Nombre y Apellido que vayas a usar ingame (ej: Javier Perez): Aven Fraser
Edad y fecha de nacimiento (REAL): 37 - 29/08/81
Experiencia previa en roleplay: Experiencia en rol oldschool, desde rol fantasía D&D, a más estilo Cyberpunk, Shadowrun, Vampiro, Mascarada etc. Partidas en vivo y rol por chat. Master o PJ. + Horas de visualizaciones de streamings del servidor de Despistaos.
Historia completa de tu personaje (como lo interpretaras, de donde viene, que pretende ser, sus aspiraciones y sus miedos etc...):
Historia:
Aven Fraser nació en Bayona, en el sur de Francia pero pocos meses después se trasladó al País Vasco que era su parada original. El apellido se lo debe a su madre, una inmigrante escocesa que se embarcó a la aventura estando embarazada en búsqueda de trabajo como cantante en su veintena.
De padre desconocido, Aven pasó su adolescencia entre el instituto, las salas de máquinas, su grupo de música y los bares de rock donde alguna vez actuó su madre. La informática, las drogas blandas y el heavy metal eran a lo que más le dedicaba el tiempo.
Tras acabar el periodo escolar, con 18 años se matriculó en la universidad, aunque no era más que una excusa donde aprender las cosas que realmente le interesaban, y si además le daban un título, igual llegaría a algo mejor. A diferencia de sus ideales rockeros y forma de vestir, Aven siempre ha tenido un curriculum ejemplar, la facilidad con la que aprendía cosas nuevas distaba mucho de lo que podía aparentar.
Con el paso del tiempo, fue afilando sus conocimientos en informática compleja y gracias a los contactos musicales que había ido acumulando en su etapa como músico, le llevaron a conocer al grupo de heavy metal americano del que había sido fan desde joven. En el fondo, quería buscarse un hueco en la fama, codeándose y rodeándose de los mejores en su estilo. Y así fue. Con unas llamadas, cuatro encuentros y una desapercibida mente que no perdía detalle, Aven comenzó a meter el hocico en sus redes sociales. A base de trabajo no remunerado consiguió encargarse de la comunidad de fans del grupo. Más adelante, ya tendría un contrato como Tour Manager de lo que sería un grupo conocido internacionalmente encima de la mesa. Todo era demasiado perfecto, pero coincidía lamentablemente con su último año de carrera y esto le forzó a tomar una decisión importante. Terminar sus estudios continuando una vida monótona e intentar ser con suerte un contable de mierda más dentro del sistema, o bien, meterse de lleno en la industria salvaje musical por todo lo alto, dinero fácil, gente famosa y fiesta con cereales para desayunar. ‘¡Pues que viva Led Zeppelin!’ Gritó, y al igual que su madre, decidió cogerse un tren de ida bastante largo.
Una vez firmó el contrato y con 23 años recién cumplidos, se despidió de la gente que le importaba y que dejaría atrás. En lo que se refiere a su familia, su madre, se lo contó todo por videollamadas ya que casi siempre se encontraba de viaje tocando con sus músicos de sesión. De aquí en adelante, Aven viajaría de gira con el grupo visitando varios países y acudiendo a todos los eventos que organizaría el grupo, fiestas, ceremonias y una serie de conciertos que nunca parecerían acabar.
Un par de años más tarde, la gira del grupo para el que trabajaba Aven hacía escala en Varsovia. Un lugar que quedaba relativamente cerca donde se encontraba actualmente su madre. Ésta se hallaba en plena grabación del disco con el que terminaría su carrera musical, en los estudios Galaxy de la República Checa. Así pues, esa misma semana quedaron en verse para reencontrarse y ponerse al día de todos los últimos acontecimientos. Pero esto nunca llegaría a suceder.
A la edad de 47, Claire Fraser madre de Aven, fue asesinada la noche de un martes a manos de un supremacista ario en el casco antiguo de Praga. No hubo investigación por el complejo de la situación. Las calles siempre estaban llenas de turistas, mucho ruido y las distracciones camuflaban los actos delictivos en cada esquina. El asesinato pasaría casi desapercibido y el caso quedaría prescrito años más tarde. Sucedió tan solo dos días antes del encuentro con Aven. Cuando la policía checa contactó con él para darle la noticia, ésta le sorprendió preparando el equipaje justo para ir a visitarla. Todo esquema y plan que podría tener pensado para el futuro, cambió en un mismo segundo. Pero aun así, terminó de hacer las maletas y sin expresar ningún tipo de sentimiento humano, dejó la habitación del hotel donde se hospedaba con la banda y no se supo más de él.
Los que le conocen o le vieron entonces, comentan que inició su propia gira personal, viajando de un sitio a otro, tocando en bares de carretera, viviendo en hoteles baratos y fumándose los ahorros que había ido acumulando. Todos le recuerdan con el pelo negro, medio largo tornándose ya en gris, tapándole siempre la mirada. Su guitarra firmada por él mismo a la espalda, una armónica colgada del cuello y una petaca que si no llevaba gasolina, podría llevar cualquier otra bebida espiritual. Las gabardinas y las chamarras de cuero solían ser sus atuendos más frecuentes. Dentro de su estilo eran elegantes y además podían esconderse ases en sus mangas.
Habiendo pasado los últimos diez años a la sombra de la gente y con un ritmo de vida sin ningún tipo de orden, Aven compartió parte de su trayectoria nómada con una cantante independiente francesa que conoció en uno de sus conciertos en un Rock Café de París. ‘Crazy Daisy’ era su nombre artístico, pero Aven siempre la llamaba ‘Loquita’. Se ayudaron mutuamente a que no todo fuese tan solitario una buena temporada, pero tal cual vino, se fue. Cada uno siguió libremente su camino, despidiéndose con una buena botella de whisky y un polvo tan salvaje que hasta hoy podrían recordarlo con tan solo ver un par de cicatrices.
Así, cercano ya a los 35 años, Aven comenzaba a hartarse de la sensación de haberse quedado a medias en todo desde el asesinato de su madre. La verdad es que nunca había dejado de pensar en aquel día y eso le impedía ver nada con claridad. No pasaron más de tres días de rompecabezas mentales hasta que, como si del destino se tratara, recibió una llamada de un número oculto. Por lo general nunca habría respondido pero ahora le daba más bien igual. Respondieron al nombre de Sterling. Alguien que afirmaba conocer quién mató a su madre y aseguraba saber por dónde le había visto por última vez.
En esos momentos, Aven no tenía nada que perder, y solo esa sensación de venganza plena le hacía sentirse vivo de nuevo, mucho más que antes. Sterling resultó ser uno de los músicos de Claire con el que al parecer tuvo una relación en secreto y éste nunca dejo de investigar el asesinato por su cuenta. Sterling y Aven quedaron en encontrarse en la estación de King Cross en Londres y tras darse todo tipo de información, se despidieron con una conversación más personal y un abrazo muy significativo.
Tras aquella conversación con Sterling, Aven sólo tenía una persona y lugar en el que pensar. El nombre era Friedrich alias El Truco. Sterling no tenía muchos datos sobre su constitución, pero sabía que era un ladrón bastante poco ortodoxo que respondía a las órdenes de un clan relacionado con la refundada Cosa Nostra en Nueva York. Sterling hizo un trabajo muy fino y pudo seguirle la pista hasta el aeropuerto de Frankfurt donde se embarcó en un avión dirección Los Santos el lunes de la semana anterior a su encuentro con Aven.
Ya estaba decidido. Iba a poner fin a una etapa de su vida que tanto le había atormentado. Empacó todas sus pertenencias en dos cajas grandes y reunió todo el dinero que pudo para empezar el viaje que daría sentido y venganza a la muerte de su madre. Pero para ello, una vez allí, debería hacer muchos contactos, estudiar muy bien la situación, hacerse fuerte en su terreno, y sólo entonces, podría comenzar la búsqueda y captura del que llaman El Truco. Así que tocaba empezar desde cero, sin perder la pista de su objetivo desde fuera y hacerse con el mayor poder e influencia posible para poder llevar a cabo su plan más importante.
Con su guitarra y armónica en el equipaje, Aven se dispondría a hacer una nueva gira en territorio americano con el fin de poner una banda sonora al plan de venganza que se traía entre las manos.
Interpretación:
Cultura y procedencia: De procedencia caucásica, Aven nació en Francia por casualidad, ya que su madre se encontraba en Bayona haciendo escala en casa de un amigo suyo antes de llegar a su destino, el País Vasco, cuando el parto le pilló in fraganti.
Desde su infancia se educó en los valores éticos más que en los religiosos y hoy en día se siente cómodo con sus propias teorías sobre la creación. Por otro lado, siempre le ha atraído la mitología gracias a los viejos cuentos y mitos celtas que ha mamado desde pequeño. Se considera bilingüe nativo tanto por parte de madre como por parte de su trabajo con el grupo norteamericano.
Personalidad: Aven es un civil moreno de estatura media (1.75m) y de corte elegante pero aparentemente desaliñado, de unos 35 años aproximadamente. Algo negativo y reservado en principio, pero en confianza llega a ser muy diferente. Todo lo vivido siempre le hace pensar primero en la peor consecuencia lo que le suele dar ventaja en ciertas situaciones. El hecho de haber vivido la mayor parte del tiempo por su cuenta, hace que solo confíe en su persona y raras veces presta su confianza. Actúa siempre para su bien o por el bien común si ve que se sacará algún beneficio con ello.
Es maniático con sus cosas, analiza, clasifica y ordena cada situación. Siempre puede ser agradable contigo, pero si ve una falta de respeto te pone una cruz encima. Hay que tener en cuenta que siempre ha sobrevivido como ha podido, y para él, prevalece antes alguien de su círculo que lo demás, sea lo correcto o no.
Aspiraciones: El plan de Aven consiste en hacerse reconocer como músico allí por donde vaya dando algún show que otro por varios lugares del estado. Una vez la gente ya solo le relacione con el mundo de la música, solamente tendrá que reunir información, contactos y toda la fuerza necesaria para poder ir a la caza del asesino de su madre o de la organización que se mueve tras él.
Miedos/Odios: Por la pérdida que tuvo en el pasado, Aven intenta no tratar con gente racista o sectaria porque sabe que puede perder el control en cualquier momento, en forma de pánico o furia. Sus hierbas y su petaca le ayudan a permanecer estable. Puede llegar a odiar a la gente demasiado dramática y en cualquier caso, si Aven es infeliz por algo que le hayan hecho, lo sentirán aunque no diga una palabra.
A pesar de haber recorrido mucho suburbio a lo largo de su trayectoria, siempre ha intentado mantenerse alejado de las ratas. Esos bichos asquerosos rondaban cada esquina de los bares de carretera donde solía actuar y pueden llegar a ser tan grandes como gatos salvajes armados hasta los dientes de enfermedades. ‘AGH!’
Cualquier cosa que quieras añadir (Opcional):
Aficiones: Hoy en día es consumidor de hierbas medicinales pero la marihuana esta entre sus favoritas. El alcohol añejo y su petaca hacen que los días le merezcan más la pena. Siempre saca algo de tiempo entre concierto y concierto para conectarse a las redes y no oxidarse en sus conocimientos, ya sea con el móvil o en ciber cafés.
Aunque suele frecuentar mucho las calles y la ciudad siempre le gusta buscar lugares en las montañas o zonas verdes donde desconectar unos días. Es un fiel amante de los animales y le gusta estar rodeado de ellos. Son los únicos con los que se siente realmente identificado. No tiene mascota porque nunca vio bien que viviese una vida tan nómada como la suya. Es por lo que siempre quiso tener un lobo, fiel pero solitario en sus acciones y si algún día ve la oportunidad de tenerlo, lo hará.
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