Jcarrasco_3

Nombre y Apellido que vayas a usar ingame: Sergei Romanov Edad y fecha de nacimiento (REAL): 20 años. 29/05/2002 Experiencia previa en roleplay: En Tiraos RP durante 1 año y media (rol de mafia). Agrio RP durante 3 años, lo cuales: 1 año y medio de CNP y staff a la vez, 1 año siendo CNP asecas y 6 meses de rol de mafia. Cualquier cosa que quieras añadir (Opcional): Su vida tiene comienzo en Sviyazhsk, un bonito pueblo ubicado en la República de Tartaristán, Rusia. Galina Belyayev formaba parte de una tradicional familia de la zona, conocida por los diversos casos de albinismo dentro de esta. Arman Romanov se mudó a Sviyazhsk tras conocer a Galina en una de sus paradas como parte del ejército y quedar prendado de ella. Su amor fue merecedor de quedar escrito en un libro de trágico romance, una mujer débil debido a una enfermedad cayó enamorada por un soldado que pasaba por su pueblo por casualidad. Arman decidió mudarse para estar con ella y finalmente casarse. Su romance estuvo en boca de todo el pueblo pero eso le daba igual a la joven pareja y como fruto de su amor trajeron al mundo a dos mellizos albinos, Rubí y Sergei Romanov Belyayev. La tragedia sucedió durante el alumbramiento de los mellizos, Galina falleció mientras llevaba a cabo la labor de parto, pues su débil cuerpo no pudo soportarlo, dejando a Arman solo con ambos niños. Arman Romanov era un hombre entrenado desde su tierna infancia para ser soldado por su padre, nunca había conocido el cariño hasta su encuentro con Galina, ella le había enseñado lo bonita que podía llegar a ser la vida pero todos esos nuevos sentimientos se fueron con ella. Arman se negó a recibir la ayuda de la familia Belyayev para criar a los mellizos y decidió hacerlo solo él, de la única manera que conocía. Los primeros años de infancia de Sergei fueron simplemente los más felices de su vida, su padre era el mejor, pero a sus 5 años todo cambió, su padre empezó a entrenarles ya que veía a sus hijos como futuros militares, no como hijo o como familia, por lo tanto la relación familiar empezó a desaparecer a los 5 o 6 años de edad. Tanto a él como a su hermana, se le empezaba a complicar sus vidas con temprana edad. Los entrenamientos iban desde flexiones o abdominales hasta levantar peso, recordaba sus cuerpos temblorosos por la falta de musculatura, eran demasiado pequeños para eso. No le podían llamar “papá” o “papi” delante de la gente, de hecho, ni a solas, ya que su padre se encargó de hacerles aprender a las malas que la correcta forma de referirse a él era “Señor”, de cierta manera fue algo a lo que no le costó acostumbrarse dado que sentía mucho respeto hacia su padre. Cuando cumplió 10 años todo cambió en él, comenzó a madurar antes que el resto de niños, sabía muy bien que estaba bien y que estaba mal, que podía y que no podía hacer… pero había otra cosa que tenía clara, algo malo había en su interior, algo que seguramente le traería problemas, el rencor. A veces reaccionaba agresivamente, de forma impulsiva, todo lo contrario a lo que su padre les había inculcado con tanto esmero. Sergei y su hermana Rubí fueron siempre los raros de clase por su físico: Piel nívea llamativa por su carencia de pigmento incluso en un sitio como Rusia, pelo blanco como la nieve y sus claros ojos grises como un cielo nublado; como si no fuera suficiente resaltaban por sus condiciones físicas al ser entrenados desde temprana edad, altos y estilizados. Aun así intentaba vivir su vida sin dejar de influenciar por nada ni por nadie, únicamente estando con su hermana y su mejor amigo Alexander Reyes, un chico conoció en la escuela y se volvió casi de la familia, una persona muy querida tanto para él como para su hermana. A los 15 años obtuvo la matrícula de honor al mejor estudiante, lo que fue otro motivo para que se metieran con ellos, pero los hermanos nunca reaccionaban, se mantenían impasibles, algo que pedía su padre. Sin embargo era algo que no podría cumplir si alguien tocaba a su ojo derecho, su debilidad, la cual era su hermana. Sergei es un chico que pocas veces había expresado cómo se sentía, nada de lo que se le pasaba por la cabeza, únicamente se lo contaba a Rubí ya que era la única persona que le comprendía. Muchas noches se escapaban juntos al bosque a contar historias, comentaban lo que había pasado en el día… Aunque pocas veces expresó el cariño que tenía hacia su hermana, la quería y consideraba como su ojito derecho, su mejor amiga y su compañera de vida. Sergei siempre fue el chico perfecto, un buen hijo para su padre ya que siempre hacía caso a lo que le mandaba hacer, pero siempre era comparado con Rubí la cual siempre hacía todo perfecto dado a que su padre era más duro con ella por simplemente ser chica. A Sergei nunca le gustó ser comparado con su hermana, porque para él eso no era una competición, era un agobio, un sacrificio que le generaba angustia, ataques de ira por los que siempre acababa con los nudillos sangrando al desahogarse con la pared, esa era la única forma que conocía de sacar toda esa ira que llevaba dentro. Cuando Sergei cumplió 16 años, Arman retomó su carrera militar, dejándoles solos en casa, teniendo en cuenta que para ellos eso no era un problema, ya que en parte, se libraron de la “dictadura” que había en su casa, era una oportunidad de tener más libertad…. Durante ese año hasta sus 18 años Sergei intentó socializar por su parte, ser algo más libre, charlar por la noche con su hermanita, contar anécdotas, sus problemas, ayudarla.... Sin embargo, el día en el que Sergei cumplió 18 años, decidió fugarse tras recibir amenazas de un sujeto llamado Vladislav el mismo que estaba en busca y captura por pertenecer a una organización llamada Bratvá (Hermanos o Hermandad), pertenecía a la antigua Unión Soviética, de hecho en 2009 el jefe de “La Oficina Nacional de Interpol” (Timur Lakhonin) dictó que había contrabando, extorsión, fraude, tráfico de armas y de blancas, etc. Esa gente sólo conocía la existencia de Sergei y de Arman por su carrera e influencia militar (la amenaza llegó debido que Arman decidió investigar, sacando muchas pruebas en contra de trato de blanca que hacía Vladislav y sobre todo tratos de delitos informáticos encuentra de la Fuerza Armada de Rusia), por lo cual él tomó la decisión de alejarse de su hermana para evitar que quisieran dañarla y poder encargarse él solo como su padre le enseñó. Viajó a Londres donde comenzó a estudiar criminología, consiguiendo terminar antes de lo esperado la carrera gracias a sus notas y gran desempeño, recibiendo clases extras con este fin. Tras eso decidió especializarse en explosivos. Con el paso del tiempo comenzó a apreciar todo lo que les enseñó su padre y se convirtió en un chico muy sensato, ya no era el chico agresivo e impulsivo. Gracias al haberse alejado de casa entendió que en la vida no se puede ser rencoroso, ni agresivo, ni siempre estar en guardia y mucho menos hacer daño a las personas que tienes a tu lado, pero había algo de lo que Sergei que hacía que se arrepintiese, no podía evitar sentirse culpable por haber dejado a su querida hermana sola, todo para salvarla sin que le pasara nada. A causa de esto se tatuó el nombre de su hermana, Rubí, en su espalda como castigo por haberla dejado abandonada sin decirle palabra alguna. Un 12 de septiembre le llegó un mensaje al móvil diciendo “1 menos, te quedas tú solito, pronto nos veremos la cara”, al segundo intentó contactar con Rubí, y tras horas de intentos fallidos, fue capaz al menos de hablar con el cuartel en el cual trabajaba su padre, donde le comunicaron el fallecimiento del mismo. Gracias al cuartel se enteró de que su hermana estaba en una escuela militar por lo que llamó a esta intentando contactar con su hermana de nuevo, allí le informaron que esta había pedido un traslado a una academia policial en otro país “España” en el cual iría para poder encontrar a su hermana. Una vez tuvo la información suficiente decidió que era momento de ir tras su hermana y explicarle todo lo que había pasado, como tuvo que hacer el dia en el que cumplió 18 años e intentar vivir una vida en familia.