Nombre y Apellido que vayas a usar ingame: Julio SalazarEdad y fecha de nacimiento: 10/05/1995Experiencia previa en roleplay: Desde abril de 2019, empecé en ProjectLife, pasé a x6tenceRP, tras cerrar el servidor he estado roleando en ForasterosRP y SpainRP.Historia completa de tu personaje:
Julio Salazar nacido el 10 de mayo de 1995, España (Cádiz), fue fruto de la relación entre Arturo Salazar y Carmen Heredia, ambos le dieron una educación ejemplar, le enseñaron desde pequeño darle valor a cada cosa que tenía y agradecerlo todo, jamás le enseñaron a ser violento ni vio ningún acto/discusión violenta en casa. Julio tuvo una infancia envidiable, le trataban como a un rey, era la alegría de la familia, debido a que era un niño muy familiar y cariñoso con los suyos, muy empalagoso en algunos momentos, lo típico de un niño, le tenía un cariño especial a su abuela, Rosalía. Pasaba muchísimo tiempo con ella, le contaba historias, lo llevaba a jugar al parque. Julio era la razón de vivir de su abuela después de llevar consigo una terrible depresión por la pérdida de su marido, era el pilar que la sostenía para sobrevivir.
Aparentemente, Julio era un niño inocente y muy noble, siempre estaba jugando junto a su primo Juan, alias Juaneke, el cual era un niño muy bien educado y serio, le encantaba estudiar y desde muy pequeño pregonaba que quería labrarse un futuro como Ingeniero Químico, era un adulto encerrado en el cuerpo de un niño, formaban el dúo perfecto, Julio tenía un carácter de payaso, le encantaba hacer reír a los demás y no le daba mucha importancia a las cosas/situaciones, Juan era todo lo contrario, por eso se complementaban tan bien. Desde muy pequeño Julio prestó demasiada admiración por las armas, le encantaba jugar a los vaqueros con su primo y con los demás niños de la escuela. La situación económica de la familia no era buena, Arturo Salazar era tendero junto a su esposa Carmen Heredia, ambos tenían una tienda de barrio, con lo que ganaban apenas les llegaba para sobrevivir y la situación llevaba a un estrés constante diariamente, y por tanto, a una enorme tristeza que intentaban llevar en secreto para que Julio creyese que todo en la casa iba bien. Cada noche, su madre arropándolo en la cama y después de rezar un Padre Nuestro, le decía el dinero no da la felicidad, pero en cambio, Julio no le veía una mirada de que lo que estuviese diciendo fuese verdad y aunque fuese pequeño, era muy inteligente y sabía que detrás de toda esa felicidad y cariño que le aportaban había una gran lucha para poder sobrevivir. Por cierto, la familia Salazar era muy católica, cada domingo iban a misa los 3, Arturo Salazar con su traje negro con corbata morada en honor a los colores de la Hermandad Cofrade a la que pertenecía, la de Jesús Del Gran Poder, Carmen Heredia con un vestido blanco muy elegante y el pequeño Julio imitando los pasos de su padre, un traje de infante con corbata morada, pues su sueño era pertenecer a dicha Hermandad y ser costalero. A Julio le encantaba la Semana Santa, era su época del año favorita por delante de la Navidad, apuntaba en el calendario de su habitación cada día que faltaba para que el Domingo de Ramos llegase. Julio era un niño muy inteligente, durante su etapa de primaria, en cuanto a estudios se refiere, era un niño de sobresaliente y disciplinado, una de sus misiones era alegrar a sus padres, y él veía que sacando buenas notas y siendo bueno lo lograba, no era un niño de mucho estudiar pero era una esponja de conocimientos todo lo que se le enseñaba lo aprendía rápido. Su padre, Arturo siempre le decía que debía estudiar para labrarse un futuro diferente a él y que pudiese vivir bien, eso Julio lo tenía muy presente, desde 1º de primaria hasta 6º de primaria sus notas fueron excelentes, se dedicaba a estudiar, jugar con sus amigos del barrio y su primo, enfin, lo típico que hace un niño. Fue entonces en el año 2007-2008 cuando se graduó en el Colegio Público "La Velada" y pasó a entrar al Insituto de Enseñanza Secundaria Obligatoria "Mar de Poniente", a la edad de 13 años, allí conoció a compañeros de todo tipo de personalidades, lo típico en un instituto, las primeras semanas de curso no hizo muchos amigos, Julio era una persona muy introvertida por aquel entonces, callado y siempre escuchando/observando, le daba muchisima vergüenza abrirse a conocer a gente, ya que temía el rechazo, es uno de los miedos de Julio, el miedo al rechazo y al fracaso. En la 4º semana de curso, un compañero de clase se le acercó al ver que Julio estaba consultando durante el recreo una revista de armas de Airsoft, la famosa revista "Élite", le preguntó si le gustaba el Airsoft a lo que Julio respondió que si, le encantaban las armas, estuvieron horas y horas hablando sobre armas y tácticas de posicionamiento, casi a diario hablaban de ello, se hicieron grandes amigos, un día su nuevo amigo y otros compañeros del insituto que se dedicaban a jugar al Airsoft le propusieron incorporarse a su equipo de Airsoft, la experiencia de Julio en su primer partido de Airsoft fue muy satisfactoria, le encantaba las tácticas de guerra, su mayor virtud a parte de la puntería era el posicionamiento, cosa que había aprendido investigando en diferentes libros/vídeos sobre tácticas de guerrilla, pasaba horas y horas expandiendo sus conocimientos sobre el tema, no le daba pereza en absoluto, es mas, le encantaba, esto hizo que Julio desviase su atención de los estudios, con lo cual, empezaron a darse los primeros suspensos, digamos que a Julio empezó a no irle demasiado bien en sus estudios, los profesores se reunieron varias veces con sus padres para comentarle la situación académica de su hijo, sus notas eran pésimas y en clase no prestaba atención, debido a que su verdadera pasión y lo que despertaba interés en él solo era una cosa, las armas. Desde aquel momento, el comportamiento de Julio comenzó a ser diferente, parecía que la compañía por la que optó transformó su forma de ser, durante los años de instituto cambió sus hábitos, exceptuando los religiosos, siempre cumplía con ellos, iba a misa y seguía encantándole la Semana Santa y la religión católica, eso nada ni nadie lo cambiaría. Julio pasó de estar tiempo en casa con su familia a estar más en la calle pandilleando, ligando con las chicas del barrio y ejercitándose en el gimnasio del barrio, ya apenas hablaba con sus padres, eso si, a su abuela la seguía visitando todos los días sin fallo, era a la persona que más quería en el mundo. A medida que Julio fue avanzando en la edad su familia notaba como cada vez se volvía más agresivo y maleducado, parecía un pequeño Dionis, cada vez más. Por cierto, Dionis es su tío, un hombre con muchísimo poder en la zona, siempre con su traje negro con camisa blanca, corbata negra y zapatos negros, escoltado 24 horas. Una tarde cualquiera, Julio se reunió con su primo Juan, y éste le recriminó que ya no era el mismo, contestaba mal, se enfadaba por cualquier cosa, trataba irrespetuosamente a la mayoría de la gente, tenia una actitud de chulo y no le gustaban sus nuevos amigos, todo esto estalló en un conflicto que enfriaría la relación entre ambos. Julio solo encontraba similitudes con su tío Dionis, se pasaban horas y horas hablando sobre armas, veía en su tío al hombre que quería llegar a ser, puesto que compartían aficiones y además era un hombre de éxito. Julio en cuestión de 3 años, pasó de ser un chaval humilde, cariñoso, respetuoso y que se conformaba con cualquier cosa a ser un adolescente agresivo, chulo y ambicioso. Las armas y lo que se podía hacer con ellas despertó todo eso en él.
Julio Salazar sabía perfectamente a lo que se dedicaba su tío Dionis y ansiaba ser como él, era el mayor narcotraficante de la zona, cosa que Arturo, su hermano, no aceptaba y por eso llevaban muchísimo tiempo sin dirigirse la palabra, cuando Julio cumplió la mayoría de edad, concretamente, el 10 de mayo de 2013 se inició en el mundo del narcotráfico junto a su tío Dionis, en principio, se dedicó a transportarle en vehículo a los sitios donde Dionis se reunía con sus clientes/amigos. Siempre armado, su tío le enseño desde el principio que no se fiase ni de su propia sombra, siempre le decía "Aquellos que hoy quieren hacer negocios contigo te querrán matar mañana".
Poco a poco, Julio fue adquieriendo experiencia en el mundo, fue analizando a las personas y conociendo como debía dirigirse en todo momento a dichas personas, Julio, cauto como siempre no se ofreció a ser parte del núcleo del narcotráfico, sabía que tenía que ir poco a poco, aunque el jefe fuese su tío Dionis, debía mostrarle el respeto que se merecía.
Tras estar 4 meses en un "periodo de prueba" como transportista, y conociendo a gente muy poderosa, estando en las reuniones con su tío y observando todos los lujos que tenían los capos que se reunían con su tío (coches, mansiones, ropa exclusiva, relojes, etc) decidió dar un paso adelante y arriesgarse a aspirar a algo más, ya que, era muy ambicioso.
Fue entonces cuando se reunió con su tío Dionis y le comentó que quería dar un paso más y ser parte del grupo de sicarios del clan, su tío Dionis le vió esa mirada tan decidida que ni se lo pensó, lo aceptó en el mismo momento, es lo mínimo que podía hacer por él, ya que, siendo de su familia Julio aceptó trabajar desde lo más bajo y sin rechistar, sabía como funcionaba el mundo.
En principio, solo le encargaban trabajos relativamente sencillos, secuestrar y asesinar a algún agente que estuviese investigando a la organización, secuestrar a gente con perfil bajo de otras organizaciones enemigas, enfin, lo típico que hace un sicario. Observaron que Julio realizaba trabajos espectacularmente limpios, era muy profesional, y poco a poco fue adquieriendo más poder dentro del grupo hasta conseguir ser el jefe de sicarios del clan, era despiadado, mataba a quién le dijeran sin importar el cargo ni la reputación de dicha persona.
La madrugada del 25 de junio de 2019, atentaron contra la familia de su tío Dionis, causando la muerte de su querida tía Rocio Cortés. Julio lloró desconsoladamente, pues ellos eran su verdadera familia, quería mucho a su tía y la locura se apoderó de él, solo quería descuartizar y quemar a los causantes de ese atentado, pero su tío Dionis, experto en la vida, sabía que esa batalla estaba perdida, muchos clanes de la zona querían arrebatarle el poder y era imposible luchar contra todos ellos.
Asi que, ambos decidieron marchar hacia la ciudad de Sevilla, dejando todo atrás y empezando una nueva vida, se iniciaron como basureros. Dionis tenía suficiente dinero como para vivir en el barrio más lujoso de Sevilla, pero además de ser buscado por los clanes que lo expulsaron de su territorio, era buscado por el CNI y el CNP, él lo sabía y por tanto, optó por no hacer uso de ella y actuar como si dicha cuenta bancaria no existiese para no despertar sospechas que pudiesen perjudicarlos. Julio, trabajador como nadie, todas las mañanas realizaba su ronda de basurero para poder subsistir junto a su tío, siempre cautos, pensaban con la mentalidad de un bandido.
Julio y Dionis llegaron con diferentes expectativas de vida a Sevilla, en principio, Julio creía que Dionis iba a intentar hacerse con la ciudad puesto que lo tenía como a un mafioso de gran nivel y eso era lo que admiraba de él.
Con el dinero recaudado por ambos alquilaron su primera vivienda, un piso barato en la zona pobre de la ciudad, concretamente, en Las Tres Mil Viviendas, en ese momento Julio ya pensaba en conocer a gente influyente y hacer negocios para aspirar a lo más alto en Sevilla, por sorpresa de Julio, Dionis no comentó nada de hacer negocios y seguía haciendo una vida tranquila.
Al ver esa desgana por parte de su tío, Julio entró en un estado de “locura”, su objetivo en la vida era ser diferente a los demás, no hay algo que le diese más asco a Julio que ser uno más, él quería ser el mejor, el diferente, el temido por todos.
Tras alquilar el piso barato junto a su tío, ahorró para una navaja y comenzó a atracar a las personas de la ciudad, con muy buen resultado ya que en solo 1 día consiguió hacerse con una pistola, a Julio le encantaban las armas, y hacer el mal, causar temor.
Aunque Julio estuviese molesto por el comportamiento de su tío, era una persona inteligente, sabía que ya estaba cansado y que hacerse con el poder desde 0 en una ciudad como Sevilla no era sencillo, comprendía que su tío quisiera su última etapa de vida tranquilo y como una persona vulgar, a veces en la sencillez está la felicidad, lo había tenido todo menos tranquilidad, cosa que tenía ahora mismo.
Julio sabía que tenía que conocer a la gente influyente de la ciudad, para ello, la presencia es de las cosas más importante, necesitaba dinero para comprar un buen vehículo de gama alta, una buena vestimenta y una buena casa para reuniones, por tanto, solo necesitaba empezar a hacer una cosa, atracar lugares con gran nivel monetario.
Todos sus atracos fueron realizados con éxito y sin dejar rastro, era un sicario de gran nivel, no tenía miedo a disparar a nadie y su sangre fría hacia que tuviese una puntería de gran nivel. Con el dinero recaudado de los atracos consiguió adquirir un vehículo de gama alta, vestimentas acordes para reunirse con gente influyente de la ciudad y lo más importante, una casa en la zona rica de Sevilla donde podría sugerir reunirse, con escoltas vigilando 24h.
Un buen día, Julio iba de paseo por las mejores Iglesias de Sevilla, ya que, como se sabe, era un gran admirador de la Semana Santa, el catolicismo y todo lo que tuviese que ver la Iglesia, y recibió una llamada con número oculto en la cual le decían que fuese a un sitio escondido, a las afueras de Sevilla, Julio no se lo pensó 2 veces, podría haber sido una trampa, pero para su sorpresa no fue así, en esa ubicación se encontraba una gran casa y en la puerta se encontraban 2 hombres, uno muy elegante y el otro con pinta de barriobajero. Se presentaron ante Julio, el señor elegante se llamaba Adrián Jontoya, y el señor con pinta de barriobajero se llamaba Genaro Jontoya, eran primos, personas muy influyentes en la ciudad, con muchos contactos, por ello es que sabían el número de teléfono de Julio y sabían de buena mano lo buen sicario que era. Le invitaron a pasar a su gran casa y empezaron a conocerse, la actitud de Adrián Jontoya era seria y de liderazgo, se notaba que era el que mandaba de los dos primos en el tema de los negocios, le comentó todas sus objetivos en la ciudad, controlar el tráfico de droga, en especial la cocaína y sobretodo el tráfico de armas, mientras que Genaro Jontoya miraba a Julio con cara de desconfianza y le daba toques de atención a su primo, ya que, estaba contando información demasiado comprometida, Adrián Jontoya sabía porque se la contaba, sabía con quien estaba hablando perfectamente, Julio estaba solo en la ciudad, buscaba negocios y gente con la que controlar la ciudad, por tanto, iba a aceptar unirse a ellos 100%.
Tras estar hablando reunidos durante aproximadamente 2 horas, Julio volvió a su casa y quedaron en reunirse cada día para realizar la inteligencia a los demás clanes que querían controlar asi como ellos las drogas y armas. Julio era el encargado de realizar vueltas de reconocimiento alrededor de las zonas donde se sabía que se movía la droga, él era consciente de que era de los mejores tiradores/sicarios/atracadores de la ciudad, pero era relativamente novato en el tema de control de drogas y tráfico de armas. Cada día realizaba un informe de la gente que encontraba por la zona, vehículos, recorridos, etc. Por otro lado, Adrián y su primo Genaro realizaban la investigación sobre el tráfico de armas, se esforzaban cada día al 100% por realizar contactos de gente que quería armas, sabían perfectamente en que barrios la demanda era muy grande.
Una mañana, Julio se montó en su coche, siempre con su pistola USP y realizó la vuelta de reconocimiento por las diferentes zonas donde se movía tráfico de drogas, pero esa mañana no solo vió a los que solía ver, es mas, vió a un tipo un tanto sospechoso, al cual no se lo pensó y a punta de pistola lo forzó a meterse en el coche, le realizó una serie de preguntas y al ver que el tipo no soltaba prenda lo llevó a su lugar de torturas y le práctico una muy dolorosa, la tortura del cortauñas, el tipo no tardó en soltar prenda y le facilitó un contacto importantísimo, se apodaba El Paisa, tenía acento colombiano y controlaba el narcotráfico de Colombia. A través del Paisa, Julio logró introducir su propia cocaína en la ciudad de Sevilla, era el principal problema, ya que, eliminar a la competencia fue coser y cantar, no eran contrarios para un sicario tan experimentado como Julio, además Adrián y Genaro eran muy buenos tiradores y tenian muchisimos contactos para que les ayudasen en la guerra que finalmente el 20 de Julio de 2014 se terminó, con victoria para el nuevo clan de Julio y los primos Jontoya.
El primer paso ya estaba completado, hacerse con el narcotráfico de cocaína en la ciudad, del mismo modo hicieron con el tráfico de armas, Adrián y Genaro investigaron sobre el tema y consiguieron un contacto del Cartel de Culiacán, se apodaba el Guacho, el cual les proporcionaba todo tipo de armamento de narcotráfico de USA, era tanto el tráfico de armamento que nos proporcionaba ese cartel que no había competencia alguna en temas de tráfico de armas en la ciudad, cada arma pasaba por las manos del clan de Julio y los Jontoya.
Julio no olvida, y aunque su tío Dionis decidiera vivir tranquilo y sin lujos debía darle todo, ya que en su día, su tío lo acogió y le enseñó todo lo que sabe, cada mes Julio le daba un sobre con muchísimo dinero, lo suficiente como para vivir como una persona de clase alta, pero sabía que su tío no quería eso, lo único que consiguió es que su tío se retirase de trabajar y viviese una vida de jubilado asecas.
Eran los más poderosos de la ciudad, la gente hablaba de ellos, nos llamaban "Los gitanos", durante 5 años todo fueron éxitos, los negocios iban viento en popa, la relación entre los 3 era casi perfecta, si no fuese por los cabreos repentinos de Adrián Jontoya, cosa que Julio y Genaro no veían, pero esos cabreos iban desgastando a Adrián Jontoya hasta que una tarde, concretamente el 10 de Octubre de 2019 nos citó y nos comentó que no podía seguir, estaba teniendo problemas de salud, y además no tenía necesidad de seguir con los negocios puesto que ya tenía un gran nivel monetario. Julio sabía que esa decisión estaba tomada, solo nos estaba informando así que aceptó su dimisión y por tanto, la rotura de la organización Full Flows, si, así se llamaba.
Desde ese entonces hasta el 20 de Mayo de 2020, Julio siguió en la ciudad de Sevilla, intentando vivir una vida como un ciudadano normal, siempre quiso formar una familia, durante ese periodo de tiempo Julio conoció a una hermosa mujer, se llamaba Marta, de familia de clase alta, Ingeniera de Caminos, la relación iba por buen camino, pasaban mucho tiempo juntos sin cansarse uno de otro, compartían gustos y aficiones, formaban un gran equipo.
Una noche trágica de mayo, concretamente el 10 de Mayo de 2020, al salir de un restaurante de lujo dispararon letalmente a Marta desde un vehículo y con una Micro SMG, era el precio que podía llegar a pagar Julio debido a su pasado, los clanes enemigos no olvidan e intentan arrebatarte lo que mas quieres en el mundo, y asi fue.
Tras estar 10 días pensándose si valía la pena vivir y estar llorando casi a todas horas del día, Julio, decide irse del territorio español para olvidar, concretamente decide irse a la ciudad de Los Santos, donde pretende llevar una vida tranquila y fuera de problemas, sus primeros meses de estancia son bastante tranquilos, básicamente se dedicaba a pescar en su lancha alquilada, era una de sus aficiones, le encantaba pescar, como a su padre Arturo Salazar, que mejor trabajo que una de tus aficiones.
Julio vivía en una buena casa, ni barata ni lujosa, no quería levantar sospechas, ya que el dinero que tenía era del narcotráfico, no sería nada inteligente llegar a una ciudad y en cuestión de meses tener la casa más cara de la ciudad y toda clase de lujos, además, huía de eso, su mentalidad había cambiado por completo, solo quería tranquilidad.
Una mañana lluviosa, pescando, la corriente lo movió hacia una zona de pesca poco frecuentada, y allí conoció a dos personas, Jose Yumak y el Sr.Ivanovich, mientras pescaban hablaron durante horas y se fueron conociendo mas y mas, estuvieron hablando de sus aficiones, miedos, etc, nunca de ambiciones, objetivos y negocios, eran dos personas muy reservadas, obviamente Julio tampoco les habló de su pasado, no quería asustarlos.
Aunque parezca raro, un sicario también tiene miedos, Julio tenía miedo de que jamás lograse sentir nada igual a lo que sintió por Marta por alguien, como toda persona siempre quiso formar una familia, pero en todo el tiempo que llevaba en Los Santos no despertaba ese sentimiento con ninguna mujer que hablaba.
Por las noches siempre tenía pesadillas sobre su pasado, concretamente, de la gente a la que mataba, pensaba que le torturaban desde el más allá por así decirlo, prácticamente no podía dormir, era culpable de ser un ser despiadado, parece exagerado, pero Julio le tenía un miedo increíble a la noche, porque sabía que en algún momento tendría que ir a descansar y se les aparecería en forma de pesadillas todos sus recuerdos de asesinatos.
Obviamente Julio, no le contó este segundo miedo a Jose Yumak y Sr.Ivanovich, ni tampoco que era sicario, ellos dos se rieron cuando escucharon a Julio hablar del miedo a no poder volver a enamorarse, puesto que eran personas experimentadas y mas mayores que Julio, pensarían que es el típico miedo de un veinteañero.
A medida que pasaban los meses, hubo una conexión especial entre estas personas y Julio, tenían esa sensación de ser amigos de toda la vida, cada vez había más confianza.
Julio había llegado a la ciudad buscando la paz y la tranquilidad pero hablar con esos pescadores le despertó su instinto de ambición que llevaba dormido 1 año, todos los días se preguntaba el por qué, si eran unos simples pescadores. Volvió el Julio de siempre, con las mismas ambiciones de siempre, todo dinero es poco, todo control es poco, y todo negocio es poco, quería una vez más ser el rey de la ciudad, controlar todo el narcotráfico de drogas y de armas, costase lo que costase y a quién se interponga en su camino lo destrozará vilmente.
