Invitación - qrc999

colacaitos · 23 de Noviembre del 2019

Hola muy buenas, mi ID es 14532, tras haber pasado el periodo en el que un jugador puede optar a usar su invitacion, me gustaria proponer a @QRC999como el jugador indicado para entrar a esta comunidad, le he visto prosperar mucho en el rol y mejorar a lo largo de los meses que llevamos jugando juntos.

Editado 24 de Noviembre del 2019 por colacaitos

tecNO! · 23 de Noviembre del 2019

INVITACIÓN DENEGADA TEMPORALMENTE.

@colacaitos - Revise la normativa actual de invitación por whitelist. Edite su mensaje y avíseme por MP.

tecNO! · 24 de Noviembre del 2019

PADRINO APTO

Recuerda @colacaitos que en el caso de que tu APADRINADO pasase la WHITELIST, eres el encargado de guiarlo en el servidor durante sus inicios, como recoge la normativa.

El usuario @QRC999 puede continuar con el proceso.

QRC999 · 24 de Noviembre del 2019

Nombre y Apellido que vayas a usar ingame: Salvatore (Smith) de Luca Edad y fecha de nacimiento (real): 19 años, 08/09/2000
Experiencia previa en roleplay: 5 meses jugando en varios servidores de rol, principalmente NuevaVida RP, donde he sido entrevistador.
Madre y padre:
María de Luca: cariñosa, dedicada y con mucho amor, es la típica madre que se preocupa por su hijo más que por cualquier cosa en el mundo. Iba a misa donde encontraba refugio al hablar con el parroquiano. Trabajaba en una tienda cerca de su casa, con lo que obtenía el sueldo para mantener a la familia, ya que el sueldo de Tony se gastaba en alcohol y apuestas.
Tony Smith: alcohólico, agresivo y maniático. Trabajaba en una siderurgia durante muchas horas, su motivación era salir del trabajo e ir al bar a beber con sus amigos o apostar en el casino de la ciudad. Cuando tenía un mal día o bebía más de la cuenta, que era muy a menudo, descargaba su odio con María.
Salvatore de Luca:
Nacido el 08/09/1983, Salvatore fue el típico niño que sacaba buenas notas y era bastante responsable, pecaba de asocial y por consiguiente se metían mucho con él. De vez en cuando recibía alguna paliza de sus compañeros, además de su padre, que estaba frustrado por ver que cómo su hijo se convertía en un don nadie.
Se crió en las calles de Liberty City, le gustaba el ajedrez y leer libros de la biblioteca pública. Se empapaba de conocimiento siempre que podía entre páginas llenas de historias de todos los géneros. Pasaba mucho tiempo fuera de casa para no presenciar los conflictos domésticos que vivía a diario.
Los años pasaban para Salvatore con una vida complicada, hasta que llegó el día de su decimoprimer cumpleaños cuando se acrecentaron los problemas. Estaba en casa cenando con su madre, la cual le había preparado su comida favorita y había conseguido ahorrar unos dólares haciendo trabajos extra para comprarle un regalo de cumpleaños. Sin darle tiempo a abrir el regalo, entró por la puerta Tony, apestando a whisky barato y algo más enfadado de lo normal. Como de costumbre, María intentó calmarle cuando éste le golpeó en la cara, tirándola al suelo. Acto seguido, Tony empezó a golpear con rabia a la indefensa María. Salvatore no podía consentir más esta situación y en un acto de valentía y resignación cogió un cuchillo de la mesa y se lo clavó en el cuello a Tony.
El cuerpo inerte de Tony se desplomó en el suelo, sobre la alfombra del salón, mientras Salvatore se daba cuenta de lo que acababa de hacer y sentía un gran peso sobre él, cargando un gran sentimiento de culpa, el cual le acompañaría durante mucho tiempo. María se levantó y abrazó con fuerza a su hijo, mientras rompía a llorar y le susurraba entre sollozos que no le pasaría nada, que ella le protegería.
Historia completa de tu personaje (cómo lo interpretarás, procedencia, qué pretende ser, aspiraciones, miedos, etc.):

No podían dejar esto así, por lo que María enrolló la alfombra con el cadáver y el cuchillo y sin saber bien qué hacer, metió el cadáver en el coche procurando que nadie la viera. Se lo llevó a los muelles de la ciudad, ató unas piedras a la alfombra y le hizo un nudo, de forma que no pudiera desenrollarse; y lo tiró al mar a merced de los peces. Poco después volvió a casa con Salvatore y trató de recoger todo como pudo.
A los pocos días llegaron unos agentes que empezaron a investigar lo sucedido. Tras muchas muestras tomadas, testificaciones y desarrollo de la investigación no llegaron a encontrar al culpable, por lo que se cerró el caso.
Pasaron siete años, en los que vivían más tranquilos. Las cosas les iban bien hasta que un día un hombre trajeado llamó a la puerta, sacó un arma y amenazó a María indicándole que Tony tenía deudas pendientes. Salvatore no podía permitir que le pasara nada a su madre y convenció a este hombre para trabajar con él, de forma que pagara las deudas pendientes. Así fue como entró en un mundo que no le correspondía y que posteriormente le daría muchos problemas.
Empezó haciendo trabajos sencillos: llevar mercancía de un punto a otro, forzar a alguna persona a hacer algo, etc. Hasta que un día uno de los jefes le encomendó una tarea un poco más complicada, tenía que ir a una venta de armas. Aparentemente era una situación normal pero las cosas se complicaron, el comprador se echó para atrás en el último momento, la situación se puso tensa y acabaron a tiros. Esa fue la segunda vez en la que Salvatore se vio forzado a matar.
Pasaron los meses y Salvatore se iba ganando la confianza de sus jefes, siguió haciendo todo tipo de trabajos para ellos y nunca consiguió adaptarse del todo a ese estilo de vida, siempre sentía cierta incomodidad al hacer cosas ilegales.
Por desgracia o fortuna para Salvatore, su historia iba a cambiar drásticamente por una persona, una persona por la cual daría todo. Su nombre era Cindy Nero, una joven de 18 años que trabajaba en un bar llamado Maclaren’s, en el barrio de Shoreside Vele, concretamente en Pike Creek. El bar lo regentaba un hombre de origen irlandés y Cindy no era más que una empleada.
Maclaren’s no era una excepción, también tenían deudas pendientes con La Cosa Nostra, la mafia para la que trabajaba Salvatore, y como parte del trabajo había que liquidarlas. Mataron al dueño del local y amenazaron con hacer lo mismo con Cindy si no se pagaban las deudas.
Cindy hablo con Salvatore, le contó que había tenido que irse de casa de su madre, que estaba pasando por un mal momento y que al haber matado al irlandés se había quedado sola en el mundo. Aquí empezó el dilema moral de Salvatore, empezó a plantearse todas las cosas que estaba haciendo. Conforme más mataba y realizaba trabajos, peor se sentía. La emoción de culpa crecía y cada vez era más insostenible. En ese momento Salvatore tomó una decisión, volvió a la sede de su mafia, robó dinero de las arcas y se fue a por su madre y a por Cindy.
Tras dejar a María en un refugio que compró en North Yankton, al norte del país, Cindy y Salvatore huyeron a Las Venturas con el fin de iniciar una nueva vida.
Cindy entró a trabajar de crupier en un casino, hizo amistades y poco a poco se fue haciendo un hueco en la ciudad. En cuanto a Salvatore, seguía teniendo el remordimiento por todo lo que había hecho. Valoró la opción de entregarse y pasar el resto de su vida en la cárcel, pero no podía dejar que le pasara nada a Cindy ni a María, por lo que tomó la decisión de unirse al

cuerpo de policía de Las Venturas, el LVPD, con la intención de redimirse y equilibrar un poco la balanza moral.
Pasaron 6 años y la vida parecía sonreírles a ambos. Salvatore se hizo un nombre en la policía, conoció a personas que más que compañeros llegaron a ser como hermanos para él, sintió que había encontrado una familia. Desmanteló varios negocios de drogas y blanqueo de dinero, detuvo a criminales por toda la ciudad y se sentía muy realizado con su trabajo, a pesar de no llevarse siempre el mérito por la labor realizada. Aunque no todo era bueno, tuvo que afrontar muertes de compañeros como la de la agente apodada “Cero”, o la retirada de otros como el subjefe Garza o el sargento Speirs. Tras varias investigaciones, descubrieron que el casino más grande de la ciudad, lugar donde trabajaba Cindy entonces, blanqueaba dinero y traficaba con armas. Por lo tanto, tuvieron que actuar en una operación conjunta con el FIB que se cerró con la detención de los gerentes Dono y Sam. El casino se cerró y los trabajadores que no estaban directamente involucrados perdieron el trabajo, entre ellos Cindy, la cual culpó a Salvatore y perdió la confianza en él.
Salvatore perdió la confianza de la persona que más le importaba y su desempeño en el trabajo se vio mermado. Esto hizo que se plantease dejarlo todo atrás y marcharse de la ciudad.
Siguió durante unos meses hasta que el día menos esperado recibió una carta la cual decía: “Sabemos quién eres”. A la mañana siguiente de recibir dicha carta, Salvatore se dispuso a ir a comisaría para entrar de servicio, cuando presenció una escena que recordará por siempre. Sus compañeros yacían acribillados en la puerta de comisaría a causa de un tiroteo. Según comprobó más adelante en las grabaciones, un vehículo negro como los que usaba en La Cosa Nostra paró delante. De él se bajaron 4 personas trajeadas y acabaron con la vida de los agentes que había en la entrada, entre ellos el comisario Valderrama. Nunca llegaron a encontrar a los culpables, aunque Salvatore sabía perfectamente quién había sido.
No podía poner en peligro a más personas, por lo que definitivamente entregó su placa al nuevo comisario Fructuoso y se fue al norte a vivir con su madre, tratando de borrar toda huella que hubiera podido dejar. Salvatore consideraba que la decisión que estaba tomando era de cobardes, pero no encontró más opciones.
Vivió en North Yankton durante 11 años con su madre, hasta que ella falleció tras varios años de lucha contra el Alzheimer. Salvatore se encontraba con 36 años y toda una vida por delante, pero sentía que no formaba parte del norte y que había perdido lo único que le unía con él. Entonces fue cuando emprendió su viaje a la ciudad de Los Santos con el objetivo de volver a hacer el bien y buscarse un hueco en el cuerpo de policía de Los Santos, el LSPD.
Lo que en un principio fue un joven niño de la ciudad de Liberty City el cual se refugiaba entre páginas en la biblioteca y no socializaba mucho, ahora es una persona con una mentalidad muy clara sobre el bien y el mal y tiene el afán de acabar con la delincuencia y criminalidad en la ciudad y redimirse por los errores del pasado.

Miedos:
A pesar de no tener ningún ser querido actualmente, Salvatore tiene miedo a conocer a alguien especial y perderlo, tiene mucho respeto al alcohol y las tragaperras tras ver la decadencia de su padre, por lo cual ni apuesta ni bebe.
Aspiraciones:
Como aspiraciones siempre le ha resultado interesante lo relacionado con la aviación y le gustaría pilotar algún avión. También quiere formar parte del LSPD y lograr triunfos similares a los obtenidos en Las Venturas.

Editado 24 de Noviembre del 2019 por QRC999