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shane_bio

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  1. Mi ID: 14754 Invitado: https://despistaos.es/profile/26793-yishus/ Buenas, llevo dos semanas roleando en el server y me gustaría invitar a @yishus, es una persona con la que llevo muchos años jugando y hemos roleado juntos en otro server durante 6 meses aproximadamente. Tengo mucha confianza en él, ya que es un amigo personal, y creo que podría aportar un rol muy entretenido como ya hizo en otro servidor, por estas razones me gustaría invitarle y ser su madrina.
  2. Nombre y apellido ingame: Shane Reznikov Edad y fecha de nacimiento (REAL): 30 años 20/10/1989 Experiencia previa en roleplay: He jugado en 2 servidores de rolplay de gta, entre los dos las experiencias suman unos 7 meses. Durante estos meses he roleado tanto de ciudadana, como EMS y jefa de banda. HISTORIA La historia de Shane empieza 34 años atras, Península Balcánica. Su madre, originaria de Serbia viaja Montenegro donde conoce a un estibador de origen español con el cual mantiene una relación que prometía ser duradera. Juntos, se establecen en Serbia y conciben a su primera hija, la hermana mayor de Shane. Durante años, el padre cae en la dinámica de aparecer y desaparecer, desentendiéndose del matrimonio y paternidad , asiudo a frecuentar bares y malas compañias. La madre , al igual que su familia, tenía un carácter duro y orgulloso que tendía a desaparecer cada vez que aquel español con gran labia aparecía, cargado de nuevas disculpas, promesas, mentiras y algún puñado de billetes que no arreglaban nada. De aquella manera, la madre estuvo años tirando sola de su hija y la desvencijada casa en la que mal vivían, trabajando de sol a sol en antros de mala muerte. La situación sólo fue a peor cuando, seis años después, volvió a quedar embarazada de su segunda hija; Shane. Antes del parto de esta última, fue la última vez que vieron al padre. Nunca volvieron a saber de él, sus hijas no llevarían el apellido paterno con ellas para evitar el constante recuerdo del hombre que las abandonó. Madre e hijas permanecieron unidas , sobreviviendo muy humildemente, con lo justo, en un barrio conflictivo... en un país aún más conflictivo. Años después, cuando su primera hija pasó la adolescencia, esta decidió entrar a prestar servicio en la milicia del país por un profundo sentimiento patriotico que la impulsaba a poner su grano de arena contra la debacle en la que estaba cayendo el país en el que la tensión empezaba a cortarse con un cuchillo. La gente pasaba penurias, las revueltas eran constantes, la violencia creciente. La hermana mayor pensó que ella podría ser parte de la solución, protegiendo a sus compatriotas de unos gobernantes nefastos. Tuvo que militar durante dos años en el bando equivocado para darse cuenta de su error, el gobierno reprimia al pueblo con violencia, asi que, tomó la decisión de desertar de la milicia para unirse a los oprimidos. Shane tan solo era una niña de 12 años el día que siguió a su hermana, encaminada a unirse al pueblo en los disturbios de la ciudad. La siguiente imagen en su memoria es la de su hermana tirada en la calle, sobre un charco de sangre, rodeada de una turba que seguía peleándose como si nada. Sus últimos recuerdos de aquel fatídico día: Los balazos en el cuerpo de su hermana, la sangre corriendo, la mirada esquiva y fría del militar que estaba frente a ellas con el cañón del rifle aún caliente, la última mirada de su hermana, agonizante, apagándose. El polvo, el humo rodeándolas. Nunca supo si fueron aquellos dos elementos lo que lo provocó, quizá el shock o trauma severo, pero empezó a sentir que se ahogaba. Entre sollozos, no podía respirar, su vida se iba al igual que la de su hermana, hasta que alguien se acercó a ella. Aquella persona la vio, quitó el pañuelo del cuello que cubría la garganta de su difunta hermana y tapó la boca de la niña para protegerla del humo que empezaba a tragarsela. Pasaron los años, pero jamás pasó el dolor que reinaba en su casa, tanto en madre como en la hija menor. Durante su adolescencia la hija menor, para disgusto de su madre, se volcó en unirse a cada protesta y revuelta violenta en la ciudad. Lo vivido durante aquellos años de violencia en las calles, junto al asesinato de su hermana por militares movidos por el gobierno, motivó a una Shane que abandonaba la adolescencia a unirse a un grupo paramilitar con intenciones de usar el terrorismo y la violencia para derrocar al gobierno. Su odio hacia la milicia y el gobierno sumado a su psicopatía creciente y el ansia por la venganza, la llevó a ser parte importante y apegada de aquel grupo. Llegó a desarrollar una importante relación de amistad con un ex piloto de la milicia, también desencantado con el gobierno. Movieron la violencia, robos y terror allá por donde fueron, pero finalmente aquella banda empezó a despedazarse a causa de uno de los integrantes que, tras ser capturado, delató a todos los demás. Shane se vio obligada a abandonar Serbia antes de que la poca familia que le quedaba sufriese las consecuencias. Asi huyó del país con lo puesto a otro continente. Cuando llegó a la nueva ciudad, pobre como las ratas de nuevo, pensó en mantener un perfil bajo. Su cara cubierta por sus inseparables pañuelos ya llamaban la atención lo suficiente. Estuvo trabajando duro durante meses como transportista hasta que un día, tras un pequeño accidente con el camión, conoció al hombre que la trató en el hospital. REsultó ser el jefe médico del mismo, el cual estaba envuelto en muchos líos con gente problemática y necesitaba protección. Dada la experiencia de Shane con las armas y la violencia, no tuvo problema en adoptar un nuevo trabajo como guardaespaldas de aquel hombre a cambio de un gran sueldo. Uno de aquellos días, Shane acompañó al jefe del hospital a cazar, donde observaron al llegar a un cazador que había tenido un accidente de quad. El accidentado, estaba acompañado de un reverendo entrado en pánico por la situación. Shane ayudó a salvar al accidentado y llevarlo al hospital, donde fue operado por su protegido. Aquello sentó las bases de una importante amistad con el cazador y su acompañante. El tiempo pasaba, y aquel problemático hombrecillo parecía querer meterse cada vez en más problemas. Por su carácter desagradable, empezó a tratar mal también a la única persona que protegía su vida, Shane. Esta empezó a cansarse de sus malos modos y sus actos, cada vez más estúpidos, hasta que un día firmó su sentencia de muerte. Shane presenció como su protegido abusaba psicológica y casi fisicamente de la nueva enfermera del hospital, vejándola a diario. Un día, Shane no pudo aguantarlo más, y en medio de una disputa entre el jefe del hospital y la enfermera, acabó con la vida del primero. Aquella chica, lejos de delatarla, guardo su secreto y se lo agradeció con la máxima lealtad. Después de ayudar a Shane a deshacerse de la prueba del crimen, la joven decidió abandonar el hospital por miedo a levantar sospechas. Shane la acogió y juntas trabajaron duro para abrir un taller de motos, una de las pasiones de Shane. Aquel cazador al que Shane ayudó meses atrás en su accidente, junto al reverendo, estuvieron echándole una mano con su negocio. Debido a las dificultades económicas que el local atravesaba, Shane empezó a delinquir con la ayuda de sus tres amigos, metiéndose en robos de poca monta al principio, acabando por sumergirse en el mundo del tráfico de drogas. Poco a poco, ganaron mucho dinero, empezando a hacerse con gran poder en la ciudad. Pero no todo sería ascendente para siempre. Empezaron a tener nuevas personas a su cargo que movían la droga por ellos. Cuando adquirieron un nivel notorio de vida e importancia, aquella joven humilde a la que había ayudado, empezó a cambiar. La personalidad de la ex estudiante de medicina empezó a volverse prepotente y altiva, ignorando las órdenes y consejos de Shane, complicando sus vidas y sus negocios. Aquella chica comenzó a hacer las cosas bajo su criterio equivocado sin escuchar a nadie más, lo que provocó la muerte de uno de sus trabajadores por una mala decisión que además iba en contra de las directrices de Shane. La policía empezó a pisarles los talones tras esto. Shane sabía lo que tenía que hacer, deshacerse de ella. La había traicionado y puesto la vida de todos en peligro, pero por un sentimiento fraternal hacia aquella chica se vio incapaz de terminar con su vida así como había terminado con la de muchos otros. Así que sólo le quedaba volver a escapar, pero el tiempo se le había echado encima, la presión policial era asfixiante, no había manera de de reunir a las dos personas que le importaban, el reverendo y el cazador, salvar su fortuna y escapar. Estuvo un mes recluída en una vieja casa en el bosque, pensando su plan. Una noche, cogió su moto y condujo hasta la ciudad. Estuvo intentando ponerse en contacto de todas las maneras con el cazador, pero nunca respondió. Frustrada, bajó de su moto y en plena calle sacó su pistola y se disparó a si misma, en el hombro. Las emergencias no tardaron en llegar, la policía tampoco lo hizo al ser avisada por una herida de bala. Mientras sanitarios y policías hablaban en el pasillo, Shane aprovechó para sacar su cuchillo, el cual había estado oculto en su cintura, para hurgar con la hoja sucia de este en la herida. Apretando los dientes, provocó una fuerte infección en la herida antes de que la policía pudiera llevarsela con ellos, impidiendo su traslado. La infección causó una fuerte fiebre, desmejorando a pasos agigantados su apariencia, pero su mente seguía fuerte. Shane, en una gran actuación de mujer herida y desvalida, pidió la presencia de un reverendo con la intención de confesarse por temor a morir. Era su derecho, asi que no pudieron negarselo. Usó todas sus fuerzas para aguantar hasta que el reverendo, que no era otro que su amigo, llegó. Cuando se acercó a ella, esta aprovechó para ponerle la hoja del cuchillo en la garganta y usarlo de rehén para huír del hospital. Huyeron juntos, con la policía no demasiado lejos. Condujeron hasta un barranco por el que tiraron el coche, y después corriieron a través del bosque donde les esperaba una caravana vieja en la que nadie se fijaría demasiado. Esa caravana albergaba material sanitario y el dinero suficiente para salir del pais con pasaportes falsos. El reverendo condujo hacia la frontera para buscar un nuevo destino. Ambiciones: Shane odia los gobiernos, el orden y la ley. Su ambición es causar el caos en estos allá donde va, usando métodos ilegales que la puedan enriquecer económicamente. Ambiciona dinero, poder y destrucción. Miedos: Le tiene pánico a encariñarse con alguien, ya que el pasado le ha enseñado que esta persona puede acabar perjudicada o desaparecida. Su máximo terror es perder a la poca familia y amigos que le quedan. Rasgos positivos: Shane es una persona retorcida y de gran inteligencia, es capaz de manipular a su antojo. Es difícil que lo haga, pero si desarolla amor de cualquier tipo hacia alguien es capaz de todo por el bien de los suyos. Tiene altos conocimientos armamentísticos, como perteneciente a un grupo paramilitar y ex líder de banda criminal. Rasgos negativos: También es capaz de lo peor hacia quien lo merezca. Su doble personalidad tiene un filo malvado, sarcástico y despiadado. Demasiado impusilva, puede hacer o decir cosas que la metan en líos o de las que se acabe arrepintiendo. Su exceso de valentía y orgullo le puede llevar a situaciones complicadas. Rasgos neutros: Le gusta el poder y el dinero, esto hace que sea especialmente trabajadora y concienzuda en sus esfuerzos
  3. Nombre y apellido ingame: Shane Reznikov Edad y fecha de nacimiento (REAL): 30 años 20/10/1989 Experiencia previa en roleplay: He jugado en 2 servidores de rolplay de gta, entre los dos las experiencias suman unos 7 meses. Durante estos meses he roleado tanto de ciudadana, como EMS y banda. La historia de Shane empieza 34 años atras, Península Balcánica. Su madre, originaria de Serbia hace un viaje a Montenegro en el que conoce a un estibador de origen español con el cual mantiene una relación que prometía ser duradera. La mujer cae profundamente enamorada de este extranjero. Tanto fue así, que acabó echando raíces allí por aquel hombre, sin darse cuenta que él sólo estaba cargado de mentiras y falsas esperanzas. La última vez que la señora Reznikov vio a su amado en mucho tiempo, fue precisamente el mismo dia que este supo que iba a ser padre, pero no de Shane, si no de su hermana mayor. El no tan feliz padre, durante su jornada laboral en el puerto de Montenegro, decidió aceptar una oferta por la cual dejaría atrás su estático trabajo de estibador para enrolarse como marinero, teniendo la opción así no solo de viajar y seguir conociendo mundo, sino también de librarse de la carga que el embarazo causaba en él. Así fue como empezó una serie de idas y venidas, desentendiéndose en gran medida de su mujer y futura hija. La madre de Shane, al igual que su familia, tenía un carácter duro y orgulloso que tendía a desaparecer cada vez que aquel español con gran labia aparecía, cargado de nuevas disculpas, promesas, mentiras y algún puñado de billetes que no arreglaban nada. En cuanto él volvía a prometer y rogar, ella borraba de su mente de un plumazo las desapariciones, juerga, mujeres y alcohol que rodeaban la vida de él. Cosas a las que volvió en cuanto el bebé nació. De aquella manera, la madre estuvo años tirando sola de su hija y la desvencijada casa en la que mal vivían, trabajando de sol a sol en antros de mala muerte. La situación sólo fue a peor cuando, seis años después, volvió a quedar embarazada de su segunda hija; Shane. Aparecía una nueva boca a la que alimentar, pero la mecánica del padre no cambió. De hecho, tras nacer su segunda hija, jamás volvió de su última escapada. La madre de Shane quedó con el corazón roto, pero haciendo presencia su carácter y arrojo, no dejó que aquello la hundiera, tomó la decisión de volver a Serbia junto a su familia, dejando atrás aquella historia de amor fallida y prometiéndose no volver a permitir a nadie que la manipulase como había hecho el padre de sus hijas. El padre de Shane nunca volvió, ni siquiera llegó a conocerlo. Aquello hizo que la dureza de su madre se multiplicase y su caracter autoritario estuviese muy presente en la educación de sus hijas. Pese a que la madre siguió estando en contacto con la familia de su marido, los cuales afortunadamente estaban lejos de ser como el, sus hijas no llevarían el apellido paterno con ellas para evitar el constante recuerdo del hombre que las abandonó. Madre e hijas permanecieron muy unidas durante muchos años, en la mente de Shane se crearon recuerdos familiares bonitos de su infancia en cuanto a lo familiar, si bien es cierto que vivían muy humildemente, con lo justo, en un barrio conflictivo... en un país aún más conflictivo. Años después, cuando su primera hija pasó la adolescencia, esta decidió entrar a prestar servicio en la milicia del país por un profundo sentimiento patriotico que la impulsaba a poner su grano de arena contra la debacle en la que estaba cayendo el país en el que la tensión empezaba a cortarse con un cuchillo. La gente pasaba penurias, las revueltas eran constantes, la violencia creciente. La hermana mayor pensó que ella podría ser parte de la solución, protegiendo a sus compatriotas de unos gobernantes nefastos. Entre los recuerdos de Shane, estan presentes todas las veces que vio a su hermana partir, viendola alejarse por la ventana. Siendo solo una niña, ni siquiera sabía el motivo de la preocupación que sentía cada vez que su hermana dejaba la casa. Algo dentro de ella temía con fuerza que no regresase más. Y aquel temido día, años después... llegó. Su mayor miedo dejó de ser un temor absurdo en la mente de un niño para convertirse en un presagio. Aquel recuerdo en la mente de Shane jamás podría ser borrado, grabado a fuego. Poco después de haber cumplido 12 años, la situación del país estaba mucho peor que antaño. Primero protestas, después revueltas y por últimos graves disturbios, todo aquello estaba empujando al país casi al borde de una guerra civil. El gobierno sacó la milicia a las calles para hacer entrar en razon a los ciudadanos, con más violencia. Aquello hizo que la hermana de Shane entendiese su error, los sueños que había tenido sobre ayudar a sus compatriotas se disipaban como un soplo de viento en un montón de arena. Su propio gobierno le pedía que saliese a las calles a controlar a la gente a golpes. En cuanto vio las primeras escenas de violencia contra su pueblo, entendió que estaba en el bando equivocado. Esa fue la última decisión que tomó. Shane aún puede escuchar en su cabeza a su madre, tratando de disuadir a su hermana de salir a la calle a apoyar al resto de desgraciados como eran ellas. S bien la mujer sentía orgullo por su hija, no quería que esta fuese un número más entre las bajas de civiles y militares. Estaba corriendo sangre por los dos bandos. Tantas discusiones, gritos y súplicas no sirvieron para nada. Ni siquiera Shane, el ojo derecho de su hermana, fue capaz de persuadirla cuando aquella fatídica mañana, tiró de su brazo con la poca fuerza que tenía para intentar retenerla. Recordaría para siempre la sonrisa tierna de su hermana por el vano esfuerzo que hacía, su abrazo fraternal y aquella frase de despedida "Estaré bien, nos vemos esta noche". Algo dentro de Shane sabía que no sería así. Su sentimiento era tan fuerte, que aprovechó un ligero despiste de su madre para salir de casa e ir en busca de su hermana. La veía a lo lejos, corrió tanto como pudo, pero no fue suficiente. Hay lagunas en sus recuerdos, la siguiente imagen en su memoria es la de su hermana tirada en la calle, sobre un charco de sangre, rodeada de una turba que seguía peleándose como si nada. Sus últimos recuerdos de aquel fatídico día: Los balazos en el cuerpo de su hermana, la sangre corriendo, la mirada esquiva y fría del militar que estaba frente a ellas con el cañón del rifle aún caliente, la última mirada de su hermana, agonizante, apagándose. El polvo, el humo rodeándolas. Nunca supo si fueron aquellos dos elementos lo que lo provocó, quizá el shock o trauma severo, pero empezó a sentir que se ahogaba. Entre sollozos, no podía respirar, su vida se iba al igual que la de su hermana, hasta que alguien se acercó a ella. Aquella persona la vio, quitó el pañuelo del cuello que cubría la garganta de su difunta hermana y tapó la boca de la niña para protegerla del humo que empezaba a tragarsela. Pasaron los años, pero jamás pasó el dolor que reinaba en su casa, tanto en madre como en la hija menor. Nunca hablaban de ello, pretendían hacer que no existía, tal vez un mecanismo de defensa. Shane quedó profundamente traumada por todo aquello, la persona más importante para ella se había ido. Su ídolo invencible, caído. Su madre fue incapaz de quitarle la manía que había desarrollado, cubrir la mitad de su cara con un pañuelo. Cada vez que lo había intentado, Shane entraba en crisis respiratoria. Fueron años recorriendo todos los médicos para buscarle alguna explicación más allá de alguna alergia. Shane cambió radicalmente a partir de entonces. Para disgusto de su madre, con los años, volcó toda su fuerza en jalear aquellos disturbios, siendo la primera en cada acción violenta y delictiva. Así consiguió seguir sintiéndose viva. Traía dinero a casa conseguido de robos y bandalismo. Rodeando la mayoría de edad, no tardó en afiliarse a gente como ella. Militó en tantos grupos criminales que se cruzaron. Su odio hacia la milicia y el gobierno sumado a su psicopatía creciente y el ansia por la venganza, la llevó a ser parte importante y apegada de un grupo paramilitar Serbio. Poco tardaron en degenerar a terrorismo con la crudeza de sus acciones, robos, atentados contra el gobierno y asesinatos. Curiosamente, con aquel grupo encontró una especie de paz que perdió años atrás. Llegó a sentir a aquella gente más que como unos compañeros, casi familia. La segunda vez que el corazón de Shane quedó machacado, fue cuando tuvo que abandonarlos. Sembraron el terror y el caos por todo el país, llegando a ser muy poderosos. Tenían todo lo que podían querer, pero nunca era suficiente y eso los llevo a su perdición. Las autoridades dieron con uno de los compañeros de Shane, identificándolo y deteniéndolo. No hizo falta torturarlo demasiado para que empezase a cantar sobre el resto de la banda terrorista. De aquella manera, empezaron a caer uno a uno. Jamas supieron quién fue el chivato, algo que corroeria el alma de Shane para siempre. Shane se negó a abandonar a lo que restaba de su banda, pese a ver como iban irremediablemente sin frenos. Sólo cambió de opinión cuando las autoridades empezaron a acercarse a su familia sanguinea, amenazándolos. Su única opción era huír del país y dejarlo todo atrás. Supo que jamás se podría perdonar hacer pasar a su madre por una segunda perdida, pero era eso o arriesgar la vida de su familia, y eso jamás sucedería. Derrotada, tuvo que dejarlo todo atrás, su familia, su banda, todo lo obtenido... siempre cargaría con aquel sentimiento de culpabilidad al abandonar a los suyos. Asi huyó del país, huyendo muy lejos, con lo puesto. Cuando llegó a la nueva ciudad, pobre como las ratas de nuevo, pensó en mantener un perfil bajo. Su cara cubierta por sus inseparables pañuelos ya llamaban la atención lo suficiente. Acudió al hospital de aquella nueva ciudad después de ser molestada por una pareja de policías en cuanto a su rostro cubierto. Con ira, tuvo que acompañarlos al hospital para mostrarles que su carencia respiratoria era cierta. La primera en la frente. Durante su visita, conoció al jefe EMS. Notó el alto interés de aquel baboso en ella y decidió aprovecharlo. La manipulación siempre había sido uno de sus fuertes, quizá esa habilidad le ayudaría a empezar. Y tanto que lo hizo, aunque es cierto que su habilidad con las armas y la defensa personal hicieron el resto. El jefe EMS resultó ser un imbécil ( como ya le había quedado claro desde un principio ) metido en todo tipo de problemas, al que todo el mundo odiaba. Cuando conoció las aptitudes de Shane, le rogó que lo protegiera. Asi fue como empezó su primer en aquella ciudad, guardaespaldas de un hombre atraído por el peligro. Shane entro como miembro de EMS como coartada para poder estar cerca del jefe EMS las 24h. Fue duro, ella era experta en sesgar vidas, no en salvarlas. Aunque los comienzos fueron dificiles, su amor por el riesgo y la adrenalina, asi como su caracter frio e implacable, la llevó a escalar hasta jefa de pilotos en EMS. Su constante lucha interior entre el bien y el mal se hacia presente cada vez más. De servicio, no podía evitar sentirse gratificada cuando salvaba a un desgraciado arriesgando su propia integridad, fuera de servicio... la cabra empezó a tirar al monte, y se sentía doblemente gratificada con sus actos ilegales. Compró una casa en los barrios bajos, donde siempre se había sentido identificada. Precisamente estando de servicio conoció a las dos únicas personas por las cuales realmente sintió afecto en aquella ciudad. Un hombre al que había salvado la vida de un accidente en quad mientras cazaba, y un reverendo con problemas mentales. Conocer a aquel cazador fue el punto de inflexión, desde el primer momento tuvo un alto interés en él, se dio cuenta de dos cosas: era la persona más inteligente que había conocido allí hasta la fecha y también la más interesante. Shane había vivido mucho tiempo fuera de la legalidad, había conocido a todo tipo de gente y era capaz de ver la oscuridad en ellos a la primera, y estuvo en lo cierto. El cazador resultó ser algo más que eso, sus negocios eran mucho más oscuros de lo que el quería contar, y eso a Shane le encantaba. Un escorpión no puede cambiar su naturaleza. Mientras que su parte oscura empezó a trabajar al margen de la ley, pasando de EMS salvavidas a narcotraficante despiadada, gracias a la ayuda de su amigo cazador, conoció a su otro apoyo. Un reverendo afectado por el síndrome de Jerusalén. Aquel reverendo tenía en común algo con el jefe de EMS, era incapaz de dejar de meterse en líos, problemas con todo el mundo. Asi que, mientras Shane escalaba de nuevo la piramide criminal, "adoptó" a aquel extraño reverendo que le causaba tanta ternura. Por alguna razón, necesitó cuidar de él. Pasados los años, Shane estableció en aquella ciudad un nuevo hogar, luchando por llegar a ser lo mismo que en la anterior: alguien poderoso al que temer y respetar. Con el tiempo dejo de ser EMS, sólo después de asesinar a su jefe. Aquel cabrón lo merecía. Decidió dejar de protegerle y darle su finiquito el día que se enteró de su último jaleo, había acosado sexualmente a una nueva aspirante EMS. ASi que.. no le quedó más remedio. La verdad es que aquella aspirante se sintió tan protegida y agredecida con Shane, que guardó aquel secreto. Con el tiempo, Shane dejó el hospital y aquella chica la siguió. Con todo el dinero que había hecho durante ese tiempo, entre ems y sus negocios secretos, abrió un par de talleres en la ciudad. Su preferido, el de motos. No tardó en sumar el narcotrafico a su larga lista delictiva.. y tampoco tardó en tener varias personas a su cargo siendo la lider de unos criminales desalmados, como en Serbia. Todo fue bien durante tiempo, poder, dinero, respeto, miedo... qué más podría pedir. Empezaba a ser feliz de nuevo, pero todo tiene un final. El principio del fin fue el dia en el que conoció a una chica española muy simpática, afortunadamente el aprendizaje del idioma español fue el único beneficio que su padre había dejado en ella. Fue extraño, porque consiguió traspasar la barrera que Shane siempre ponía ante los demás en seguida. Se dieron cuenta de que tenían muchas cosas en común, quizá demasiadas. Hablaban parecido, se movían parecido... incluso se expresaban parecido. Con aquella chica siempre iba un señor mayor, su abuelo, que miraba a Shane de una forma extraña. Cuanto más se conocían, más se daba cuenta de como la observaba aquel hombre. Tiempo después, una vuelta de rosca más en la vida de Shane, aquella española simpática resultó ser su hermanastra. El abuelo de aquella chica se lo desveló. No le extrañó sabiendo la historia de su ausente padre. Por una parte fue difícil de asimilar, la perdida de su hermana la había herido demasiado como para asumir que tenía otra hermana más. Pero por otro lado, se sintió reconfortada. La doble personalidad de Shane siempre estaba en conflicto, era capaz de sentir el odio más extremo hasta el amor más protector. Cuando hubo encajado la noticia, Shane aceptó y protegió a su hermana con todo. Acabó mostrándole todo lo que Shane era, incluso a lo que se dedicaba. Para su sorpresa, su hermanastra nunca la rechazó. De hecho, empezó a mostrar intereés en el lado criminal. Demasiado quizá, ya que acabó formando parte de otra banda de la ciudad. En un principio, esto no molestó a Shane. No hasta que su hermana empezó a juntarse con compañías que no eran para nada de su agrado. La buena relación que habían tenido las hermanas hasta entonces, empezó a deteriorarse por aquel motivo. Shane intentó hacerle ver a su hermana que no se juntaba con la gente adecuada, o que se estaba poniendo en peligro al hacer tratos con unos traficantes de armas, pero no quiso escucharla. Shane llevaba mucho tiempo en aquella ciudad y era lo suficientemente poderosa como para saber quien era quien, de quien se podía fiar uno y de quién no, y sabia que aquellas personas con las que hacía tratos su hermana eran víboras. Preocupada, compartió estos pensamientos con su amigo y protegido, el reverendo. Este ayudó a Shane, en su objetivo: aliarse con los traficantes de armas para destruirlos desde dentro. El recorrido delictivo que tenía la ayudó para que los traficantes de armas le abrieran las puertas de par en par, encantados en colaborar con ella. Durante meses, estuvo manteniendo aquel teatro pese al odio que sentía por ellos. Más de una vez, los compañeros de su banda intentaron convencerla para atacar directamente, temiendo que su lider estuviese en peligro demasiado tiempo, pero no los escuchó. Quería estar segura de tirarlos abajo sin poner en peligro a su hermana, y aquello fue su perdición. Aunque tenía pruebas y motivos de peso, su hermana no la creyó cuando se las presentó. Quizá era demasiado cabezona y confiada como para confiar en su hermana mayor, y siguió pensando que sabía lo que hacía. Todo había sido para nada, ya que los traficantes empezaron a sospechar del doble juego de Shane. Algo salió mal y estaba siendo descubierta, y si la descubrían.. después irían a por su hermana. La historia se volvería a repetir. Desaparecer volvía a ser la única y demoledora opción. La relación con su hermanastra, después de varias peleas, estaba rota, pero ¿qué podía hacer? Era su familia igualmente, debía protegerla. Nunca se despidió de sus compañeros, pasar por todo aquello una segunda vez era demasiado doloroso. Sí intentó hablar con el primer amigo que había hecho en la ciudad, aquel cazador, pero nunca encontró respuesta. Sin embargo, sí encontró la de su amigo reverendo que, como no, estaba metido en un lío, alguien lo estaba buscando para acabar con él, por si no era suficiente. Su hermana estaba en peligro, su protegido también y una peligrosa banda de traficantes de armas quería su cuello. ¿ Salvaba a su hermana, a su protegido o a ella misma? Shane salió de su local de motos a la calle, sintiendo que le costaba respirar. Sacó su pistola... y se disparó a si misma, en el hombro. Las emergencias no tardaron en llegar, la policía tampoco lo hizo al ser avisada por una herida de bala. Fue interrogada por ellos, que ya habían empezado a seguir sus pistas cuando inició los tratos con aquellos torpes traficantes. Fue la primera vez que Shane abrió la boca sobre alguien ante la policía, contando hasta el último detalle que sabía sobre aquella mafia armamentística, autoinculpándose por el camino. Había destapdo a esa gente, haciéndola caer junto a ella. Mientras sanitarios y policías hablaban en el pasillo, Shane aprovechó para sacar su cuchillo, el cual había estado oculto en su cintura, para hurgar con la hoja sucia de este en la herida. Apretando los dientes, provocó una fuerte infección en la herida antes de que la policía pudiera llevarsela con ellos, impidiendo su traslado. La infección causó una fuerte fiebre, desmejorando a pasos agigantados su apariencia, pero su mente seguía fuerte. Shane, en una gran actuación de mujer herida y desvalida, pidió la presencia de un reverendo con la intención de confesarse por temor a morir. Era su derecho, asi que no pudieron negarselo. Usó todas sus fuerzas para aguantar hasta que el reverendo, que no era otro que su protegido, llegó. Aquel hombre, que también guardaba un gran cariño por Shane, se acercó a ella preocupado, permitiéndoselo la policía. Shane estuvo rápida en poner un cuchillo en la garganta del reverendo antes de que nadie tuviera tiempo para reaccionar. Ante la estupefacción de sanitarios y policías, con la hoja del cuchillo en la garganta del reverendo, Shane, sonriendo triunfante, dijo: -"Nos vamos". Consiguió llevárselo hasta el aparcamiento del hospital, donde previamente había dejado uno de sus coches mas lujosos. Huyeron juntos, con la policía no demasiado lejos. Condujeron hasta un barranco por el que tiraron el coche, y después corrieron a través del bosque donde les esperaba una caravana vieja en la que nadie se fijaría demasiado. Esa caravana albergaba material sanitario y el dinero suficiente para salir del pais con pasaportes falsos. Shane sonrió ante la estupefacción del reverendo, dejando por fin de fingir amenazarlo. El reverendo era demasiado llamativo y especial como para haberle contado su plan, era mejor llevarlo hasta allí atemorizado. Lo había salvado con ese secuestro. Había tumbado a aquellos narcos, así que su hermana estaba todo lo a salvo que podía estar.. y Shane, volviendo a perderlo todo, tenía que desaparecer una vez más. Derrotada de nuevo, luchó por mantener la sonrisa cínica y mirando al reverendo, repitió: -"Nos vamos". Justo antes de desmayarse y dejar en las manos de él su nuevo destino. Rasgos positivos: Shane es una persona retorcida y de gran inteligencia, es capaz de manipular a su antojo. Es difícil que lo haga, pero si desarolla amor de cualquier tipo hacia alguien es capaz de todo por el bien de los suyos. Tiene altos conocimientos médicos, debido a su experiencia ems, y armamentísticos, como perteneciente a un grupo paramilitar y ex líder de banda criminal. Rasgos negativos: También es capaz de lo peor hacia quien lo merezca. Su doble personalidad tiene un filo malvado, sarcástico y despiadado. Demasiado impusilva, puede hacer o decir cosas que la metan en líos o de las que se acabe arrepintiendo. Su exceso de valentía y orgullo le puede llevar a situaciones complicadas. Rasgos neutros: Le gusta el poder más que el dinero, esto hace que sea especialmente trabajadora y concienzuda en sus esfuerzos.
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