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Invitacion - Shenron


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Nombre y apellido: Andy McIntyre

Edad y fecha de nacimiento: 20, 26/04/1999

Experiencia previa en Roleplay: 7 meses roleando en otro servidor.

 

Historia del personaje:

 

Nombre: Andy

Apellido: McIntyre

Nacionalidad: Australiana, Española

Edad: 25

Personalidad: Impulsivo, Reservado, Desconfiado, Orgulloso

Actitud: Pasiva, Desafiante, Despreocupado.

Miedos: Soledad, relaciones personales y al fracaso.

 

En una ciudad costera del sur de Australia llamada Adelaida, nació Andy. Durante sus primeros 5 años de vida vivió con sus padres y su hermano, dueños de una empresa de tapones de bolígrafo muy famosa en Australia, por lo que Andy estaba muy acomodado. La empresa abría fronteras, así que establecieron una sede en Barcelona, durante 4 años estuvieron viajando frecuentemente de España a Australia y Andy aprendió a hablar español. En uno de estos viajes a Barcelona, durante una noche lluviosa y de camino al hotel, un grupo de personas asaltó el coche en el que viajaba Andy con sus padres. Asustado, el niño se tapó las orejas y cerró los ojos con firmeza, pero a los pocos segundos tiraron de su brazo y lo sacaron del coche de manera brusca, pero él no abrió los ojos, quedándose solo y asustado a la intemperie durante toda la noche… A la mañana siguiente llegó una ambulancia y llevó a Andy rápidamente al hospital, ya que al haber llovido toda la noche tenía mucha fiebre. Pasaban los días y Andy no sabía nada de sus padres desde la noche del incidente, no hablaba con nadie, ni con los médicos, ni con los psicólogos... Lo único que repetía y repetía era que quería volver a casa con sus padres. Su hermano Alberto que era mas mayor, lo llevaba mejor pero tampoco asimilaba la situación.

Lo coherente hubiera sido que enviaran a Andy y su hermano con su familia en Australia y fin de la historia, pero la realidad es que esa familia estaba arruinada, la empresa estaba en bancarrota y nadie se quiso hacer cargo de las criaturas, por lo que no pudieron volver a su país natal. No tardaron en ingresar en un orfanato cristiano en el que Andy no se socializó con nadie y el trato era pésimo hasta el punto en que los niños tenían que hacer toda clase de tareas como lavandería y cocina tanto suyos como de las monjas que estaban a su cargo. Y si por algún casual pillaban a alguien escaqueándose de las tareas o robando comida, estas le pegaban una paliza y lo dejaban sin comer durante días en un cuarto oscuro y húmedo. Andy estaba en los huesos. La relación de los dos hermanos era muy fría y distante.

Una noche, estaba teniendo una pesadilla y no paraba de moverse en la cama mientras masticaba la sabana inconscientemente del hambre que tenía, entonces, una mano cálida y afectuosa lo despertó, era una niña aparentemente mayor que él, con los ojos rasgados y un bonito pelo del color de la nieve, le extendió la mano con un trozo de magdalena mientras esbozaba media sonrisa en su rostro. Se llamaba Usui Yuri y era japonesa. Andy se la quedó mirando durante unos largos segundos y entonces cogió la comida y se la comió entre lágrimas como un desesperado. La niña se echó a reír tapándose la boca con las manos para no despertar a las monjas, que dormían en la misma sala en unas camas mucho mejores que las de los niños.

Pasaban los días y Andy se abrió a la chica poco a poco, no hablaban nunca, pero se entendían. No tardaron en salir por las noches a escondidas a coger comida de la cocina, allí pasaban horas y horas, fue entonces cuando empezaron a hablar y Andy se dio cuenta de que la niña apenas entendía el español, pero en esos largos ratos ella le enseñaba alguna palabra en japonés mientras que Andy le enseñaba a hablar en castellano. Se hicieron mejores amigos y aprendieron a sobrevivir juntos en ese orfanato. Poco a poco y gracias al aprecio y confianza que tenían el uno del otro, fueron recuperando la confianza en sí mismos.

Pero un día Yuri empezó a salir por las noches sin avisar al pequeño Andy, cada vez salía de manera más frecuente y volvía más tarde y con peor cara…

Dos años más tarde, cuando Andy tenía 16 años.

La rutina era siempre la misma, hacer tareas, estudiar, que las monjas les dieran sus sermones… Andy echaba mucho de menos esas noches en las que se quedaba horas y horas hablando con Yuri en la cocina, pero eso era agua pasada y Andy se las acabó apañando para salir solo sin que le pillaran. Una noche, Yuri le dejó una nota debajo de la almohada a Andy diciendo que se marchaba, que no podía aguantar más y que por fin tenía una manera de salir de ese tugurio cristiano y por detrás un número de teléfono. Andy lo guardó con cariño y a la vez con rabia, se pasó la noche en vela con lágrimas en los ojos. No supo nada más de esa niña que ya no era tan niña…

Andy cambió por completo, siempre estaba de mal humor y empezó a contestar a las monjas, a no hacer las tareas que le tocaban… Pasaba el tiempo y Andy solo hacía que mirar y remirar la nota de Yuri, hasta que una noche se hartó y se escapó sin que nadie se enterara, llevando encima una mochila con ropa, comida y la carta que con aprecio había guardado, nada más, ni un móvil, ni dinero. Empezó a caminar sin rumbo hasta que se topó con una zona de fiesta plagada de borrachuzos y gente tirada por los suelos. En la primera esquina se le acercaron dos chicos de veintitantos a ofrecerle droga, pero él nunca había tenido el más mínimo contacto con los estupefacientes y tampoco estaba interesado. Los jóvenes insistieron acorralando a Andy contra una pared, pero él seguía negándose. Al final, entre los dos le sacaron la mochila a la fuerza y lo empezaron a amenazar. Vieron que Andy no llevaba nada de valor encima, pero al sacar la carta se rebotó y empezó a chillar que se la devolvieran, en ese momento no pensó que fuera peligroso, solo pensaba en recuperar la carta. Uno de los dos maleantes lo redujo al suelo mientras el otro le dijo con una sonrisa siniestra que si quería la carta tendría que trabajar para ellos… Al final Andy no tuvo más remedio que aceptarlo. Lo subieron a un coche, le vendaron los ojos y condujeron durante horas y horas, el chico se mostró sumiso, ya que no quería correr el riesgo de ser apuñalado o algo peor, además tampoco tenía dónde ir y lo vio como una salida de la vida de mierda que había tenido estos últimos años. 

Andy se puso a pensar en muchas cosas, en su familia, de la cual tenía un vago recuerdo y una sensación cálida; de sus inicios en el orfanato y como recobró la confianza después de perder a sus padres tras conocer a Yuri… pero también le vinieron a la cabeza todos esos malos recuerdos de soledad y el hambre que pasó por culpa de las monjas. Al final Andy se durmió. A la mañana siguiente lo despertaron bruscamente al destaparle los ojos y pudo ver que estaba en una especie de desguace enorme con un montón de coches de toda clase y que aparentemente estaban en perfectas condiciones y al fondo una especie de caseta con una puerta de garaje muy grande. Se le acercaron y le dijeron que se fijara bien en lo que iba a hacer. Acto seguido, abrió la puerta del coche más cercano con un destornillador y “puenteó” el coche usando unos alicates. Andy no sabía ni qué estaba pasando. Los secuestradores le hicieron hacer este proceso amenazando con no darle comida ni agua hasta que lo hiciera. Se pasó toda la mañana intentándolo sin suerte, al mediodía le rugía la barriga, pero estaba acostumbrado a tener hambre, así que siguió sin quejarse. Cuando empezó a oscurecer, sonó un trueno y se puso a llover a cántaros y Andy se metió en un coche de los que había en el lugar, cada vez hacía más frío y las manos dejaban de responder, pero Andy no paró de intentar hacer el puente y al cabo de dos horas de frío y agobio el coche en el que estaba por fin se encendió, el sonido del motor hizo que se le olvidara el hambre y el frío que tenía. Esos momentos de euforia terminaron rápido, el cansancio pudo con él, así que encendió la calefacción del coche y se puso a dormir.

Al día siguiente ya no llovía, uno de los secuestradores se acercó a Andy y le lanzó una bolsa de cartón, dentro había 2 bocadillos y agua, se los comió como un animal famélico y se le saltaban las lágrimas. Le dijo que subiera a su coche, donde estaba su compañero. Condujeron hasta una urbanización cercana y Andy tuvo que robar su primer coche, cuando consiguió hacer el puente, se sentó en el asiento de copiloto y uno de los chicos llevó el coche hasta el desguace. Esta era la rutina que seguían unas tres veces al día en lugares distintos.

De vez en cuando venía un señor trajeado y con sombrero al que los dos chicos tenían mucho respeto. Al final Andy se acostumbró a robar coches, él no lo hacía por maldad, sino por supervivencia. Tampoco pensó en escaparse con uno de los coches ya que no sabía conducir y sabía que o lo pillarían por ir con un coche robado o se mataría por no saber llevarlo.

Al cabo de los meses, uno de los chicos, Gerard, que era más simpático que su compañero, le enseñó a conducir para que pudiera traer él los coches robados al desguace. El chico siempre mantuvo la distancia con Andy, pero poco a poco se abrían más y hablaban de más temas, al chico le gustaban bastante los coches y un día decidió llevarlo a ver unas carreras que organizaban cerca de allí por su cumpleaños de dieciocho. Una vez dentro, Gerard fue a pedir unas cervezas, pero tardó mucho en volver y Andy fue a dar una vuelta por el recinto, se sentó en la grada al lado de un chico japonés que le empezó a hablar de las carreras, parecía experimentado en estos eventos, hicieron muy buenas migas y se presentaron por sus nombres, el chico se llamaba Usui Ryu. Andy se quedó callado unos largos segundos, Ryu le bromeó para cortar ese silencio ¿-Qué pasa? ¿No te gusta mi nombre?, ja ja ja. - Andy lo miró fijamente pero aún con esa cara perpleja y esos ojos casi perdidos. Entonces reaccionó y le contó que tenía una amiga de la infancia con ese mismo apellido y que también era japonesa. Ryu se rió y eso llevó a Andy a sonreír, ambos sabían que era imposible que se tratara de un familiar de Yuri. Siguieron hablando, pero ahora era Ryu el que tenía esos ojos perdidos y esa cara de tener la cabeza en otro lado. Siguieron hablando de coches durante un buen rato, pero Ryu cada vez estaba más ausente, al final no pudo más y cortó el tema en seco y le preguntó - ¿Cuál es el nombre de esa Usui que me has comentado antes? - Se hizo el silencio de nuevo… Se miraron y Andy respondió, Yuri… Justo después de eso sonó una alarma del móvil de Ryu, salió pitando gritando, ¡MIERDA LLEGO TARDE, MIERDA LLEGO TARDE!... A los cinco minutos Andy escucho un grito de fondo “¡Andy! …” Era Gerard, al volver le contó que había ido al baño a follar con una chica y a meterse de todo, por lo visto Gerard no venía solo a ver los coches, estaba que no se aguantaba en pie, Andy se cuestionó como una persona así podía seguir viva en esas condiciones, pero lo que de verdad rondaba su cabeza era el tema de Ryu… ¿Era posible que tuviera alguna relación con Yuri? Pasaron un par de carreras, Gerard gritaba junto al público, pero no se aguantaba en pie, Andy, en cambio, no estaba ni siquiera atento. Al anunciar los nombres de los pilotos de la tercera carrera sonó el de Usui Ryu. Ryu era piloto de coches y era muy bueno, en la salida se colocó en primer puesto en menos de dos curvas, pero a la tercera dió un volantazo y se salió de la pista sin poder continuar, el coche se quedó completamente destrozado, pero Ryu salió ileso y pudo salir del coche y caminar hasta la salida. Andy fue corriendo a buscar a Ryu y cuando lo encontró se pusieron a hablar y descubrieron que Yuri era su querida hermanita pequeña. De repente el chico recordó la nota que le dejó al irse del orfanato, no era raro que después de mirarla tanto durante las noches recordara el número de teléfono que había apuntado sin demasiado esfuerzo. Llamaron al instante y contestó una voz muy fina diciendo “¿Hai?” Ryu no aguantó y se puso a llorar como un desconsolado. Andy se levantó, sonrió y se fue para el parking donde le esperaba Gerard con el coche. Justo antes de subirse, alguien le agarró del brazo con fuerza, era Ryu con los ojos llorosos. Le abrazo y le dio las gracias. Le dio su número de teléfono y le dijo – Cualquier cosa que necesites, llámame. – Andy miró el numero pensando para que querría su número. Ryu se fue corriendo y nunca se supo nada mas de él.

Pasaron varios años y Andy seguía trabajando para esa gente ya que no tenia donde ir. Llego a perfeccionar tanto la técnica hasta tal punto que solo lo llamaban para los trabajos más difíciles con coches de alta gama. Andy tenia una facilidad para robar coches que parecía que hubiera nacido para ello y no tardo en llamar la atención de los jefes de dicha organización. Un día apareció ese hombre trajeado que de vez en cuando se pasaba por el taller, se acerco a Andy y le empezó a preguntar sobre su ‘’trabajo’’. Sorprendido, le contó como lo hacía y continuaron hablando un rato. Aquello se volvió algo casi diario, cogieron confianza hasta que un día como cualquier otro el hombre trajeado volvió a aparecer y se dirigió a Andy, le dijo en un tono muy calmado que se presentara y que le siguiera. Entraron en la caseta, que resultó ser un taller de dos plantas con herramientas de primera, nada parecido a como se veía desde fuera. El hombre le empezó a hablar de su organización, le dijo que él era el capo de la organización y que lo que hacían era robar coches para luego exportarlos ilegalmente por piezas y que llevaban más de veinte años haciéndolo. Mientras el señor le daba esa charla Andy se dio cuenta de que en una mesa estaba la nota de Yuri, de repente se le giraron los cables y corrió a cogerla, agarró una llave inglesa que había en esa misma mesa y sin que el hombre se diera cuenta le partió la crisma dejándolo en el suelo con la cabeza abierta. Al verse en esa situación, Andy no supo qué hacer, así que se montó en un coche que había en el taller que parecía estar entero y se largó a toda velocidad del lugar antes de que vinieran los dos chicos a por él.

Andy estuvo conduciendo hasta que se le acabó el combustible en una carretera perdida en medio de la noche, para entonces ya estaba lejos de esa gente, pero sabía que ese hombre tenía una organización bastante más grande que esos dos “pandilleros roba-coches” y que no estaría a salvo en ningún lugar, si lo pillaban lo iban a matar seguro. Le entró el pánico y no supo qué hacer, bajó del coche y por los nervios se puso a darle patadas hasta que se desahogó. Con la mente más fría y estando más calmado, Andy miró el maletero del coche para buscar cualquier cosa que le sirviera para huir en otro coche, como por ejemplo un destornillador y algo que hiciera la función del alicates, pero no había absolutamente nada. Andy perdió la esperanza y se sentó de nuevo en el asiento delantero del coche, de la rabia y el miedo que tenía en el cuerpo, lo único que pudo hacer es darle un golpe con todas sus fuerzas al volante y de repente ¡PUM! Se abrió la guantera, el chico miró sin esperanzas, pero había un teléfono móvil encendido, al principio no le alegró nada encontrar eso, pero tras unos minutos le cambió la cara por completo, tenía un teléfono móvil y un número al que llamar, y marco primero el número de Yuri, pero no contestaba. Siguió llamando durante un buen rato, pero nadie pillaba el teléfono. Sin esperanzas y sin saber que hacer, recordó que aún tenía otro número al que llamar, el de su hermano.

Andy llamó al número que le dejó Ryu, contestó y preocupado preguntó qué pasaba. Andy se lo explico todo. Ryu al ver la situación en la que se encontraba y recordando lo que había hecho por él, le dijo que pillara el primer vuelo hacia Los Santos. Andy no se lo pensó dos veces y subió a ese avión a empezar de nuevo.

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Tu invitación ha sido aceptada. Te recomiendo leer la NORMATIVA a conciencia y comprenderla bien antes de pasar a hacer el examen oral.

También te dejo dos post muy útiles sobre COMANDOS /ME Y /DO y ROL DE ENTORNO

 

Ya puedes acceder al TS3 (ts3.despistaos.es) para realizar el examen.

 

Aquí tienes los horarios de entrevistas, puedes escoger el que mejor te venga: HorarioEntrevistas

 

Cualquier duda, puedes preguntarla en las salas de ayudas en nuestro servidor TeamSpeak3.

 

¡Mucha suerte @shenron!

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ENTREVISTA ORAL APROBADA
 


¡Enhorabuena ya puede acceder a la ciudad con la ID  14654 !


Te dejo un par de guías por si te surge cualquier duda. Cualquier duda me comentas.

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**La normativa está sujeta a cambios constantes**

 

¡¡Que disfrutes la experiencia, @shenron!

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