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Flame

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Todo lo publicado por Flame

  1. /me Quita las llaves del contacto del Washington negro, se baja y cierra la puerta. /do Taliani se vería caminando un poco ansioso a la entrada del Yellow Jack mientras busca en el bolsillo de la camisa algún cigarrillo olvidado. /me Abre la puerta para ingresar mientras saluda coordialmente con su reconocible acento Italiano a los chicos que estarían afuera junto a sus Motocicletas. /me Se apoya en la barra y, mientras le pregunta a Dante si ha tenido algún dolor en las costillas por la última cirugía, le señala en la carta los bocadillos de jamón serrano que siempre pide. /do Pensaría, mientras apunta a la carta, lo mucho que le recordaría a su natal Italia el jamón que usan en el Yellow Jack. /me Observa las fotos colgadas en los marcos mientras espera ansioso los bocadillos. /do Se le vería como esbozaría una sonrisa mientras tendría los brazos cruzados pensando que aún no logra decidirse si comprarse una motocicleta o no.
  2. Adjunto el link del perfil https://despistaos.es/profile/28429-bloodandsand/
  3. Muchas gracias @ Ara por la invitación! ^^ Nombre y Apellido que vayas a usar ingame: Roy Berker. Edad y fecha de nacimiento (REAL): 16 de agosto de 1994 - 25 Años. Experiencia previa en roleplay: Casi un año roleando en FiveM en un servidor Chileno pasando por rol ilegal y civil. Historia completa de tu personaje (cómo lo interpretarás, procedencia, qué pretende ser, aspiraciones, miedos etc...): Roy 16 de Agosto de 1998, Pillbox Hill Medical Center, 16:05 hrs. - No te preocupes querida, todo saldrá bien - le dijo Marcus un poco inseguro y nervioso - estás en manos de los mejores médicos de la ciudad, seguro el parto será lo más normal y Roy nacerá grande y fuerte como fue con Albert. - Eso espero amor. Pero estoy segura de que si te tuviera aquí a mi lado me sentiría mejor y más tranquila. - suspiraba Olivia terminando la frase – - Señora por favor - la interrumpe un enfermero – necesitamos que deje el celular con sus pertenencias que ya va a ingresar al pabellón. - Vale, vale, que ya corto… - toma el celular y le habla un poco desanimada y en tono seco - voy a entrar a pabellón, hablamos…- - Suerte amor – le contesta Marcus apenado – me avisas cualquier cosa. - Suerte es lo que menos necesito en este momento; tu sabes lo que me hace falta. *beep* - corta rápidamente el teléfono mientras le cae una lágrima por la mejilla a Olivia - - Si los humanos tuviéramos la oportunidad de entender nuestro entorno familiar antes de salir del vientre de nuestras madres y recordarlo en un futuro, quizás Roy se hubiera preparado y habría entendido mejor la falta que le iba a hacer su padre durante el transcurso de su infancia. - Roy, de 21 años, tes media clara con un toque trigueño, 181 cm de alto y contextura medianamente delgada, una cicatriz en una de las cejas y apariencia levemente deportiva, era el del medio de tres hermanos, pero a pesar de tener a ambos padres vivos, durante la mayoría de su infancia fueron solo cuatro integrantes junto a su madre; Olivia Curtis. Su padre, Marcus Berker, era un tipo ejemplar en muchos sentidos; un tipo fuerte, correcto, vigoroso y ordenado. Pero tenía un gran defecto, el cual marcó a toda su familia: desde joven se preparó para apenas terminar su enseñanza escolar secundaria, postular al ejército y ascender a lo más alto posible. Como estaba tan empecinado en cumplir su meta, pasó muchos años estudiando y desarrollándose física y mentalmente para ser el mejor. Esto conllevo que en primera instancia se alejara de sus padres, pero luego (y lo que más le pesaría por el resto de sus días) se distanciara de la familia que habría formado con su esposa Olivia. Sus primeros dos hijos, Albert y Roy Berker, quienes se llevaban solo por 1 año de diferencia, fueron los que más sufrieron los efectos del padre ausente ya que el periodo de instrucción en la milicia es el más estricto y en el cual están un largo tiempo internados. Fue durante estos años cuando conoció a Olivia, quien sería en un futuro la madre de sus tres hijos. Olivia a los 26 años se recibió de abogada, y su profesión fue la que llevó a que conociera a Marcus, cuando este tenía 24 años, debido a que este tendría un problema en la academia por unos delitos que se le inculparon (siempre hubo un grupo que trató de inculparle cosas por envidia a que era el mejor en todo lo que se proponía) y Olivia fue quien lo asesoró con los antecedentes para el juicio y ganarlo sin ningún problema. De ahí en adelante comenzaron su relación y después de dos años decidieron casarse un par de meses antes de que Olivia tuviera a su primer hijo Roy. De los tres partos, Marcus estuvo presente solo el primero y fue por una situación excepcional. Se encontraba suspendido de sus instrucciones de oficiales del ejército, por lo cual pasó tres días en casa (algo muy raro en él) y en el tercer día a horas de volver a internarse Olivia comenzó con el trabajo de parto y una hora después de que Albert naciera, Marcus se tuvo que retirar ya que lo llamaban desde el regimiento para que asistiera a sus clases de instrucción en la escuela de oficiales. Lástima que con el nacimiento de Francis y Roy no fue lo mismo; ni siquiera tuvo la oportunidad de verlos en sus primeros días de nacimiento y esto era algo que lamentablemente Olivia no podía permitirse perdonarle y obviamente sus hijos menos. Desde su infancia Roy desarrolló un instinto de sobreprotección, primero con sus hermanos ya que a pesar de ser el del medio, siempre tomo el rol del mayor defendiendo a sus hermanos, cuidándolos cuando sus padres no estaban o simplemente mediando cuando Albert y Francis se peleaban. Por lo mismo Albert siendo el mayor nunca lo vio como tal a pesar de que lo era ya que incluso físicamente Roy se veía mayor. Donde más se podía ver el rol protector de Roy con ambos hermanos fue durante la escuela. Ya a los 12 años Roy había asumido que si su padre no estaba en casa, lo cual era ya algo del día a día, él era el que tenía que asumir el rol de hombre de la casa. En mas de una vez tuvo que defender a alguno de sus hermanos del bullying que les hacían los compañeros sobre su situación familiar, ya que los padres de todos sus compañeros se encargaban de difundir los chismes de que Olivia a pesar de ser casada era como una madre soltera. Pero el cariño que le tenía a los suyos era mas grande que incluso en varias ocasiones sería capaz de recurrir a los puños por defenderlos o poner la mejilla y asumir la culpa de sus hermanos frente a los retos de su madre al enterarse de que se peleaban en el cole. Este rol protector a su vez fue muchas veces un arma de doble filo ya que sin quererlo tenía tendencias a volverse un poco mas estricto, como lo era su padre, pero con la diferencia que Roy al menos estaba presente en el día a día y los ayudaba en su crecimiento y tareas diarias. Su madre Olivia trabajaba de abogada en la defensoría penal pública en el Juzgado de los Santos (donde se habían mudado antes de casarse con Marcus), por lo que su trabajo le demandaba mas de una vez defender a algún acusado de delitos graves como robos u homicidios. Como Roy siempre fue mas avanzado que sus hermanos, su madre de vez en cuando le comentaba sobre los casos en los que trabajaba y a la vez se cuestionaba el porqué del defender a gente que había hecho mucho daño e incluso asesinado a otras personas, a lo que su madre siempre le respondía con la misma frase; - “Por mas que sea el peor delincuente del mundo, tiene derecho a una defensa y aunque yo esté en contra de todo lo que haya hecho es mi trabajo y es lo que he decidido hacer. Quizás esto les da una segunda oportunidad con la vida, pero créeme hijo que dar segundas oportunidades puede ser la mejor o peor decisión que puedes tomar” – Y esta última frase al menos la tendría marcada por el resto de su vida. Mientras crecía Roy, se enfocó demasiado en ser un apoyo para su familia, sobre todo para su madre. Esto hizo que desarrollara una personalidad muy poco sociable y de pocos amigos. Si hubo uno en especial, Dominic, el que conoció desde pequeño en el jardín de infantes y pasando los años se convertiría en su mejor amigo y quien mas marcaría su vida durante esta etapa con su amistad. Dominic era todo lo contrario a lo que era Roy, incluso muchos creían que era su hermano menor ya que siempre pasaban juntos y Roy tenía una actitud sobreprotectora con el, ya que (esto nunca se lo contó a Dominic) no quería perder la amistad que tenían. Si bien se dice que los opuestos se atraen, en este caso las actitudes de Roy eran las que llamaban la atención de Dominic. Incluso le desesperaba un poco el hecho de lo calmado que podía ser Roy, muchas veces se llegaba a poner nervioso del temple que demostraba frente a situaciones de estrés. Una vez cuando venían de vuelta del cole (siempre fueron vecinos del mismo barrio), Dom quería pasar a comprar unos dulces a un negocio que se desviaba de la ruta habitual (algo que incomodaba bastante a Roy ya que siempre prefería volver directamente de la escuela) y Roy se negó en todo momento pero cuando se acercaban al desvío tuvo que acompañarlo forzadamente para no dejar solo a Dom ni menos volverse solo. Roy en su afán de volver pronto le pidió encarecidamente a su amigo que fueran lo mas rápido posible, decisión de la que se arrepentiría ya que por apresurarse en cruzar una esquina Dom no calculó bien y se quedó perplejo frente a un auto que venía a toda velocidad por cruzar la calle ya que la luz roja del semáforo había cambiado mas rápido de costumbre. Pero Roy no lo pensó dos veces y corrió a taclearlo con todas sus fuerzas para evitar que el vehículo lo atropellara. - Noooooo! – era lo último que recordaba Dominic luego de estar un buen rato tirado en el suelo mirando las copas de los árboles y con la respiración agitada – - Y anda olvidandote de volver a pasar por dulces, la próxima vez los compras en la tienda del cole o nada – fueron las únicas palabras que le dirigió Roy todo el camino de vuelta a sus casas. Apenas llegaron a la casa de Dominic, Roy se acercó y le dio un fuerte abrazo. Dom un poco sorprendido y esperando a ver una cara emocionada de parte de Roy, este tenía una expresión completamente seria y con pocas ganas Roy le dijo – Que para la próxima puede que no esté yo para cuidarte y si te pasa algo me quedo sin el único amigo que tengo – luego de un apretón de manos se despiden y mientras Dom cerraba la muerta se le quedó mirando y finalmente entendió porque Roy tenía esta actitud sobreprotectora. Durante sus estudios primarios y secundarios su norte siempre fue ser el mejor de la clase. Si hay algo que valoraba de su padre Marcus era el empeño que le ponía a las cosas para ser siempre el mejor. Lo que sí, Roy no lo veía como una meta propia, sino que sabía que tener un buen rendimiento en los estudios le facilitaría un ingreso mas expedito a la universidad. Pero este sueño de entrar a los estudios superiores se vería truncado a sus 18 años al enterarse de la fuerte depresión por la que estaba pasando su madre. Los años de ausencia de su padre junto al estrés y la sobrecarga de trabajo que se llevaba todos los días a casa comenzaban a pasarle la cuenta a Olivia. Si bien nunca pasaron por dificultades económicas, gran parte de los ingresos que recibía su marido Marcus los destinaba en viajes y cursos de perfeccionamiento en el extranjero. Esto mermaba en gran parte los ingresos familiares pero el constante esfuerzo de Olivia lograba mantener a flote a la familia sin pena ni gloria. - Señora Berker – le dijo el médico de cabecera de la familia a un lado de la camilla – lamentablemente le voy a tener que pedir que tome una larga pausa a su trabajo. Entiendo que usted sea quien actualmente en gran parte mantiene a sus hijos, pero su salud es primero y sin salud no podrá ni trabajar ni menos mantenerse en pie- - Y cuantos días tendré que estar en cama? – le preguntó Olivia un poco nerviosa - - Que cuantos días? – le mira extrañado el médico levantando una ceja – mínimo tendrá que estar un mes y medio en reposo y solo si tiene una buena evolución se evaluará si se levanta del reposo. Durante toda la conversación del médico y su madre, Roy estuvo apoyado en la puerta de la habitación con brazos cerrados, un poco cabizbajo pero con el semblante serio. Y al terminar de escuchar las últimas indicaciones del médico y viendo que ya se retiraba de la habitación, se acercó a la camilla, le tomó la mano y le dijo tranquilamente – No te preocupes mamá, tú solo descansa – acto seguido le da un beso en la frente, se despide y deja la habitación. Mientras caminaba para salir del hospital mil pensamientos recorrieron su mente. Primero tuvo un flashback de cuando casi atropellan a Dominic. La piel de gallina fue una reacción instantánea frente a los recuerdos. El solo hecho de pensar de que casi perdió a su amigo le revolvía el estómago. Luego empezó a pensar en que comenzaría a trabajar para de a poco suplir los ingresos de la casa que tarde o temprano se verían afectados por la enfermedad de su madre y que, en el peor escenario, no podría volver a trabajar. Finalmente, el peor de los pensamientos. – Y si mamá muere? – sin darse cuenta lo dijo en voz alta y dos personas que pasaban de lado lo quedaron mirando extrañados. Su mente iba a mil por hora. Comenzó a pensar en cómo mantendría a sus hermanos, qué haría Papá, cómo reaccionaría su hermano menor, si es que papá volvería a la casa o los abandonaría. Mil y un pensamientos le invadieron y sin darse cuenta e inconscientemente ya estaba en casa. Pasó a la cocina, sacó un vaso para llenarlo con agua y luego de tomarlo rápidamente, respiró hondamente y se dijo a si mismo – No quiero perder a mamá – de la nada se desplomó conscientemente y sentado en la cocina con las manos en la cabeza comenzó a llorar desesperadamente como cual bebé lo separan de su madre – No quiero perderla, no quiero perderla, no sé qué haremos sin ella, de verdad no quiero perderla – . Roy habrá estado casi media hora llorando y repitiendo la misma frase cuando de la nada se escucha la puerta cerrarse, un sonido de llaves y se veía a Albert entrar a la cocina. Su hermano mayor lo entendía completamente, a pesar de que no compartían muy seguido, entendía las cosas que pasaban por su cabeza y sabía mejor que nadie que perder a alguno de sus hermanos a su misma madre era lo peor que le podía pasar a Roy, sobretodo porque sabía del episodio del casi atropello de Dominic y entendía cuando alguno de sus cercanos corría peligro el miedo lo invadía por completo. Pasaron los meses y el panorama no mejoraba. Olivia empeoró su depresión y arrastrando un pequeño problema psicológico que le impedía trabajar horas seguidas, conllevó a que Roy y Albert comenzaran a trabajar para mantener a la familia. Por lo mismo Roy nunca fue exigente con el tipo de trabajo que buscaba. Desde repartidor, jardinero y trabajando en un local de hamburguesas “Burger Shot”. Fue en este último en donde descubrió una extraña sensación que le producía algo cuando entraba en crisis. Eran aproximadamente las 2 de la tarde y Roy recibía una llamada de su hermano mejor. A Francis se le escuchaba la voz temblorosa, pero fue bastante breve con la llamada – Mamá está mal, la tuvieron que sacar de la casa y la llevaron a la Clínica. Te aviso cualquier cosa - *beep* - Francis colgó el teléfono - Roy se quedó congelado. Estaba pálido y a pesar de la alta temperatura que había en la cocina del local de comida rápida. Nuevamente esos recuerdos de perder a su madre le inundaban la mente. Se volvía a desplomar al suelo, pero esta vez era algo diferente. Mientras se sentaba al piso tenía la mirada fija en un punto. La cacerola que calentaba el aceite para freír las papas fritas le causaba una peculiar sensación. Pero no, no era la cacerola, era el fuego. La llama azul le causaba una pequeña sensación de paz en medio de la desesperación de sus pensamientos de perder a su madre. Comenzó a acercarse lentamente sentado en el suelo y cuando ya estuvo al frente de la cocinilla, ignorando el calor y todo, mirando perplejo se acercó más a la llama a tal punto que reaccionó por un segundo dándose cuenta de lo que estaba haciendo. Lástima que fue solo por un segundo. Nuevamente la llama captaba su atención y como si sus músculos se movieran solos puso su mano en el control de la llama de la cocina y la subió al máximo tan rápidamente que la llama subió un poco más alto que del tamaño de la cacerola encendiendo así el aceite de esta con un brillante color anaranjado y un fugaz sonido que primero retumbó en sus tímpanos y luego se mantuvo en un pitido. Paz. Eso era lo que sentía. Esa pequeña llama azul que da la nada se convirtió en un fogón anaranjado casi tan alto como la altura que daba la cocina entera cautivó su mirada y la desesperación que lo inundaba en el momento hasta que un fuerte remezón y un golpe en el brazo lo hizo reaccionar. Era el jefe de cocina que se había percatado del fuerte sonido y el olor a quemado que invadía todo el local ya que el aceite ya se estaba quemando. Al día siguiente cuando Roy volvió del trabajo, Francis lo notó un poco cabizbajo. Lo de su madre no había sido tan complicado, el real problema sería al día siguiente en el trabajo. Su jefe se había enterado del accidente y tomó la decisión de despedirlo. Si bien el jefe de cocina vio todo como un accidente, cuando se revisaron las cámaras, el jefe de local pudo darse cuenta de que el accidente lo había provocado Roy y notó el comportamiento que tuvo cuando vio al fuego. – Créeme que no quiero hacerlo Roy – le dijo el jefe de local – pero por lo que vi en el video – le susurra – es algo que le pasa a los pirómanos y a alguien así no quiero tenerlo en mi cocina. Lo siento. - Pirómano… - pensaba Roy - Roy se retiró sin decir una sola palabra. Entre la confusión de no recordar bien lo que había pasado y la preocupación de encontrar un nuevo trabajo no sabía qué pensar. Solo algo sentía en su interior y era que una pequeña llamita de calor despertaba, pero no le traía paz. Nada de paz. Ya era hora de irse a dormir que al día siguiente tocaba ir a buscar un nuevo trabajo. *beep* *beep* suena el celular vibrando, era Dominic. - Roy, voy a ser breve. Me debo ir de la ciudad esta misma noche, me aceptaron en la universidad de Roma. Estamos al hab… - *beep* - se corta la llamada. Había sido unos días de locos para Roy, primero lo de su madre, luego de su trabajo y ahora Dom lo dejaba. - Quizás lo mejor si era dormir. - Si, es lo mejor. - dijo Roy mientras cerraba los ojos para dormir. (Dominic no dejaba la ciudad por estudios, decidió cambiar de rumbo cuando se enteró de lo que había hecho Roy en el local de comida y fue la gota que rebalsó el vaso. Definitivamente los opuestos no se atraen, se repelen y Dom ya no quería mas. Lo bueno es que Roy nunca se iba a enterar el verdadero motivo de que su amigo dejaba la ciudad. O eso era lo que esperaba Dom) Cualquier cosa que quieras añadir (Opcional): Luego de este último episodio es donde comienza el rol de Roy. Quisiera interpretarlo en un principio como se le describe de infancia. Una persona poco sociable pero que a medida que se vaya desenvolviendo pueda ir haciéndolo. En primera instancia tratará de buscar cualquier tipo de trabajo, en primera opción, de trabajos limpios. Pero quisiera darle en algún momento un giro en 180 grados en la historia en el que por X motivo se entere del real motivo de porqué Dominic dejaba la ciudad y que esto cause en él una crisis tan fuerte en Roy que ese despertar que sintió cuando (sin saberlo) se dio cuenta que era pirómano, lo cual lo llevará a recurrir a cualquier tipo de trabajo con tal de obtener algún dinero que aportar a su familia y a la vez sentir esa paz a esas crisis que le dan en su desesperación.
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