticos que eran sus compañeros, siempre metiéndose con los recién llegados, con los que no parecían muy listos o con los que no vestían a la moda. Recuerdo ese día como si fuese hoy, mi madre y Carla me ayudaron a prepararlo todo, iba a dar una fiesta de cumpleaños. Si, yo misma me estaba metiendo en la boca del lobo. No me caían bien mis compañeros pero acepté con la esperanza de que David también viniese y así poder verlo, hablar con él y tenerlo cerca. Eso era lo único que me emocionaba de esa maldita fiesta. Faltaban dos días y ya había enviado todas las invitaciones, tenía todos los decorativos necesarios para estar a la altura de una gran fiesta y yo.. yo solo esperaba con ansias a que todo saliese como lo planeado. Por fin llegó el día y yo estaba demasiado nerviosa, no sabía qué ponerme, ni cómo peinarme, recuerdo que llegué a probarme todos los vestidos de mi armario y ninguno me convencía, todos parecían quedarme mal. Busqué y rebusqué por toda mi ropa hasta que encontré la falda perfecta, esa que haría que mis piernas pareciesen más esbeltas y tonificadas con unos tacones de infarto! Ya lo tenía, era el conjunto perfecto para deslumbrar a David. Era mi momento, lo tenía claro! Esa noche dejaría a un lado todos mis miedos y temores y le confesaría a David todo lo que sentía por él. La fiesta empezaba a las 22:00h y a las 21:30 y ya no podía más, necesitaba verlo, estaba desesperada! Llamé a Carla entusiasmada para ver si le faltaba mucho por llegar, pero no me cogió el teléfono. Así que le pedí a mi madre que me acercase a su casa lo más rápido posible porque no quería demorarme mucho, a lo que mi madre accedió. Ya montadas en el coche, nos dirigimos a casa de Carla (que vivía a tres manzanas de la mía) y cuando nos estábamos acercando a su garaje, la vemos allí con un chico besándose muy tiernamente abrazaditos bajo la farola. Creí que sería Roberto, el chico con el que Carla había estado manteniendo el contacto y que supuestamente le gustaba.. pero no. A medida que nos fuimos acercando con el coche, me di cuenta de que en realidad el chico que estaba besando a mi única amiga.. era David. En ese momento mi mundo se desplomó, no sabía ni qué hacer. No quería que mi madre se diese cuenta de lo que estaba pasando así que intenté mantener la compostura y le pedí que me llevase a casa, que no quería molestar a Carla y que ya vendría ella más tarde. No estoy segura.. pero creo que mi madre se dio cuenta de lo que pasaba, ya que en vez de eso, lo que hizo fue bajarse del coche y decirle a Carla que ya no hacía falta que viniese a la fiesta, que ya se le veía allí muy a gusto. Yo no sabía donde meterme, sentía vergüenza por lo que había hecho mi madre pero a la vez una rabia recorría todo mi cuerpo.. así que, desvié la mirada e hice como si nada de eso fuese conmigo. Mi madre volvió a subirse al coche, arrancó el seat y nos fuimos a casa. La fiesta comenzaría dentro de poco y nosotras debíamos perfeccionar los últimos detalles para que todo fuese "perfecto". Sinceramente.. a mi ya me daba todo igual, lo único que quería era tirarme en la cama y echarme a llorar, pero no lo hice. En su lugar, me fui al baño, me lavé la cara llorosa que llevaba y pinté mis labios con el labial más rojo que había en el estuche de maquillaje de mi madre. Dispuesta a beberme todo el alcohol que pillase y así poder olvidar lo que acababa de ver. Poco a poco comenzó a llegar la gente con regalos baratos y falsas sonrisas (o al menos así lo veía yo), todo parecía normal hasta que entró por la puerta un chico que acompañaba a su hermana pequeña. Joder!!! no podía creerlo. Era perfecto!!!! De cuerpo atlético, esbelto, cabello negro brillante, su piel bronceada iba a juego con esos ojos verdes penetrantes, sus labios tan carnosos, su nariz chata y sus dientes tan blancos como la nieve.. pufff!!! Todavía puedo sentir ese cosquilleo en mi estómago cuando fijó su mirada en mi, se me movió todo por dentro y jamás había sentido algo parecido. Por fin parecía que la noche prometía algo más que una decepción amorosa. Así que me acerqué a la mesa donde había todo tipo de pinchos, refrescos y bebidas alcohólicas y me preparé mi tercera copa. Si, con ella me sentía con más fuerzas, y si, estaba dispuesta a acercame a ese chico taaaan guapo que había entrado por mi puerta y venía a mi penosa fiesta de cumpleaños. Digo penosa por lo que aconteció con Carla, porque la verdad es que vinieron más personas de las que esperaba, incluido ÉL. El mero hecho de que ese chico estuviese en mi fiesta, parecía cambiarlo todo. Joder! Todavía puedo recordar la canción que sonaba en el momento que me acerqué a él: // I want to know what love is, de Foreigner. // Me acerqué poco a poco, sin dejar de sujetar fuertemente la copa entre mis manos y le susurré al oído con una sonrisa : "bienvenido a mi fiesta, espero que sea de tu agrado" Me puse tan nerviosa que se notaba a leguas, todas las chicas se quedaron mirándome como si pensasen que no tuviese ninguna posibilidad con ese chico tan guapo. Pero ya no tenía nada que perder y me daba exactamente igual lo que pensase toda esa gente. Él me miró y respondió: " Pues llevo poco tiempo.. pero ya estoy viendo cosas que me están gustando" En ese momento, pareciera como si el corazón se me saliese del pecho, me quedé embobada mirándole y no era capaz de articular palabra alguna, parecía una idiota, si. Y menos mal que él continuo hablando porque si por mi fuese, me hubiese quedado allí plantada únicamente observándolo. Él sacó el brazo que tenía puesto sobre los hombros de su hermana pequeña y con una sonrisa me dijo: "Soy Ian, encantado! Puedo saber tu nombre? " Estaba atónita, no daba de sí, así que pronuncié como pude.. "Si, por supuesto! Yo soy Elora, quieres beber algo? (le pregunté) "Si me lo sirves tú, por supuesto" (contestó él) Entonces volví a la mesa con las piernas temblorosas y le preparé una copa, acto seguido se la llevo y al dársela me dice: "Te apetece que vayamos a hablar a un sitio más tranquilo?" Me quedé con los ojos en blanco, y accedí sin miramientos. "Emmm.. si claro! Vayamos fuera, seguro que allí la música nos permite hablar sin tantas interrupciones! " Cogí mi bolso ( porque dentro tenía el teléfono y no quería que si mi madre me llamaba se preocupase por no cogérselo, ya que se había ido a pasar unas horas con su amiga de infancia que vivía algo lejos para dejarme un poco de intimidad en la fiesta..) y salí con él a la calle. Estaba super nerviosa , casi no podía ni andar con esos pedazo tacones que me había puesto, así que decidimos sentarnos en un banco que había enfrente de mi jardín. Me contó muchísimas cosas, que vivía en el pueblo de al lado, que su hermana era amiga de un compañero de mi clase y que por eso había acabado en mi fiesta. A mi eso me parecía muy extraño, puesto que vivía casi al lado mía y yo jamás le había visto ni cruzar la calle.. pero no dije nada al respecto. Siempre fui muy desconfiada y aunque con esas copas que llevaba encima ya ni era completamente yo.. todavía seguía siendo una chica cohibida y dudosa de muchas cosas y más si eran tan incongruentes como esa, pero bueno, no le di demasiada importancia y seguí la conversación como si nada. Me contó que desde pequeñito siempre le habían encantado las motos, sobre todo las clásicas, y después me enseñó la moto con la que había venido a mi fiesta. Era una Yamaha XSR 700 negra que iba perfectamente con su atuendo de motorista, unos vaqueros apretados con una cadena cayendo sobre su bolsillo delantero, un chaleco de cuero que llevaba encima de una camiseta negra y que le quedaba tan ajustadita a esos brazos tan fuertes que tenia.. que todavía hacían resaltar más esos tatuajes que llevaba con tanta personalidad. Pfff.. para volverse loca! Siempre me habían gustado ese tipo de chicos, más mayores que yo, con carácter, de esos que no se dejan doblegar por nada ni por nadie. David me encantaba precisamente por eso, porque era el típico chico malo de instituto, siempre saltándose las clases, contestando mal a los profesores, haciendo bromas pesadas para conseguir sacarlos de quicio.. y así era! que más de una vez acabó expulsado por bocazas. Pero a mi me encantaba ese lado oscuro.. lo admiraba por esa valentía que lo caracterizaba, parecía importarle más bien poco lo que los demás pensasen de él y eso.. eso lo hacía más valioso ante mis ojos. Ian y yo, no podíamos parar de reírnos con todas las historias que me contaba, me sentía muy a gusto a su lado. Por un momento nuestras miradas se cruzaron.. y lo hicieron de tal forma que era como si el tiempo se hubiese parado, y ahí.. pensé en besarlo, pero no fui capaz.. mi miedo al rechazo todavía seguía latente aún con todas las copas que me había bebido. Y lo único que hice fue desviar la mirada hacía otro lado. Él en cambio, seguía observándome y eso me ponía cada vez más y más nerviosa. Y supongo que lo notó, porque de pronto agarró mi mano y me dijo: "Tranquila, no haremos nada que tú no quieras". Hacía mucho frío a esas horas tan tardías y después de lo que acababa de decir Ian.. me quedé completamente en shock, totalmente bloqueada, no sabía ni qué decir, ni qué hacer ni nada de nada! Sentí el típico: Tierra trágame por favor!!!!! Me puse tan nerviosa que me levanté y le dije: "Emm.. bueno, creo que es un poco tarde, tal vez podamos vernos mañana, si quieres" A lo que él contestó: "Claro que sí, me encantaría" Así que nos dimos los números de teléfono, me plantó un beso en toda la cara, entró en casa a por su hermana y se fue. Ya eran las 4 de la madrugada y mi madre estaba a punto de llegar, así que esperé a que todos se fuesen, miré mi salón y pensé " bah, ya recogeré todo mañana, total de ahí no se va a mover", me puse el pijama, me lavé los dientes y me fui a la cama. Al día siguiente al abrir los ojos lo primero que hice fue ver mi móvil para ver si había recibido algo de Ian.. pero ese no fue el caso. En su lugar, me encontré con un mensaje de Carla diciéndome que lo sentía mucho y que no quería que nuestra amistad se viese afectada por un chico. A lo que yo pensé: "Si tanto te importaba mi amistad.. no te hubieses liado con el chico que me gustaba y tú lo sabías de sobra, asi que.. se puede ser más cerda? No, imposible!" Borré el mensaje y la bloquee. Horas más tarde, intentó ponerse nuevamente en contacto conmigo a través del teléfono de mi madre pero yo ya no quería saber nada de ella ni de su falsa amistad, así que.. también la bloquee ahí. Carla me había hecho mucho daño y no se lo perdonaría jamás. Intenté relajarme y olvidarme de todo, de todo menos de Ian. Estaba deseando volver a verle, saber más de él y no podía parar de imaginarme como sería nuestro primer beso. Así que cogí mi móvil y le envié un mensaje. En el le preguntaba que si le apetecía que fuésemos al cine, a lo que él respondió pocos minutos después. "Hola guapísima, justo ahora iba a enviarte un mensaje. Había pensado en llevarte a una feria cerca de casa, donde habrá fuegos artificiales, muchísimas atracciones, barracas, puestos de venta de dulces y un sin fin de cosas! Será increíble! Te encantará!" Le dije que si y al cabo de unas horas apareció en mi casa. Y ahí estaba él.. subido en la moto, con su chupa de cuero, su pelo negro perfecto, sus vaqueros ceñidos que hacian que me derritiese solo con verlos. Me subí a la moto, me agarré bien fuerte a su cintura y nos fuimos a la feria. A medida que nos acercábamos, solo podía contemplar esa enorme noria a la que siempre había temido, me daban muchísimo miedo las alturas y rezaba para que él no me pidiese subir. Pero no fue así.. Mientras yo terminaba de pagar en un puesto dos algodones de azúcar, él ya había comprado dos entradas para subirnos a esa maldita noria. Recuerdo que lo pasé fatal mientras subía y subía y no paraba de subir, pero él en todo momento sostenía mi mano para tranquilizarme y justo cuando estábamos en lo más alto.. me besó. No podía creerlo, acababa de besarme!!!! Estaba en un cuento de hadas, quería parar el tiempo y quedarme allí con él por siempre. Pero la noche pasaba muy rápido y después de muchas risas y mimos decidimos que ya era hora de irnos. Nos dirigíamos hacía el aparcamiento donde estaba su moto estacionada pero de repente sonó su teléfono y él se alejó para contestar. Algo que me sentó bastante mal pero bueno.. creí que tal vez sería algo privado y no quise hacer preguntas. Esperé unos minutos y cuando volvió le pregunté si todo iba bien (ya que su cara parecía decir todo lo contrario) y me dijo que algo malo había ocurrido, que debía irse cuanto antes y que ya me explicaría todo con más calma. Y así fue.. me llevó a casa y al bajarme de la moto, volvió a besarme de una forma que no puedo ni describir, era como estar flotando en una nube de la que no quería bajarme. Entré en casa mientras lo veía marcharse y me fui a la cama, reviviendo una y otra vez en mi mente todo lo que había ocurrido esa gran noche. Horas más tarde, de madrugada.. recibí un mensaje de Ian en el que me explicaba que debía irse de la aldea, que la llamada que había recibido no era muy amigable y debía proteger a su hermana. Al principio no entendía nada, sabía (por lo que me había contado en mi fiesta de 17 cumpleaños) que su hermana pequeña de 13 años estaba a su cargo, ya que le habían quitado la tutela a sus padres por andar metidos en drogas y demás trapicheos y que ambos estaban cumpliendo condena en la cárcel, y él era el único que podía cuidar de su hermana. Pocos minutos después, recibí una llamada anónima y al descolgar me di cuenta de que era él.. Ian. Me contó que por lo visto, sus padres todavía debían dinero a unos hombres muy chungos y problemáticos y que él no podía hacerse cargo de esa deuda. Lo tenían amenazado de muerte a él y a su hermana (si no pagaba), así que.. le dieron un plazo pero ese plazo ya se había acabado. Yo no sabía como ayudarle, estaba muy asustada, no quería que se fuese.. pero tampoco quería que le pasase nada malo. Así que le dije que tal vez si hablase con la policía ellos podrían ayudarle.. pero él se negó, dijo que ya había acudido muchas veces a pedirles ayuda y que esa chusma (así les llamó) jamás intervino, ni por él ni por su hermana. Me dijo que debía partir esa misma noche y que no podía decirme donde iba por seguridad. Que en unos días recibiría noticias y que por favor, no dijese nada a nadie. Y así lo hice. Pasaron las semanas y yo seguía sin tener noticias de él, era como si se lo hubiese tragado la tierra. Era desesperante, no podía contactarle de ninguna manera y encima su número de teléfono ya no daba ni señal, no sabía a donde había ido y no podía hacer otra cosa mas que esperar, esperar y esperar. Pasaron los meses, los años.. y yo ya me había hecho a la idea de que jamás volvería a verle, así que.. continué mi vida como pude. Me volqué tanto en los estudios que me volví una estudiante ejemplar, sacaba unas notas increíbles y mi madre creyó que sería buena idea que tirase por la rama de medicina. Tendría un buen sueldo y podría ayudar mucho con los gastos de casa. A mis 22 años ya casi había terminado la carrera y como nos iba bastante bien, mi madre decidió comprar un bar de copas en el que yo ayudaba cada día sirviendo todo tipo de bebidas, también me encargaba de dirigir y planificar los conciertos que cada noche amenizaban el local. Pero unos meses después de la apertura todo se complicó y tuve que dejar mis estudios a un lado ya que con tanta faena.. me resultaba imposible atender a todo y mi madre no podía ella sola. Tampoco disponíamos de muchos ingresos, ya que el local prácticamente acababa de abrir y ya habíamos gastado gran parte de nuestros ahorros , así que solo debíamos esperar un poco a que todo se estabilizase. Una noche mientras cerraba el local, escuché que alguien me llamaba y al girarme lo único que vi fue a un hombre encima de una moto estacionada, me imaginé que sería algún cliente que tal vez se había olvidado algo dentro del bar, asi que me acerqué poco a poco y a medida que me acercaba pude ver bien la moto, me resultaba familiar, si.. esa moto ya la había visto antes en algún lugar pero no lograba recordar en donde. Cuando el hombre se bajó de la moto y dejó su casco sobre ella, me di cuenta de que ese hombre.. era Ian. En ese momento me quedé parada en mitad de la calle, no podía reaccionar, no me lo creía, era él!!!! después de 5 años sin verle.. allí estaba!! delante de mi local, parado al lado de su moto como si nada. Se acercó poco a poco a mi y con una sonrisa me dijo: "Veo que sigues tan preciosa como siempre" Conté hasta diez, tragué saliva y contesté: "De verdad eres tú?" Estaba tan emocionada que me lancé a sus brazos, lo abracé tan fuerte que pareciera como si lo fuese a romper en dos. Pasamos la noche juntos y me contó con todo detalle lo que había ocurrido, me explicó que no pudo contactar conmigo por mi propia seguridad y que ya había resuelto el problema con esos hombres. Que actualmente su hermana ya había cumplido la mayoría de edad y que podía mantenerse sola, así que a él.. ya nada lo ataba. Dijo también que le daba miedo mi rechazo, o que yo pudiese estar otra persona y que en estos 5 años.. no había logrado dejar de pensar en mi. Pasaban las semanas, los meses.. y cada vez estábamos mejor, así que decidimos que ya era hora de dar el siguiente paso e irnos a vivir juntos. Y así lo hicimos, hablé con mi madre, preparé todas mis cosas y me fui. La convivencia con él era muy buena, ambos nos encargábamos de las tareas domésticas, aunque yo tampoco pasaba mucho tiempo en casa, ya que el trabajo en el bar me quitaba gran parte de mi tiempo libre, pero aún así.. merecía la pena. Al poco tiempo mi madre empezó a salir con un cliente habitual del bar, Ramiro. Recuerdo que Ramiro siempre piropeaba a mi madre e intentaba llevarla a cenar, así que un día ella accedió y empezó a salir con él. Yo veía tan bien a mi madre que eso me hacía extremadamente feliz pero cada vez pasaban más tiempo juntos y había días en los que ni siquiera venía a trabajar o se quedaba dormida y todo el trabajo recaía sobre mi.. así que hablé con ella y decidimos contratar a un camarero que ocupase parte de mi horario, y así ambas nos sacaríamos un peso de encima. Ian y mi madre tenían una buena relación, pero él llevaba ya varios años desempleado y eso no le gustaba demasiado a mi madre. Su mayor miedo era que con el tiempo.. yo acabase pagando sus facturas. Pero no era así, Ian tenia bastante dinero ahorrado y aunque siempre tuve la duda de donde lo había sacado, nunca se lo pregunté en esos 3 años que llevábamos juntos. Hasta que un buen día limpiando por casa, me encontré una caja fuerte (obviamente cerrada) y sentí curiosidad, quise abrirla pero a escondidas, sin que él supiese que yo la había abierto. Me imaginé que tendría dinero (que suele ser lo propio que guardas en una caja de esas) y como la curiosidad me podía, me decidí a encontrar esa llave pero él era muy cuidadoso con sus cosas y siempre guardaba todo en escondites donde nadie pudiese encontrarlos, nadie excepto él. Unos días al poco de mudarme, me dispuse a llevar todos los juguetes de su hermana pequeña al trastero (ya que necesitábamos espacio) pero me encontré con algo muy extraño, un pequeño libro que llamó mi atención con esa tapa tan colorida y llamativa y se hacía distinguir entre los demás libros y juguetes. Así que lo cogí para ojearlo y mientras llegaba a las últimas páginas, me encontré con una llave extrañamente pegada sobre una hoja con una cinta transparente. En ese momento creí que tal vez su hermana Yanire (que así se llamaba) la había pegado ella misma mientras jugaba. Pero cuando vi esa caja fuerte en el congelador de Ian, pensé que tal vez.. aquella llave abría algo más que un simple diario de una niña. Así que me fui al trastero, cogí el libro y despegué la llave, me la metí en el bolsillo y bajé corriendo las escaleras con miedo a que Ian llegase a casa y me encontrase con las manos en la masa. Rápidamente probé la llave en la caja fuerte, y efectivamente.. encajaba. Mi teoría acababa de reafirmarse. Ian me escondía algo y yo estaba a punto de descubrirlo en ese mismo instante. Metí de nuevo la llave en la ranura, respiré profundamente y abrí la caja. Se veían un par de billetes por encima, como si estuviesen tapando algo y cuando los aparté por fin pude ver lo que en realidad contenía la caja, unos fardos de coca bien colocados y enumerados. Me asusté mucho y rápidamente cerré la caja. No sabía qué hacer, si decírselo o si hacer como si no hubiese visto nada. Le di muchas vueltas durante la tarde, ese día él había ido con su moto al taller, asi que.. tenía algo de tiempo para pensarlo. Estaba muy confusa y lo único que tenía claro en ese momento es que Ian me había estado mintiendo durante todo ese tiempo y que ya no podía confiar en el. ¿De donde había sacado esa droga? ¿Me mentía cuando me decía que odiaba a sus padres por haberse metido en esos chanchullos y ahora él hacia lo mismo? ¿Acaso le daba igual que yo pudiese verme involucrada en todo eso? ¿Con quien cojones había estado viviendo durante esos tres años? Tenía muchas preguntas y ninguna respuesta. Y sinceramente, ya no estaba segura de querer saberlas. Estaba furiosa, dolida, decepcionada.. Había estado viviendo en una mentira y el hombre al que amaba con todas mis fuerzas.. me ocultaba cosas y de la peor forma. Siempre pensé que si alguien te quiere de verdad estará a tu lado en las buenas y en las malas, así que si él necesitaba dinero.. ¿Por qué no me lo pidió a mi? ¿Por qué se metió en eso estando conmigo? O quizá ya lo estaba cuando tuvo ese problema con esos hombres, quién sabe.. Lo único que tenía claro es que no quería tener nada que ver con eso, ni con él, ni con sus mentiras. Así que mientras lloraba como una tonta, recogí todas mis cosas como pude y me fui a casa de mi madre. Una vez allí, le conté a mi madre y a Ramiro que llevaba días discutiendo con Ian, que no me entendía con él y que mi relación hacía tiempo que no estaba yendo como esperaba. Ella me aconsejó que me tomase un tiempo, que esas cosas pasan y que podía quedarme allí mientras se calmaban un poco. Pero yo no quería tiempo.. yo solo quería desaparecer, necesitaba salir de allí como fuese. Dejé mi maleta en la habitación, bajé a por el ordenador y me puse a buscar algún destino en donde pudiese perderme. No quería que Ian me encontrase y sabía que si buscaba algo cercano, lo haría.. Así que me metí en una página web de vuelos y me saltó uno bastante económico a Los Angeles, California. No lo dudé, le di a aceptar, compré el billete solo de ida y me fui a decírselo a mi madre. Ella no quería que me fuese, me necesitaba allí.. Pero yo no podía quedarme, ya bastante estaba sufriendo como para tener que volver a ver a Ian. No quería darle explicaciones a nadie, ni a él ni a mi madre..ni mucho menos volver a verle la cara. Yo solo necesitaba huir de todo.. y eso.. es lo que iba a hacer. Así que cogí fuerzas, le dije a mi madre que necesitaba un tiempo para mi y para pensar en mis cosas, y que no me quedaría allí. Ramiro escuchaba atentamente y cuando por fin mi madre dejó de llorar, agarró mi brazo y me llevó a la cocina (donde ella no pudiese oírnos). Una vez allí, me comentó que un amigo suyo había estado hace unos años en Los Angeles y que sabía de una ciudad bastante económica llamada Los Santos, donde podría empezar de cero y sola. Así que no me lo pensé más, llamé a un taxi y al cabo de dos horas, estaba en el aeropuerto esperando para coger ese avión que me llevaría a Los Santos, en California. Miedos: Elora tiene miedo - de que la vuelvan a engañar y que siendo tan joven.. no pueda volver a confiar en alguien. - de que pasen los años y no haya hecho nada con su vida. - de no disfrutar lo suficiente con las personas que de verdad le importan. - de malgastar sus mejores años haciendo cosas que no le gustan. - de ser rechazada o ignorada. - de no poder dejar sus miedos a un lado. - de las alturas. - de no conocer el amor verdadero. - de quedarse completamente sola. Aspiraciones: Elora aspira - a terminar sus estudios. - a tener un trabajo digno que le permita trabajar para vivir y no vivir para trabajar. - a conocer mundo. - a hacer amistades. - a encontrar una persona que la entienda. - a formar una familia de verdad, esa que cree que nunca tuvo. - a ser feliz.
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