-Nombre y Apellido que vayas a usar In-game: Billy Roca
-Edad y fecha de nacimiento (REAL): 23-03-96 (24 Años)
-Experiencia previa en Roleplay: En edades mas tempranas estuve roleando en el GTA SAMP liderando una mafia llamada "La Cosa Nostra". Actualmente en la plataforma de FiveM estuve en varios servidores de habla hispana en los cuales me especialicé en el rol de motoquero desde hace ya mas de 1 año con el mismo personaje, lo cual me ayudo de mucho para el día de hoy tener una buena interpretación. (SAMP=5 Años - FiveM y RAGE=2 Años)
-Historia completa de tu personaje:
"El principio del fin había comenzado, mis padres y yo tuvimos que inmigrar de Italia hacia argentina. No hace falta aclarar que era una vida nueva y más allá de eso, un nuevo estilo de vida al cual no estábamos acostumbrados. Desorden, ruido y malos hechos asechaban nuestros alrededores, todo lo que vimos y habíamos vivido ya era solo una historia más. Todo termino cuando mi padre nos abandonó. Nunca dijo nada, solo un día despertamos y el ya no estaba.
Él siempre dijo “por plata baila el mono” y si, la verdad que no estaba para nada confundido.
En argentina aprendí muchas cosas, el hecho de cambiar de país fue muy grande para mí y no podía evitar integrarme en ciertas situaciones que nunca en mi vida había lidiado. Recuerdo mi primera aventura como si hubiera sido ayer. Estaba parado en un parque estatal, y se me acerca un muchacho no muy discreto y me dice –“Oye compita, se te nota con los bolsillos muy vacíos… ¿Necesitas ayuda?” en ese momento no pude evitar verlo a los ojos y reírme. No sabría decir si fue por incomodidad o si fue porque por dentro sentía que algo en mi vida iba a cambiar. Sin dudarlo le dije que sí y a partir de ese momento mi vida cambio por completo.
Con el paso de los años repleto de dinero, droga y armas pensaba que lo tenía todo, dios mío, que idiota fui. Había madurado con el hecho de no tener un padre y pronto se acercaba el momento en el que mi madre tampoco este. Y así fue, un día desperté sintiendo un vacío por dentro que hacía mucho no sentía. Demás está decir que mi empleo no era muy seguro, tenía muchos amigos como también muchos enemigos. Si bien no era el líder de ninguna pandilla mi presencia pisaba fuerte y no todos lo sabían, pero los que me conocían me respetaban porque soy un hombre de palabra, más allá de todo lo que hice para ser lo que soy, la gente sabía que yo era una persona de confiar. Pero los que no me conocían solía odiarme por mi forma de ser, y era de esperarse, porque cuando se trata de negocios las cosas cambian.
Para ese entonces me di cuenta que tenía todos los lujos del mundo menos una familia. Alguien con quien compartir unas risas sin dinero ni interés de por medio y ahí fue cuando tuve la gran idea de cambiar de país. Si hay algo que aprendí de niño fue que viajar cambia a la gente y eso mismo fue lo que hice. Tenía dinero y contactos, pero si cambiaba de continente no podría mantenerlos conmigo, entonces recurrí a viajar California. Necesitaba estar en un lugar donde todos me traten por lo que soy un extranjero, y uno que aparentaba no saber nada. Para no llamar la atención decidí adquirir una motocicleta la cual todavía llevo conmigo y suelo usar para momentos especiales. Al pasar de los años volví a lo mío, conocí mucha gente en California que estaba interesada en el mismo negocio que yo. Volví a caer con la misma piedra, pero esta vez con una más grande.
Un día viajando en mi motocicleta conocí un hombre el cual era muy sabio o por lo menos eso aparentaba. Para ese entonces no sabía quién era y ya saben que la confianza se gana poco a poco. Hablamos un rato nada más únicamente sobre el gusto de las motocicletas, lo de siempre, y en cuanto se generó un silencio incomodo me fui. Lo que nunca pensé es que él ya sabía todo de mí, sabía dónde iba, donde vivía, donde comía, donde bebía por las noches, lo sabía todo.
Solía andar mucho en mi moto me encantaba poder escaparme de la realidad con el simple hecho de manejar por la ruta. Un día yéndome a trabajar me di cuenta que me seguía un hombre en una Harley Davidson, el cual no era el mismo con el que yo había hablado. Este parecía más sociable quizás no se había ganado mi atención mostrando autoridad, pero si hablándome, lo cual para mí era algo muy raro. Simplemente era algo que nunca me había pasado, que me caiga bien una persona a primera vista. Ese hombre tenía algo de esa chispa que buscaba. Ese día me invito a un club de moteros, me dijo que simplemente eran hombres que le gustaban andar en motocicleta lo cual para mí era algo muy simple. Nunca imagine lo que podría a llegar a vivir ese día ahí dentro. Pero bueno, esas son cosas que voy a mantener conmigo y la felicidad de mi ser. Lo único que puedo decir es que, por fin, yo Billy Roca pude encontrar lo que buscaba hace muchos años. No era poder, ni dinero, ni armas, ni drogas… no era nada de eso. Era únicamente el poder disfrutar de una familia.
En ese club no solo encontré una familia si no que un objetivo en mi vida. Entrar como un prospecto sin saber siquiera como tenía que ser mi actitud. Largos años tomaron hasta convertirme en lo que soy actualmente. Muchos parches pasaron por mi chaqueta los cuales al principio me costaron interpretarlos. Ser miembro es fácil porque solo es ganarse la confianza del club, pero hay mucho más allá de eso. Siempre fiel y dedicado al club me llego el día que demuestre quien era verdaderamente haciéndome cargo de la tesorería. Los números se me van bien y mucho más negociar. En el club no solo era andar en motocicleta, beber alcohol y matar, también había muchos más negocios que mantener. Lavar la imagen no es nada fácil y mucho menos mantenerla en pie. Cualquier paso en falso podía llegar a dejar mal a mi club y eso era algo que había que evitar, ya que, mantener el prestigio era muy importante.
Todo tenía que salir bien porque no podía vivir sabiendo que el club iba a morir, todo lo que soy ahora se lo debo al club y a mi gente. Entre como una persona normal que le gustaba la adrenalina, pero el día de hoy ya ni siquiera disfruto de robar tiendas como antes. Ahora disfruto de un nuevo estilo de vida que si bien, para algunos no es el mejor, yo pude encontrar verdaderamente lo quería y eso era el bienestar del club. Mi mayor miedo siempre fue quedar solo y en donde estoy ahora nada de eso pasaría. No solo es vestir de cuero y lucir malo, ser motero abarca muchas cosas y es muy importante tener en cuenta de lo que eres. Conducta, disciplina, respeto, fidelidad, inteligencia y muchas cosas más se necesita para pertenecer a un club de motoqueros. Si bien hay muchos clubes no todos son iguales, muchos tienen reglas propias pero el nuestro es muy distinto y eso fue lo que siempre me atrapó manteniéndome dentro. Vi muchas vidas pasar por al lado mío, muchos entran para quedarse y otros entran para cavar su propia tumba. Recuerdo que, cuando entre de Prospect, entre con el hermano del instructor suponiendo que tenía los pies bien puestos en la tierra. Su traición nos pudo haber perjudicado a todos, tener un negocio solo o ganar dinero gracias al club sin consentimiento del mismo, no se podía permitir. Esa fue la primera persona que tuve que matar, recuerdo ese día como si hubiera sido ayer, Elvis me aparto y me dijo “Chico hoy es el día en el que tienes que demostrar tu coraje, ¿Puedes con esto?” Yo no sabía si estar feliz, nervioso o triste porque tenía que matar a un compañero. En ese momento solía tener empatía con la gente, pero hoy en día cuando se trata de mantener la integridad del club no me lo pienso dos veces. En resumen, jale del gatillo una y otra vez, de hecho, recuerdo sofocarme y únicamente reír. Hasta que un golpe de mi tutor me abrió la cabeza, me di vuelta y tenía al Instructor mirándome con una cara de desprecio, pero quién diría que algún día tampoco estaría con nosotros.
Otro hermano que vi morir fue “Jhon Rogers” él era igual que yo y muchos del club, era un Sargento de Armas que estaba dispuesta a hacer lo que sea porque no caiga nadie de los nuestros. No lo conocía mucho porque era un hombre de pocas palabras y frío como una roca. Aun así, su muerte me marco mucho porque era un ejemplo de lo que había que hacer por el club solo que pensando todo más de mil veces. Su impulso por mantener a todos a salvo lo condeno y por eso fue que también lo enterramos como un héroe. Elvis siempre me dijo que tenía que pensármelo todo una y otra vez, la verdad es que tiene razón, pero jalar el gatillo sin pensarlo me divierte tanto que muchas veces me olvido de ser cuerdo. Aprender de uno mismo se trata y ponerse a prueba siempre te hace llegar muy lejos. El día de hoy miro a mi alrededor pensando en no tener a mis hermanos al lado y me explota la cabeza. Muchos años de soledad sin poder confiar en nadie me esperaban de nuevo si es que no manteníamos al club vivo y hasta el día de hoy sigo en pie para que esto no muera. El club me había dado una familia y yo tenía que mantenerla unida cueste lo que cueste. Muchas veces discutimos entre nosotros por ideologías desencontradas, pero aun así nos mantuvimos juntos como una hermandad. Entonces, ¿Qué era lo que podría separarnos? Como todos sabemos mantener la integridad del club es lo más básico e importante que hay que hacer y tener en cuenta, pero no muchos lo hacían y eso era un gran problema para todos. No solo eran negocios, muchos tenían historias que nadie podía saber y al momento de entrar al club, el contrato era muy específico con lo que había NO había que hacer. Una de las reglas más importantes era no llamar la atención en público porque hablaba mucho de lo que éramos y nadie quería parecer un payaso al frente de todos. Ahí es en donde entra la historia del que en ese momento era el Instructor “Jax Morrow”, o como yo llamaría, la vergüenza del club. Este hombre con una edad bastante adulta y años de antigüedad ya tenía que tener más que claro cuál era el carácter y la actitud de un verdadero motoquero, pero no, el vendía choclos con una falda en el medio de la plaza estatal. No sabemos que le paso, si simplemente se convirtió en un idiota o si estaba drogado, pero el mismo cavo su propio pozo al igual que muchos de aquí. Eran consecuencias que tenían que pagarse de una sola forma y justamente no era con dinero, era de la forma más cruel y sangrienta que podías imaginarte y más si se trataba de una traición. ¿Qué era lo que podría separarnos?
Esa palabra siempre me hizo acordar a una persona, todos confiamos siempre en él, lástima que se desato el desorden y la desconfianza gracias a este tipo. Las diferencias de opiniones siempre estuvieron, pero nunca las habíamos usado a nuestra contra. Siempre pusimos nuestros conflictos sobre la mesa, pero esta basura conspiro por nuestras espaldas. Como mi padre siempre dijo “por plata baila el mono” y este tipo ya era un gorila. Nunca nos faltó el dinero por eso nunca entendimos porque sucedió y mucho menos porque lo hizo. Realmente me hubiera gustado entenderlo porque siempre tuvimos lo que quisimos solo con el hecho de ponérnoslo en la cabeza. Siempre con los objetivos claros y con un buen fin, pero este tipo solo pensó en el dinero y se vendió al mejor postor. Nunca vimos el dinero como algo indispensable, lo conseguíamos de manera sucia porque era lo que nos apasionaba y la adrenalina que nos mantenía vivos. Blanqueábamos millones y millones, pero a el nunca le basto con lo que tuvo y prefirió vivir con la traición en su mente. En fin, las consecuencias ya las sabíamos todos, pero solo faltaba enterarnos de lo que hizo. Un día entregando un cargamento muy grande tuvimos una emboscada policial, no fue gran cosa porque todo salió bien, pero él no estaba y se justificó diciendo “disculpen me que dormido”. Fue muy raro para todos nunca faltaba nadie, a la hora de trabajar éramos muy unidos porque lo hacíamos todos por una buena causa y era el bienestar del club y que no le falte nada. Cuando decidió abrir la puta boca, al maldito le ofrecieron una gran suma de dinero para declarar en nuestra contra. Fue ahí cuando la policía allano nuestro club descubriendo todos nuestros secretos y la infinidad de atrocidades que habíamos hecho individualmente y como club. Pero para ese entonces ya no había nadie ahí mismo, nadie supo jamás de nosotros. Como todo motero teníamos un Plan B el cual consistía simplemente en separarse y el día de mañana encontrar un lugar donde continuar nuestra historia.
Después de cinco años sin saber nada de nadie, me contactó un viejo y gran amigo. Ese que había visto por primera vez andar en motocicleta y me había inspirado a ser lo que soy. El viejo Elvis Pearson con su motocicleta estaba queriendo volver a agrupar a la hermandad. Tenía que hacer solo una cosa y era tomar el primer avión hacia “Los Santos”. Dinero quedaba, pero tenía que irme con lo justo y necesario para poder subsistir. Ahora mismo estoy a días de tomar el avión con la esperanza de volver a encontrar a mis hermanos y a mí mismo. Realmente no me importa que cargo voy a tener lo que realmente me importa es seguir continuando nuestra historia con la ayuda de mis hermanos. Es complicado porque sufrimos muchas caías, pero yo soy una persona que se levanta una y otra vez sin importar la circunstancia. Ahora mismo no soy codicioso, aunque en su momento si, pero con los años entendí de que la codicia no sirve de nada solo te entierra lentamente. Pongo las manos en el fuego diciendo que este club nunca va a morir aun así tenga que dar mi vida por todos mis hermanos."
-Cualquier cosa que quieras añadir (Opcional); "Descripción Psicológica".
Es impredecible, impulsivo, agresivo, manipulador, intimidante y mal educado con desconocidos o que no forman parte de su entorno.
Por otro lado, con la gente que se ganó su confianza, va a estar dispuesto a dejarlo todo. Nunca te faltara cuando necesites un consejo y mucho menos cuando necesites abrirlos ojos de un golpe.
Tener en cuenta: No tiene fe en la humanidad por tantas decepciones o traiciones recibidas, con el tiempo logro entender la actitud y personalidad de la gente. Muchas veces analiza a las personas solo escuchándolas hablar y hasta puede hacerte creer que es un tonto, pero por dentro ya pensó mil formas de rajarte el cuello con un cuchillo.
