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Invitación - Kamu_El_Manco


Richi

Publicaciones recomendadas

  • -Administrador-

@Kamu_El_Manco Invitación Nice One Barcelona

 

 

Formulario a rellenar:

 

  Nombre y Apellido que vayas a usar ingame (ej: Javier Perez):

  Edad y fecha de nacimiento (REAL):

  Experiencia previa en roleplay:

  Historia completa de tu personaje (como lo interpretaras, de donde viene, que pretende ser, sus aspiraciones y sus miedos etc...):

  Cualquier cosa que quieras añadir (Opcional):

 

"Lectura RECOMENDADA"

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Nombre y Apellido que vayas a usar ingame (ej: Javier Perez): Craig Dawson
Edad y fecha de nacimiento (REAL): 32 años, 17 de mayo de 1987
Experiencia previa en roleplay: En roleplay online estoy bastante verde, no obstante en lo que se refiere a rol en general tengo unos 15 años de 
experiencia tanto jugando como dirigiendo rol de mesa y otros 7 años en roles en vivo (LARP)
Historia completa de tu personaje (como lo interpretaras, de donde viene, que pretende ser, sus aspiraciones y sus miedos etc...): 

Craig Dawson nació en el seno de una familia adinerada en la década de los 80 en el mismo corazon de Manhattan. Hijo único, desde pequeño su padre quiso lo mejor para su futuro y lo llevaron a un colegio muy prestigioso donde hizo grandes amigos, o contactos como decía su padre. 

 

Una vez finalizada su educación primaria, empezó a cursar la carrera de Ingeniería Industrial con su correspondiente Máster en la universidad de Princeton, acabando toda su educación con matrícula de honor. En Princeton conoció a Lisa, su futura esposa y a Nathan, la persona que en un futuro se convertiría en su mano derecha. 

 

Se incorporó en la empresa de su padre, donde desde un inicio aportó grandes ideas y ayudó a tener mayores ganancias. Poco después de su boda con Lisa nació Adhara, su hija. Gracias a su posición en la empresa y a su salario podía vivir por todo lo alto. A mediados de 2010 su padre acabó falleciendo tras una larga enfermedad. Con la muerte de su padre, Craig acabó heredando la empresa y quedándose al cargo de la misma. Una de las primeras cosas que hizo fue poner a Nathan como vicepresidente. 

 

La tensión era cada vez mayor dentro de la propia empresa tras tomar un par de malas decisiones. Nathan y Craig no hacían otra cosa que echarse la culpa el uno al otro, lo que Craig no imaginaba era el siguiente movimiento que Nathan había estado preparando a sus espaldas. Craig, tras una discusión con Nathan, decidió convocar a la junta directiva de la propia empresa para informar de que Nathan dejaba de ser vicepresidente y debía dejar la empresa. Craig acabó encontrándose en dicha reunión con una carta de destitución de cargo frente a sus incrédulos ojos. Su situación en casa tampoco iba del todo bien, y tras dicha reunión y fuertes intercambios de palabras, Lisa acabó por cambiar la cerradura de casa y pidiendo una orden de alejamiento. 

 

Sin lugar a donde ir, Craig acabó vagando y yendo de un lugar a otro sin rumbo definido. Durmiendo en la intemperie sin dinero, sin casa y sin empresa, intentó quitarse la vida en varias ocasiones, la primera tirándose desde lo alto de un edificio (pero acabó cayendo dentro de un camión de basura) y la segunda tirándose al tren (el cual acabó pasándole por justo encima sin llegar a tocarlo). Viendo que el destino no quería que se quitara la vida, decidió que su objetivo era volver a estar en la cima de la sociedad, no para demostrarle a Lisa que se había equivocado ni para demostrárselo a sus anteriores compañeros, sino para sí mismo… porque Craig está convencido de que él merece estar en lo más alto. No dudará en hacer lo que haga falta para conseguirlo, aunque tenga que llevarse a gente por los ríos sicilianos.

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Buenas @Kamu_El_Manco

 

Tu invitación ha sido denegada momentáneamente. Intenta desarrollar un poco más la historia. Veo que se queda muy corta. Ademas,  recuerda que queremos saber como lo interpretarás, qué pretende ser, sus aspiraciones, miedos, etc. 

 

Un saludo,

 

PD: No edites tu mensaje, responde a este mismo.

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Nombre y Apellido que vayas a usar ingame (ej: Javier Perez): Craig Dawson
Edad y fecha de nacimiento (REAL): 32 años, 17 de mayo de 1987
Experiencia previa en roleplay: En roleplay online estoy bastante verde, no obstante en lo que se refiere a rol en general tengo unos 15 
años de experiencia tanto jugando como dirigiendo rol de mesa y otros 7 años en roles en vivo (LARP)
Historia completa de tu personaje (como lo interpretaras, de donde viene, que pretende ser, sus aspiraciones y sus miedos etc...): 

Lo que la suerte te da, la misma suerte te lo quita, buscando equilibrar tu vida con la del resto de los habitantes de este enorme cosmos en el que todos estamos conectados. Esa es la conclusión a la que Craig ha llegado después de ver pasar ante sus ojos los fotogramas de esos días felices y esas largas noches en el infierno que han conformado sus casi cuarenta años de existencia… la misma conclusión que le ha hecho proponerse que la mala suerte se ha acabado: es hora de compensar todo lo que ha sufrido con dinero. Montones de dinero.

 

Craig fue el único hijo de Jonathan Dawson, el acaudalado propietario de Dawson & Connor, el gigante de las minas de cobre, por lo que viene de un poderoso linaje por ambas partes: Henry Dawson le pasó la empresa a su yerno cuando se jubiló, y Jonathan, que venía de una bien posicionada familia de abogados, tomó el apellido de su esposa para hacerse con las riendas de la multinacional. El matrimonio Dawson nunca fue ejemplar, y quizás por eso Craig fue el único vástago que trajeron al mundo. Le dieron lo mejor: tenía todo aquello que pedía y cuando lo pedía, y desde los tres años estudió en un prestigioso internado donde se mantenía lejos de las constantes riñas e infidelidades de sus padres. Quizás por eso Craig creció ignorante a los problemas que inundaban su mansión en Beverly Hills, siendo un niño mimado y aparentemente feliz, aunque siempre ha pensado que la falta de valores y amor familiar que sufrió durante toda su infancia fueron los culpables de su perdición. Craig fue un niño solitario, individualista, acostumbrado a que se hiciera siempre lo que él decía y cuando lo decía sin dar demasiadas explicaciones, pero ni en el internado ni en su casa eso parecía ser un problema. Tampoco lo fue años después en la Universidad de Princeton, donde el dinero que les sobraba a sus padres podía comprar matrículas de honor que hicieran lucir todavía más su ya excelente currículo. Craig era un chaval inteligente y con capacidad de gestión, pero no iba a conformarse con un excelente cuando unos pocos miles de dólares podían conseguirle algo mejor.

 

A día de hoy no está demasiado seguro de si fueron sus notas, su carisma o su bolsillo lo que encandiló a Lisa Andrews, la hija del senador Mike Andrews. Él estudiaba Ingeniería Industrial, ella, Historia Contemporánea (algo que no le hacía ninguna falta, colocada como estaba desde su nacimiento gracias a la carrera política de su padre), pero el campus universitario incluía todas las titulaciones, por lo que coincidían habitualmente en las reuniones del Excellence, la versión del Club Bilderberg que se había montado la élite (económica y de poder, claro) de los estudiantes de Princeton. Allí todos eran hijos de alguien importante, y sus cualificaciones académicas no eran algo a tener en cuenta: lo único necesario para ser miembro de Excellence eran un apellido conocido y una cuenta corriente con más de seis dígitos, y eso era algo que tanto Craig como Lisa tenían en común. Desde el día en que empezaron a salir juntos, fueron la pareja de moda en el campus de Princeton, y nadie dudaba que ese amor universitario traspasaría los muros de la universidad y se convertiría en una sonada boda. Así fue: más de trescientos invitados en un derroche de glamour, lujo y pomposidad unieron a los Dawson y a los Andrews, demostrando algo que a Craig siempre le había olido mal: el propósito de Lisa en Princeton no era sacarse una carrera, sino pescar un marido bien posicionado que le permitiera seguir haciendo lo mismo que había hecho hasta entonces: vivir de otro hombre.

 

Pero para cuando terminó el Máster en Ingeniería de Minas y empezó a trabajar en la empresa de su padre, a Craig todo eso le importaba muy poco. Todo en su vida iba bien: había acabado los estudios, tenía a la mejor prometida que nadie pudiera tener y su padre había accedido a contratar a Nathan Parrell como director comercial. Nathan era otro de los reconocidos miembros de Excellence, en este caso el quinto hijo de la británica Mary Anne Parrell, condesa de Gawenshire, quien había enviado a todos sus hijos a estudiar a las mejores universidades de los Estados Unidos. Como en cualquier familia de la nobleza europea, al quinto hijo le esperaba muy poco, así que la estrategia de Nathan era clara: hacerse un hueco en alguna gran empresa americana, al lado de sus más altos directivos, donde vivir bien y trabajar poco. Pero de nuevo, igual que con Lisa, Craig estaba tan cegado con la supuestamente sincera amistad que te ofrecía Nathan que no fue capaz de ver la serpiente traicionera que esa formalidad de conde británico escondía hasta que fue demasiado tarde. Parrell fue su mejor amigo, el padrino de su boda y, cuando su padre enfermó y le legó la empresa, también su vicepresidente.

 

Para finales de 2009, Craig Dawson vivía en una especie de fantasía que sólo el fallecimiento de su padre consiguió manchar. Tenía una mansión enorme, la esposa ideal y su primera y única hija, Adhara, acababa de nacer. Dawson & Connor iba viento en popa después de que Nathan recomendara unas arriesgadas inversiones en las minas de cobre de Perú que acabaron saliendo muy rentables, y las ganancias anuales eran de millones de dólares que Craig invertía en llevar un carísimo tren de vida. Rodeaba a su mujer y a su hija de todo tipo de lujos, y durante esos años visitaron los lugares más exóticos y exclusivos del mundo… pero esa ficción ideal que era su vida pronto se rompería cual castillo de naipes. Su incapacidad para negociar, aceptar los errores, tolerar un no por respuesta o tener en cuenta la opinión de los demás si estaba en contra de la suya fueron incrementando poco a poco el malestar en su empresa. Lo que al principio eran las excentricidades del director general, con el tiempo se convirtieron en quejas y problemas, y ello derivó en varias salidas de directivos importantes hacia otras empresas donde no tuvieran un jefe tan déspota. Los nuevos ocupantes de estos cargos, ya conocedores del carácter de Craig, se pusieron del lado de Nathan, con quien él tenía cada vez peor relación. Las discusiones en el despacho presidencial eran constantes: Nathan y Craig se echaban las culpas de cada error o problema el uno al otro, y lo que había sido una sólida amistad entre dos grandes líderes se acabó convirtiendo en una guerra abierta entre el presidente y el vicepresidente. En casa las cosas no iban nada mejor: Craig trasladaba sus problemas con la empresa al hogar, y su relación con Lisa se parecía cada vez más a la de Jonathan Dawson y su esposa, algo que Craig nunca hubiera deseado. Ese deterioro de su matrimonio supondría el principio del fin: las discusiones con Lisa las pagaba con Nathan, y las discusiones con Nathan las pagaba con Lisa. Quizás fue por eso que su mejor amigo y su esposa empezaron a encontrarse, y la propuesta de divorcio que Lisa le hizo una buena mañana de hace tres años se saldó con un puñetazo en la cara por parte de Nathan. Con el ojo morado y los nervios hirviendo de ira convocó una junta directiva para el día siguiente con el objetivo de revocar el cargo de su mejor amigo y apartarlo de la empresa, pero la vida le dio el último revés: fue Nathan quien lo echó de la empresa a él. La junta directiva en pleno había decidido apartarlo de la presidencia a la vez que Lisa había decidido apartarlo de su vida: de la noche a la mañana, el prometedor Craig Dawson, presidente de Dawson & Connor, poderoso, rico y carismático, lo había perdido todo.

 

Sin un centavo en el bolsillo ni lugar a donde ir (la mansión de sus padres se había vendido después de la muerte de Jonathan Dawson, y todas sus cuentas habían sido bloqueadas por Lisa), pasó la primera noche en la calle durmiendo en el suelo de un portal, acostado con su propia chaqueta y un par de cartones que pudo conseguir de una trastienda. La siguiente noche pudo cambiar de portal, pero ninguno de los compañeros de calle a los que fue conociendo poco a poco tenían intención de compartir nada con él: sabían quién era; salía en los periódicos, y no sentían ninguna compasión con Craig. La camaradería y solidaridad que los sin techo compartían entre ellos no estaba reservada para un hombre rico caído en desgracia; simplemente era la justa venganza que merecía por haber descansado entre plumas y sedas mientras ellos morían de frío bajo un puente.

 

Los días eran cada vez más largos y las noches cada vez más frías. Sin nada que hacer excepto suplicar limosna y vagabundear por las calles de los suburbios, Craig intentó quitarse la vida en varias ocasiones, pero parecía que la mala fortuna le negaba incluso esa posibilidad: la primera vez, cuando se arrojó de un edificio, cayó sobre un tendal que paró el golpe y apenas sufrió algunos golpes y magulladuras. La segunda, lanzándose a las vías del tren, cayó justo en medio de los raíles y el convoy le pasó por encima sin siquiera rozarle. Fue durante esos días, sentado en un banco y contemplando la extensa bahía de Los Ángeles con sus escasas posesiones en una bolsa, cuando se sentó por primera vez a reflexionar, a pensar y a hablar consigo mismo. Era algo que nunca antes había hecho: siempre ocupado, siempre con algo que hacer o a lo que dedicar sus pensamientos, siempre en la cresta de la ola, viviendo más para los demás que para sí mismo. En esos soleados y fríos días, ante un mar infinito y brillante, analizó cada minuto que recordaba de los treinta y largos años que había durado su existencia hasta entonces, e intentó encontrar patrones, causas, consecuencias y errores. Poco a poco, mientras el Sol hacía su recorrido por los diferentes ventanales del rascacielos de cristal de Dawson & Connor, al otro lado de la bahía, Craig se fue dando cuenta de que merecía algo más que un colchón raído en una vieja nave industrial abandonada. Había estado en lo más alto, la caída había sido dolorosa, pero igual que volvía a levantarse cuando caía en el campo de rugby, tocaba alzarse ahora de nuevo y escalar hasta la cima. Por mucho que los diplomas con sus títulos estuvieran abandonados en un garaje (o eso suponía), seguía siendo ingeniero industrial con un máster en minas, y seguía teniendo amplios conocimientos en economía y gestión de empresas. Estaba claro que ninguna compañía que se preciara iba a contratar a un vagabundo que decía ser Craig Dawson (¿le habrían dado por muerto?), pero quizás su objetivo no era una compañía que se preciara… había otras muchas “empresas” que podían encontrar útiles sus conocimientos, y en las que podría tener la oportunidad de volver a ser alguien. Quizás no era lo más legal y limpio del mundo, pero la suya era una situación desesperada… que requería de medidas desesperadas.

 

Con este pensamiento en mente, Craig se ha mudado a Los Santos, dispuesto a vender sus habilidades y conocimientos al mejor postor. Es consciente de que tendrá que empezar desde abajo, repartiendo cafés y haciendo los trabajos sucios, pero todo buen empresario sabe que siempre hay que pagar un precio. Es un hombre decidido, carismático y que ha aprendido de sus errores, por lo que no volverá a cometerlos: aceptará las negativas y se mostrará abierto y negociador cuando sea necesario. Sin embargo, tras esta fachada de hombre seguro de sí mismo se esconde un lógico temor por este repentino cambio de personalidad y sus propias decisiones: ¿y si lo obligan a matar a alguien? ¿Y si termina entre rejas? Pero una desconocida ambición se ha apoderado de él desde que abandonó ese banco de la bahía, y no se dejará amedrentar por sus propias inseguridades; al fin y al cabo, siempre lo tuvo todo muy fácil y no tuvo que esforzarse en absoluto por conseguir ninguno de sus objetivos, y la novedad que supone tener que alcanzar algo por sí mismo lo mantiene en activo. Todavía no tiene muy claro cuál debería ser su primer movimiento, ni con quién debería contactar… pero no puede ser tan difícil (¿no?).

 

El crimen organizado está por todas partes, y si realmente la estás buscando, es la mafia la que acaba encontrándote a ti.

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Tu invitación ha sido aceptada. Te recomiendo leer la NORMATIVA a conciencia y comprenderla bien antes de pasar a hacer el examen oral.

También te dejo dos post muy útiles sobre COMANDOS /ME Y /DO y ROL DE ENTORNO

 

Ya puedes acceder al TS3 (ts3.despistaos.es) para realizar el examen.

 

Aquí tienes los horarios de entrevistas, puedes escoger el que mejor te venga: HorarioEntrevistas

 

Cualquier duda, puedes preguntarla en las salas de ayudas en nuestro servidor TeamSpeak3.

 

 

Mucha Suerte, @Kamu_El_Manco!!

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  • 3 weeks later...
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