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Sombraxxl

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Todo lo publicado por Sombraxxl

  1. Gilberto Marqués. Nacido en Madrid España el 12 de agosto de 1979, proviene de una familia obrera de clase media, ubicados en un barrio al sureste de la ciudad, Aluche. tiene un hermano menor, de nombre Roque. Su niñez fue disfrutada como cualquier niño, con su entorno social y educación. En cuanto a la relación con su familia digamos que era óptima, pero con excepciones y la excepción era Roque. Gilberto es más familiar, pero Roque era como entrar en una espiral descontrolada de emociones. Era un niño normal risueño pero de pocas palabras, salía a pasear algunas tardes con sus padres y su hermano, en el parque mientras todos jugaban alborotados, él también lo hacía aunque mantenía más el control podía estar un rato observando el entorno y sus peligros, era sin duda muy analista en eso, y sobre todo le gustaba estar al lado de su padre mientras captaba su atención con alguna historia de su vida, parecía que le tranquilizaba escuchar a las personas, eso a la larga le sirvió de mucho en sus vivencias futuras. Su padre Vigilante Jurado, se dedicaba al transporte de fondos en un furgón blindado, su madre regentaba una peluquería pequeña. Al padre de Gilberto le gustaba mucho asesorarse sobre los derechos y obligaciones en el trabajo, era un hombre luchador. Sobre los 7 u 8 años Gilberto se iba con él cuando asistía a esos lugares, se quedaba atónito ver a la gente fumar y hablar sobre denuncias, sobre convenios. algunos hasta el borde del colapso. Así estuvo bastante tiempo, ya con 17 años cursando COU, cambió un poco el giro de las cosas, se empezó a interesar por ir a manifestaciones estudiantiles (muchas veces con los consecuentes porrazos marcados en sus piernas), a charlas de sindicatos clandestinas, incluso salidas nocturnas para la pegar carteles por la ciudad. Cumplidos los 18 años accedió a la universidad dónde pensó estudiar ingeniería mecánica. Le encantaban las estructuras, todo tipo de maquinaria industrial saber su funcionamiento y demás parafernalias. En la universidad le fue bien y allí su carácter le cambió un tanto, se dio cuenta que todo de lo que había escuchado y todo lo que había callado le sirvió para estructurar toda esa información y convertirla en tu aliada, con lo cual era el turno de hablar, y cuando tocara todo a tempo cual sinfonía. Buscó al sindicato de estudiantes donde decidió pagar la cuota y formar parte, estaba compuesto sobre todo de comunistas, algunos anarquistas y algún estudiante liberal. Y como no podía ser de otra manera estaba la otra parte que no se constituía como sindicato, pero era una pequeña facción totalmente opuesta de ideología. Grupo que acosaba y agredía a cualquiera que no compartiera sus ideas, no dudaban en desmantelar a golpe de violencia las reuniones en el local de la universidad, eran incontrolables. Gilberto entra en alerta y se da cuenta de que uno de sus miedos es que mancillen sus libertades a golpe de violencia, es cuando se promete usar el dialogo hasta la última consecuencia. Con gran tesón ya que sus esfuerzos no se centraron exclusivamente a los estudios al fin se graduó en Ingeniería mecánica y pronto se colocó en una empresa importante del sector del metal. Dónde se prometió desde la misma firma del contrato que no permitiría que volvieran a alimentar su miedo a tirar por suelo sus principios gratuitamente, aspirando a ayudar a aquel que se lo demande usando los mecanismos disponibles. Pasaban los años trabajando en el departamento de mecanizado de la empresa, esta estaba apretando a los empleados de forma casi inhumana a cambio de salarios precarios e inestabilidad laboral, en ese momento llevaba 3 años en la empresa. Una tarde a la salida del trabajo, mientras iba andando hacia la parada del autobús, no había día que no pensara –“Esto se está volviendo insostenible, están lapidando todos nuestros derechos, mientras la sección sindical de la empresa no hace nada…”-. Estaba afiliado desde el primer día a C.C.O.O. el cual tenía más representantes en ese Comité de empresa. Su llegada a casa era lo más parecido a atisbar un hilo de bienestar en la vida, y mientras conversaba con sus padres y su hermano durante una cena, dejó caer qué durante su experiencia en el trabajo, y asistir a esas charlas de los sindicatos de Izquierda, iba a presentarse a las próximas elecciones para delegado sindical de la empresa. ¡Había que cambiar las cosas¡, o al menos eso pensaba. - Papá, Mamá hoy mientras venia en el autobús de camino a casa y viendo los acontecimientos en el trabajo y la irresponsabilidad de la sección sindical, he decidido que me voy a presentar a las próximas elecciones por C.C.O.O. Al escuchar eso el padre casi se atraganta con un trozo de pan mientras arqueaba una ceja cual vaquero del oeste, mientras entre toses dijo. - Gilberto, ya sabes que nosotros no somos partidarios de la izquierda, pero mamá y yo te respetamos y apoyaremos. Su madre le cogió la mano y mediante la mirada y un leve cabeceo le dio el para bien. Mientras la nota discordante Roque entre risas y carcajadas dijo: - Hermanito, hermanito próximo defensor de futuros interesados, espero que te vaya bien alelao, pero verás cómo te vas a arrepentir y algún día me lo dirás. De pronto y sin margen de librarse de semejante colleja que recibió Roque de parte de su padre mientras negaba con la cabeza, cerró la conversación y continuó la cena. Gilberto pensó para sí mismo.: - Este hermano mío va por mal camino, espero que le vaya bien, sé que pronto nos separaremos, su camino no está aquí. – Meses después y viendo cómo se desmoronaba el comité de su empresa y a semanas de las elecciones, él ya estaba precavido. con palabra, su honradez, y su don de gentes debía empatizar con sus compañeros, incluso daba charlas a escondidas en los descansos que tenían diarios, al principio le costaba, pero era buen orador. Sin darse cuenta había reunido el 60% de la plantilla a su favor, animándole y confiando en sus propuestas, por lo que su deber era ahora conocer los mecanismos para revertir ese infortunado proceder de la empresa. Así hizo y mediante mucha lectura, conversaciones con grandes sindicalistas de otros sectores, logró ganar esa carrera de fondo que tanto anhelaba, ya se veía preparado para vivir ese sueño. Los miembros del actual comité estaban acorralados por estar de la mano de la empresa para su interés propio, Gilberto lo tenía todo planeado y a dos semanas de las elecciones, y sabiendo que sus compañeros estaban de su lado presentaron una moción de confianza para que los actuales miembros del comité representados por su sindicato dejaran sus cargos por su mal hacer, gano de pleno, solo 5 votos en contra. Evidentemente a los cargos salientes no lo encajaron demasiado bien. Todo estaba servido en bandeja de plata, se convocó una mesa interna de urgencia para confeccionar las nuevas listas con Gilberto a la cabeza. Ya con las elecciones ganadas y Gilberto como presidente del comité de empresa, empezó su cruzada junto a sus compañeros más afines para cambiar las cosas. Mediante paquete de propuestas hacia la empresa, que sistemáticamente esta rechazaba, continuó con huelgas, encierros en instalaciones de la empresa etc.… Con todo esto la empresa viendo la baja productividad del negocio y acorralados por Gilberto, decidieron aceptar cada una de las propuestas y todo empezó a recobrar el sentido de nuevo. Gilberto estaba muy fuerte en ese momento y dos años después de su hazaña, le propusieron ser secretario general del sindicato y aceptó, aunque se fue con un sabor agridulce y era que sentía que abandonaba a todos los compañeros con los que tanto había luchado. Le liberaron sindicalmente con lo que ya no tenía que rendir cuentas a su empresa. Una tarde y en lo que todo estaba calmado, con su hermano Roque ya fuera de casa haciendo sabe que…, recibe una llamada a casa. - ¿Sí? - Alelao, que soy el Roque - Cuanto tiempo Hermano, ¿cómo estás? ¿Dónde vives ahora? - Tengo malas noticias hermano, me vine a Los Santos y estoy en problemas. - ¡¡A Los Santos!!, estás loco, pero tú no has visto en la televisión como está esa ciudad de delincuencia…, vuelve para España ya! - Hermano, la verdad es que no puedo, yo soy un delincuente y ahora mismo me estoy jugando la vida, tengo que estar escondido y desaparecido, te mandaré mi dirección a casa de los padres…… piiiiiiiiiiiiiiiii - ¿Roque?, ¿Roque?. Esa Noche gilberto no pudo dormir ni un minuto, pensando que su hermano tenía problemas y aunque su relación era distante, no podía dejar pasar la conversación. Mientras en Secretaría general de su sindicato, los celos empezaban a aflorar en la sede, puesto que gilberto no era hombre de mesa donde pasarse firmando documentos o reunido con gente importante solo para sacar tajada, a él le gustaba hacer y por ende que los compañeros aportaran, con lo que toda esa comodidad de la pasividad ante las cosas lo fue cambiando poco a poco, tenían que trabajar para lo que estaban ahí y era por los derechos de los trabajadores a merced de las empresas. Aunque como en todo a un sector no le gustaba la idea de sacrificar un poco su posición ventajista para ayudar, y aquí es donde se vuelve todo gris. Gilberto estuvo sentado en muchas mesas negociadoras para negociar convenios con las empresas, y por su temperamento calmado pero enérgico y además de la fama que tenía adquirida de no conceder ni un milímetro ante las injusticias casi siempre sacaba más de lo que sacrificaba. Pero llego el momento de la bajada, las burbujas de la espuma se iban rompiendo, cada día le llegaban más presiones del sector crítico, no apoyaban sus propuestas, estaban empezando a urdir un plan para hacerle caer. El sector crítico comenzó a pactar con empresas donde el sindicato tenía mayorías que era en prácticamente el 90% para hacer caer a Gilberto. Y este grupo “Organizado” de obreros y empresarios, mezcla maligna por necesidad, no iban a dar tregua y lo iban a hacer a cualquier precio. Mandaban cartas a su casa a la sede central del sindicato sin remitente y a nombre del gilberto, con distintas presiones. “Estimado Gilberto. Deseamos que su pronta retirada de la secretaria general del sindicato que usted dirige sea temprana, Queremos desearle una pronta retirada en buenas condiciones, y eso solo depende de usted. Está generando un gran perjuicio a multitud de empresas, haciendo daño a su economía y es intolerable, nunca un obrero ha ganado más que un empresario y esto es gracias a usted. Deje de mancillar nuestros negocios y usted gozará de un buen estatus fuera de toda esta lucha, si no su desangramiento sindical será lento. Piénselo detenidamente, si no cesa en su propósito sabrá de nosotros nuevamente. ATT. Sus amigos.” Sin escrúpulos, mes a mes le iban llegando cartas, no contentos en la casa de sus padres también le llegaban, y los padres angustiados le recomendaban dejarlo, recordándole que a ellos no les gusto la idea. Ante la adversidad, Gilberto metido ahora en esa espiral de emociones como era su hermano e intentando solventar la mala situación que atravesaba, intentaba disipar tanto mal y lo puso en conocimiento de la policía, pero eran procesos lentos, y los enemigos sindicales y empresarios siempre iban un paso más allá, le empezaron a seguir individuos por las calles, hasta un día que él iba sentado en el autobús en la ventana, un coche se paró a la par en un semáforo, y por la ventana del coche saco una pistola apuntándole y se fue, todas esas presiones acabaron por colmarle. Consiguió aguantar un par de meses más, estaba exhausto con miedo… no podía continuar así. Entre medias de esos dos meses en una comida con sus padres, la madre le dio su correspondencia como siempre. Estaban las típicas amenazas que ya ni leía y otra con una letra como la de su hermano Roque, la que abrió apresuradamente para leerla. “Hermanito. Te escribo esto a toda prisa porque ni escribiendo estoy seguro, tengo que arreglar esta situación como sea o no nos veremos más. No sé por dónde empezar, pero la verdad que me vine aquí para dejar atrás mi vida rancia de allí y creo que la cagué, hermano he atracado, he secuestrado, matado… y lo peor que el circulo me ha comido y he acabado en una mafia estoy jodido son unos psicópatas que visten de traje y para sus negocios van con una máscara de diablo… la he liado… Me he escapado con lo que ahora seguramente me estén buscando por derecho para matarme. Tengo un buen amigo que está en la ciudad, ayúdame encontrándole y seguro consigo salir del atolladero, se llama Martin Hyde él te ayudará. Di a los padres que los quiero y a ti alelao, espero verte pronto.” De pronto la cara de Gilberto se tornó pálida y guardo la carta apresuradamente, mientras la madre preguntaba si estaba bien, él asintió levemente y dando un rumbo a la conversación dijo que le llamó Roque y que les diera un beso. Después de la sobremesa y la charla familiar tomando café Gilberto anuncia que se irá a dormir una pequeña sesta, el propósito era digerir toda esa información y mientras su cerebro parecía una centrifugadora tomó la decisión sin ningún tipo de duda. Se iría a Los Santos a prestar la ayuda para su hermano, además de no querer sufrir más coacciones, amenazas y caer en un círculo vicioso de las corruptelas de todo ese mundo, con lo que al día siguiente presento su renuncia con un escueto comunicado en rueda de prensa. “Yo Gilberto Marqués os convoco a la prensa para anunciar mi dimisión como secretario general de C.C.O.O. Sólo diré que esto se debe a todos esos corruptos que quieren hacer de todo este movimiento una fuente de intereses personales obviando al trabajador, donde englobo a compañeros de partidos, empresarios y políticos los que quieren seguir llenando sus bolsillos anteponiendo el bienestar común. Por lo que no deseo seguir recibiendo amenazas de ninguna índole, ya tiene mi cabeza que era lo que querían, además sin estar en condición solo demando que no se pierda lo que hemos vuelto a conseguir en este mandato. Buenos Días” A toda prisa y sin atender preguntas Gilberto ya había dejado el recado a la prensa y diera noticia además lo que darían que pensar sus palabras y abandonó el salón de actos. Salió por la puerta despidiéndose del conserje y el vigilante de seguridad, una vez en la calle echó la vista atrás contemplo el edificio donde había luchado tanto, suspiró y cogió un taxi que tenía enfrente, - Por favor lléveme a la C/Camarena por favor. Subió a casa de los padres, estaban allí de pie mirando la televisión contemplando la noticia, y cuando gilberto entró a la sala de estar, los dos se abalanzaron sobre él para abrazarse entre lágrimas, aceptando su decisión. Gilberto emocionado, pero sin perder tiempo les dijo que había hablado con Roque, además de haberle invitado a su casa en Los Santos le dijo que estaba montando un pequeño negocio que necesitaba ayuda, entonces iría allí para ayudarle. Desgraciadamente la realidad era otra y n se la podía contar. Su madre insistió en que le dijera que los llamara más que no sabían de él, Gilberto se lo prometió mientras la besaba. Sin perder tiempo y sin pasar por su casa, cogió prestada una maleta y metió 3 o 4 mudas que tenía por allí, metió la carta en la maleta bien guardada ya que era importante debido a que contenía el nombre del tal Martin Hyde. Se despidió de sus padres efusivamente y se dirigió en taxi al aeropuerto, pero antes cogiendo todos sus ahorros. Ya en la terminal se presentó en el mostrador, demandando un billete para viajar a los Santos, y casualidad que el vuelo salía en 2 horas, pagó 200€ y facturó la maleta en el instante. Seleccionó un asiento en la sala de espera, mientras pensaba como haría tal misión impaciente por coger el vuelo. Por la megafonía se anunciaba la salida del vuelo, apresurado fue a la fila pasó la puerta de embarqué y accedió al avión, buscaba su sitio como el que busca un objeto perdido de lo nervioso que se encontraba. Ya sentado intento relajarse por que se le iba a salir el corazón del pecho. Gilberto armado de valor se dirige a una incertidumbre sin sentido, apenas sin información sólo un nombre y mucho por hacer, aunque para sus adentros él pensaba que, si pudo arrodillar durante 3 años a las empresas poderosas del país, podrá encontrar a su hermano. Complexión: Físico normal, alto moreno con ojos azules 186 cm peso 77 kg. Aspiraciones: - Encontrar a Martin Hyde - Encontrarse con su hermano perseguido Miedos: - Que vulneren sus derechos y libertades. - A que le pase nada a su hermano o familia - Asentirse traicionado. Caracter: - Hábil socialmente. - Humilde - Leal. - Su palabra es su contrato. -Persistente en sus propósitos.
  2. Edad y fecha de nacimiento : 12/08/1984 35 años Experiencia previa en roleplay: He roleado en varios servidores, y cerca de 7 meses seguidos en un mismo servidor siempre con un mismo personaje, pero desarrollando diferentes roles in game. Gilberto Marqués. Nacido en Madrid España el 12 de agosto de 1970, proviene de una familia obrera de clase media, ubicados en un barrio al sureste de la ciudad. tiene un hermano menor, de nombre Roque. Su niñez fue disfrutada como cualquier niño, con su entorno social y educación. En cuanto a la relación con su familia digamos que era óptima, pero con excepciones y la excepción era Roque. Gilberto es más familiar, pero Roque era como entrar en una espiral descontrolada de emociones. Ya la adolescencia de Gilberto cambió un poco el giro de las cosas, se empezó a interesar por ir a manifestaciones, a charlas de sindicatos de izquierdas, mientras seguía sus estudios a paso firme, tenía capacidad para ello, se graduó en Ingeniería mecánica y pronto se colocó en una empresa importante del sector del metal. Pasaban los años trabajando en el departamento de mecanizado de la empresa, esta estaba apretando a los empleados de forma casi inhumana a cambio de salarios precarios e inestabilidad laboral, en ese momento llevaba 3 años en la empresa. Una tarde a la salida del trabajo, mientras iba andando hacia la parada del autobús, no había día que no pensara –“Esto se está volviendo insostenible, están lapidando todos nuestros derechos, mientras la sección sindical de la empresa no hace nada…”-. Estaba afiliado desde el primer día a C.C.O.O. el cual tenía más representantes en ese Comité de empresa. Su llegada a casa era lo más parecido a atisbar un hilo de bienestar en la vida, y mientras conversaba con sus padres y su hermano durante una cena, dejó caer qué durante su experiencia en el trabajo, y asistir a esas charlas de los sindicatos de Izquierda, iba a presentarse a las próximas elecciones para delegado sindical de la empresa. ¡Había que cambiar las cosas¡, o al menos eso pensaba. - Papá, Mamá hoy mientras venia en el autobús de camino a casa y viendo los acontecimientos en el trabajo y la irresponsabilidad de la sección sindical, he decidido que me voy a presentar a las próximas elecciones por C.C.O.O. Al escuchar eso el padre casi se atraganta con un trozo de pan mientras arqueaba una ceja cual vaquero del oeste, mientras entre toses dijo. - Gilberto, ya sabes que nosotros no somos partidarios de la izquierda, pero mamá y yo te respetamos y apoyaremos. Su madre le cogió la mano y mediante la mirada y un leve cabeceo le dio el para bien. Mientras la nota discordante Roque entre risas y carcajadas dijo: - Hermanito, hermanito próximo defensor de futuros interesados, espero que te vaya bien alelao, pero verás cómo te vas a arrepentir y algún día me lo dirás. De pronto y sin margen de librarse de semejante colleja que recibió Roque de parte de su padre mientras negaba con la cabeza, cerró la conversación y continuó la cena. Gilberto pensó para sí mismo.: - Este hermano mío va por mal camino, espero que le vaya bien, sé que pronto nos separaremos, su camino no está aquí. – Meses después y viendo cómo se desmoronaba el comité de su empresa y a semanas de las elecciones, él ya estaba precavido. con palabra, su honradez, y su don de gentes debía empatizar con sus compañeros, incluso daba charlas a escondidas en los descansos que tenían diarios, al principio le costaba, pero era buen orador. Sin darse cuenta había reunido el 60% de la plantilla a su favor, animándole y confiando en sus propuestas, por lo que su deber era ahora conocer los mecanismos para revertir ese infortunado proceder de la empresa. Así hizo y mediante mucha lectura, conversaciones con grandes sindicalistas de otros sectores, logró ganar esa carrera de fondo que tanto anhelaba, ya se veía preparado para vivir ese sueño. Los miembros del actual comité estaban acorralados por estar de la mano de la empresa para su interés propio, Gilberto lo tenía todo planeado y a dos semanas de las elecciones, y sabiendo que sus compañeros estaban de su lado presentaron una moción de confianza para que los actuales miembros del comité representados por su sindicato dejaran sus cargos por su mal hacer, gano de pleno, solo 5 votos en contra. Evidentemente a los cargos salientes no lo encajaron demasiado bien. Todo estaba servido en bandeja de plata, se convocó una mesa interna de urgencia para confeccionar las nuevas listas con Gilberto a la cabeza. Ya con las elecciones ganadas y Gilberto como presidente del comité de empresa, empezó su cruzada junto a sus compañeros más afines para cambiar las cosas. Mediante paquete de propuestas hacia la empresa, que sistemáticamente esta rechazaba, continuó con huelgas, encierros en instalaciones de la empresa etc.… Con todo esto la empresa viendo la baja productividad de la empresa y acorralados por Gilberto, decidieron aceptar cada una de las propuestas y todo empezó a recobrar el sentido de nuevo. Gilberto estaba muy fuerte en ese momento y dos años después de su hazaña, le propusieron ser secretario general del sindicato y aceptó, aunque se fue con un sabor agridulce y era que sentía que abandonaba a todos los compañeros con los que tanto había luchado. Le liberaron sindicalmente con lo que ya no tenía que rendir cuentas a su empresa. Una tarde y en lo que todo estaba calmado, con su hermano Roque ya fuera de casa haciendo sabe que…, recibe una llamada a casa. - ¿Sí? - Alelao, que soy el Roque - Cuanto tiempo Hermano, ¿cómo estás? ¿Dónde vives ahora? - Tengo malas noticias hermano, me vine a Los Santos y estoy en problemas. - ¡¡A Los Santos!!, estás loco pero tu no has visto en la televisión como está esa ciudad de delincuencia…, vuelve para España ya! - Hermano, la verdad es que no puedo, yo soy un delincuente y ahora mismo me estoy jugando la vida, tengo que estar escondido y desaparecido, te mandaré mi dirección a casa de los padres…… piiiiiiiiiiiiiiiii - ¿Roque?, ¿Roque?. Esa Noche gilberto no pudo dormir ni un minuto, pensando que su hermano tenía problemas y aunque su relación era distante, no podía dejar pasar la conversación. Mientras en Secretaría general de su sindicato, los celos empezaban a aflorar en la sede, puesto que gilberto no era hombre de mesa donde pasarse firmando documentos o reunido con gente importante solo para sacar tajada, a él le gustaba hacer y por ende que los compañeros aportaran, con lo que toda esa comodidad de la pasividad ante las cosas lo fue cambiando poco a poco, tenían que trabajar para lo que estaban ahí y era por los derechos de los trabajadores a merced de las empresas. Aunque como en todo a un sector no le gustaba la idea de sacrificar un poco su posición ventajista para ayudar, y aquí es donde se vuelve todo gris. Gilberto estuvo sentado en muchas mesas negociadoras para negociar convenios con las empresas, y por su temperamento calmado pero enérgico y además de la fama que tenía adquirida de no conceder ni un milímetro ante las injusticias casi siempre sacaba mas de lo que sacrificaba. Pero llego el momento de la bajada, las burbujas de la espuma se iban rompiendo, cada día le llegaban mas presiones del sector crítico, no apoyaban sus propuestas, estaban empezando a urdir un plan para hacerle caer. El sector crítico comenzó a pactar con empresas donde el sindicato tenía mayorías que era en prácticamente el 90% para hacer caer a Gilberto. Y este grupo “Organizado” de obreros y empresarios, mezcla maligna por necesidad, no iban a dar tregua y lo iban a hacer a cualquier precio. Mandaban cartas a su casa a la sede central del sindicato sin remitente y a nombre del gilberto, con distintas presiones. “Estimado Gilberto. Deseamos que su pronta retirada de la secretaria general del sindicato que usted dirige sea temprana, Queremos desearle una pronta retirada en buenas condiciones, y eso solo depende de usted. Está generando un gran perjuicio a multitud de empresas, haciendo daño a su economía y es intolerable, nunca un obrero ha ganado más que un empresario y esto es gracias a usted. Deje de mancillar nuestros negocios y usted gozará de un buen estatus fuera de toda esta lucha, si no su desangramiento sindical será lento. Piénselo detenidamente, si no cesa en su propósito sabrá de nosotros nuevamente. ATT. Sus amigos.” Sin escrúpulos, mes a mes le iban llegando cartas, no contentos en la casa de sus padres también le llegaban, y los padres angustiados le recomendaban dejarlo, recordándole que a ellos no les gusto la idea. Ante la adversidad, Gilberto metido ahora en esa espiral de emociones como era su hermano e intentando solventar la mala situación que atravesaba, intentaba disipar tanto mal y lo puso en conocimiento de la policía, pero eran procesos lentos, y los enemigos sindicales y empresarios siempre iban un paso más allá, le empezaron a seguir individuos por las calles, hasta un día que el iba sentado en el autobús en la ventana, un coche se paro a la par en un semáforo, y por la ventana del coche saco una pistola apuntándole y se fue, todas esas presiones acabaron por colmarle. Consiguió aguantar un par de meses más, estaba exhausto con miedo… no podía continuar así. Entre medias de esos dos meses en una comida con sus padres, la madre le dio su correspondencia como siempre. Estaban las típicas amenazas que ya ni leía y otra con una letra como la de su hermano Roque, la que abrió apresuradamente para leerla. “Hermanito. Te escribo esto a toda prisa por que ni escribiendo estoy seguro, tengo que arreglar esta situación como sea o no nos veremos más. No sé por dónde empezar, pero la verdad que me vine aquí para dejar atrás mi vida rancia de allí y creo que la cagué, hermano he atracado, he secuestrado, matado… y lo peor que el circulo me ha comido y he acabado en una mafia estoy jodido son unos psicópatas que visten de traje y para sus negocios van con una mascara de diablo… la he liado… Me he escapado con lo que ahora seguramente me estén buscando por derecho para matarme. Tengo un buen amigo que está en la ciudad, ayúdame encontrándole y seguro consigo salir del atolladero, se llama Martin Hyde él te ayudará. Di a los padres que los quiero y a ti alelao, espero verte pronto.” De pronto la cara de Gilberto se tornó pálida y guardo la carta apresuradamente, mientras la madre preguntaba si estaba bien, él asintió levemente y dando un rumbo a la conversación dijo que le llamó Roque y que les diera un beso. Después de la sobremesa y la charla familiar tomando café Gilberto anuncia que se irá a dormir una pequeña sesta, el propósito era digerir toda esa información y mientras su cerebro parecía una centrifugadora tomó la decisión sin ningún tipo de duda. Se iría a Los Santos a prestar la ayuda para su hermano, además de no querer sufrir mas coacciones, amenazas y caer en un circulo vicioso de las corruptelas de todo ese mundo, con lo que al día siguiente presento su renuncia con un escueto comunicado en rueda de prensa. “Yo Gilberto Marqués os convoco a la prensa para anunciar mi dimisión como secretario general de C.C.O.O. Sólo diré que esto se debe a todos esos corruptos que quieren hacer de todo este movimiento una fuente de intereses personales obviando al trabajador, donde englobo a compañeros de partidos, empresarios y políticos los que quieren seguir llenando sus bolsillos anteponiendo el bienestar común. Por lo que no deseo seguir recibiendo amenazas de ninguna índole, ya tiene mi cabeza que era lo que querían, además sin estar en condición solo demando que no se pierda lo que hemos vuelto a conseguir en este mandato. Buenos Días” A toda prisa y sin atender preguntas Gilberto ya había dejado el recado a la prensa y diera noticia además lo que darían que pensar sus palabras y abandonó el salón de actos. Salió por la puerta despidiéndose del conserje y el vigilante de seguridad, una vez en la calle echó la vista atrás contemplo el edificio donde había luchado tanto, suspiró y cogió un taxi que tenia enfrente, - Por favor lléveme a la C/Camarena por favor. Subió a casa de los padres, estaban allí de pie mirando la televisión contemplando la noticia, y cuando gilberto entró a la sala de estar, los dos se abalanzaron sobre él para abrazarse entre lágrimas, aceptando su decisión. Gilberto emocionado pero sin perder tiempo les dijo que había hablado con Roque, además de haberle invitado a su casa en Los Santos le dijo que estaba montando un pequeño negocio que necesitaba ayuda, entonces iría allí para ayudarle. Desgraciadamente la realidad era otra y n se la podía contar. Su madre insistió en que le dijera que los llamara más que no sabían de él, Gilberto se lo prometió mientras la besaba. Sin perder tiempo y sin pasar por su casa, cogió prestada una maleta y metió 3 o 4 mudas que tenía por allí, metió la carta en la maleta bien guardada ya que era importante debido a que contenía el nombre del tal Martin Hyde. Se despidió de sus padres efusivamente y se dirigió en taxi al aeropuerto, pero antes cogiendo todos sus ahorros. Ya en la terminal se presentó en el mostrador, demandando un billete para viajar a los Santos, y casualidad que el vuelo salía en 2 horas, pagó 200€ y facturó la maleta en el instante. Seleccionó un asiento en la sala de espera, mientras pensaba como haría tal misión impaciente por coger el vuelo. Por la megafonía se anunciaba la salida del vuelo, apresurado fue a la fila pasó la puerta de embarqué y accedió al avión, buscaba su sitio como el que busca un objeto perdido de lo nervioso que se encontraba. Ya sentado intento relajarse por que se le iba a salir el corazón del pecho. Gilberto armado de valor se dirige a una incertidumbre sin sentido, apenas sin información sólo un nombre y mucho por hacer, aunque para sus adentros él pensaba que si pudo arrodillar durante 3 años a las empresas poderosas del país, podrá encontrar a su hermano. Complexión: Físico normal, alto moreno con ojos azules 186 cm peso 77 kg. Aspiraciones: - Encontrar a Martin Hyde - Encontrarse con su hermano perseguido Miedos: - Que vulneren sus derechos y libertades. - A que le pase nada a su hermano o familia - Asentirse traicionado. Caracter: - Hábil socialmente. - Humilde - Leal. - Su palabra es su contrato. -Persistente en sus propósitos.
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