Nombre y Apellido que vayas a usar ingame: Rodrigo Carballo
Edad y fecha de nacimiento: 22/08/1993
Experiencia previa en roleplay: Llevo roleando 1 año, Hasta ahora siempre he roleado en varios servidores no whitelist, he roleado casi siempre de policía
Historia completa de tu personaje:
Me gustaría que conocierais a Rodrigo Carballo nacido el 22 de agosto de 1993 en Acevedo, un pueblo de Pontevedra, hijo único de María Mercedes Piñeiro Sargento de la Guardia Civil, y del Inspector del cuerpo de homicidios Luis Carballo. Cuando sólo tenía 2 años trasladaron a su madre a Xove, un pequeño pueblo de Lugo. Con su padre en la ciudad de Lugo al cual apenas veía, fue creciendo en el ámbito militar, el cual prevalecían los valores éticos, morales, cívicos, sociales y culturales. Donde el respeto y educación es la base de toda la educación. Rodrigo fue un niño feliz tuvo una infancia en la cual el amor y el cariño de su familia nunca le faltó, incluso el de su padre que apenas se encontraba en casa. Todo era felicidad en la vida de Rodrigo hasta el día 22 de marzo de 2012 el día en que recibe la noticia del asesinato de su padre Luis.
Su padre investigaba una serie de asesinatos que ocurrieron entre Lugo y Vigo y tras 1 año de investigación encontraron al asesino, lo llamaban el Asesino de la maleta. Este descuartizaba a sus víctimas y los metía en una maleta la cual dejaba en los aeropuertos. Al realizar el registro en casa del asesino este tendría una trampa preparada para los agentes. Cuando entro Luis y su compañero Sergio a registrar la casa se lo encontraron de frente, se quedaron sorprendidos no tenían planeado que estuviera, entonces fue cuando el asesino detonó el chaleco bomba que llevaba encima.
Tras el entierro de su padre se vio con la responsabilidad de tener que cuidar de su madre, de que no cayera en una depresión. Pero era demasiada responsabilidad para un adolescente de 19 años y todo aquel peso le acabo pasando factura. Empezó a cambiar de compañías, empezó a jugar con las drogas y a sumergirse en todo aquel mundo que para él era desconocido y en el cual se perdió. Apenas aparecía por casa y cuando lo hacía era para amargar la existencia a su madre. Pasaban los años y Rodrigo fue a peor pasando por varios centros de desintoxicación saliendo y volviendo a caer, pero su madre nunca tiraba la toalla y seguía luchando por él y volvía a meterlo en el centro.
Un día tras la salida de su último centro se encontraba rebuscando en los cajones de su madre en busca de algo para empeñar para conseguir algo de dinero para su dosis, pero encontró algo con lo que no esperaba encontrar, algo que ya se había olvidado, encontró la placa de su padre y junto a esta, una carta. Aquella placa que su padre siempre le dejaba para que jugase cuando era niño. Hacía tiempo que no veía aquella placa. ¿Pero una carta? Porque había un sobre que ponía “Para mi familia que tanto la quiero”. Estaba abierta así que ya hubo alguien que la leyó, ¿qué sería? ¿Quizás sería de su padre? Cogió la hoja que había dentro del sobre y empezó a leer
“A mi familia.
Ojalá nunca recibáis esta carta porque significa que jamás volveré a veros. Quiero que sepáis que sois y seréis mi vida la razón por la cual me levanto cada día y la cual mi trabajo tiene sentido. Aunque no esté físicamente si sigo aqui con vosotros y siempre estaré ahí.
Merche cariño nunca me arrepiento de aquel encontronazo que tuvimos en Vigo en el cual a día de hoy sigo pensando que era nuestra competencia y no la vuestra, porque así seria la forma de volver a discutir contigo las veces que hiciesen falta para que pudiera llevarte aquel bar y ahí poder conquistarte de nuevo. Te pido que no llores estoy bien soy feliz y he sido feliz a tu lado, me diste la razón de vivir y me diste aquello que más feliz me hace nuestro pequeño Roi.
Roi sé que aún eres joven y que a penas he podido estar contigo, demonios me he perdido casi todo lo bueno de tu vida y por desgracia me perderé el resto, espero que me lo perdones algún día, pero todo lo hago por ti y por tu madre. Solo espero que nunca cambies sigas siendo ese chico respetuoso y educado. Tienes un gran corazón y espero que seas consciente de ello. Cuida mucho de tu madre, prométeme que me ayudaras a hacerlo. Recuerda somos un equipo tu desde ahí y yo desde arriba ¿sierra?
Con todo esto me despido, siempre estaré con vosotros.
Os quiere Papa.”
No podría creer lo que le estaba pasando, le dolía el corazón, una sensación de angustia le invadía su cuerpo no podía seguir así, necesitaba un cambio, necesitaba alejarse de todo. Al llegar su madre a casa se lo encontró llorando con la carta en el suelo y la placa en la mano. Su madre volvió a ver aquel niño, a su niño. Rodrigo sin fuerzas de nada se abrazo a su madre llorando y pidiéndola perdón. La había fallado y había fallado a su padre, de golpe y porrazo era consciente del daño causado.
Los días siguientes fueron de reflexión, necesitaba irse de ese lugar necesitaba un cambio de aires, una temporada fuera de ahí para volver a encontrarse, pero ¿dónde? Entonces recordó que en una de las actividades del centro tuvo que escribir a algún periódico americano para practicar el inglés. Recordó aquella carta que escribió al “Los Santos News” y recordó que aquel señor dijo que en Los Santos siempre tendría una oportunidad de poder cambiar su vida, cogió coraje y decidió llamarle esa misma mañana tras una larga conversación escuchó lo que necesitaba. “Yo te ayudaré a cambiar tu vida, vente yo me encargo de todo”
Cogió lo primero que había en el armario lo metió en una maleta y salió por la puerta. De camino al aeropuerto, le escribió a su madre…
“Mama lo siento, pero me tengo que ir, después de leer la carta de Papa ya no puedo seguir aquí, perdóname mamá de verdad que lo siento de corazón, pero no puedo seguir aquí te he hecho mucho daño, y no hay mayor dolor que saber que le estás haciendo daño a tu propia familia, me voy con un amigo a Los Santos, me dice que tiene un trabajo para mi. Mama quiero cambiar y haré que te sientas orgulloso de mi”
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