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Invitación Fxrrelm


JavyGuty

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Buenas, me gustaría dar mi invitación a @ Fxrrelm  es una amiga de hace varios años y empezó a rolear en otros servidores hará un par de meses. Ahora me gustaría que se uniese a esta comunidad para rolear con todos nosotros. 

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Nombre y Apellidos: Kassandra Donaghy   

Fecha de nacimiento: 02/09/2000 (19)  

Experiencia previa: Varios meses en LaCupulaRP. Además de algunos otros servers.

 

Historia:

La velocidad. En eso se podría resumir su vida. Kassandra siempre ha sido una chica apasionada por las motos y las carreras. Para ella, esto era lo que le daba sentido a su misma existencia. El momento en el que podía contemplar a los demás pilotos, nerviosos y ansiosos, justo antes de la señal de salida. Ese era su momento.

Por desgracia para ella, nunca pudo tener una buena relación con su familia, cada parte veía el mundo de formas totalmente opuestas, por lo que las peleas estaban a la orden del día. A pesar de todo, Kassandra quería a sus padres con locura. Aún sin entender lo que pasaba por sus mentes.

Sus padres eran Católicos cerrados, poseían una visión del mundo algo retrógrada, ya que veían en las noticias diariamente los desastres del modernismo. La cantidad de vidas que la “nueva sociedad” estaba destrozando, sobretodo, en los jóvenes. Y no querían esto para ella. Tan solo, querían protegerla.

Con el tiempo Kassandra comenzó a ocultar sus intereses, sus aficiones, sus inquietudes y sus miedos. Quería a sus padres, aunque no supiesen nada de ella.

A la edad de 17, era común para ella escaparse de casa, durante las noches. Normalmente en verano, cuando su familia dormía. Su habitación tenía una pequeña ventana que daba a un jardín y la usaba para entrar y salir a sus anchas. Normalmente, escaparse de casa, para Kassandra, significaba comenzar a ser feliz.

Comenzó a participar en eventos ilegales de motociclismo. Al principio, únicamente como espectadora. En esos eventos fue conociendo gente, haciendo amistades que para ella marcarían el rumbo de su vida. Allí conoció a grandes amigas, que como ella, compartían esa pasión.

Al cabo de unos meses, tanto Kassandra como Ellie, una de sus amigas, compitieron por primera vez. Imagino que a estas alturas, todos sabemos lo que sustenta las carreras ilegales. El riesgo de ser atrapados por la policía sólo lo podía compensar el dinero. Las apuestas. En esa primera carrera, Kassandra no logró destacar mucho, apenas tenía práctica con la moto dada su situación familiar y lo único que sacó de esa carrera fue una gran sonrisa, pues por primera vez en su vida, mientras tomaba las curvas, intentando llegar más lejos, más rápido… Por primera vez, se sintió en su lugar.

Con Ellie ocurrió todo lo contrario. Obtuvo un segundo puesto en esa misma carrera. Fue la gran sorpresa para todos los que estaban allí apostando. Perdón, no fue una gran sorpresa. Fue la peor de las sorpresas que una banda, cuyo dinero había invertido en otro piloto, podría desear.

Tras la carrera, se escucharon algunos disparos, y tanto Kassandra como el resto de los corredores, junto con los espectadores, comenzaron a dispersarse en todas direcciones. Kassandra quiso localizar a sus amigas para salir de aquel lugar, pero nunca logró encontrar a Ellie.

Tras esa noche, nunca más se supo nada de Ellie. El resto de amigas comenzaron a dejar de ir a esos eventos. Quizá fue el sentimiento de culpa. Quizá fue la tristeza. Quizá fue el miedo de volver a perder a alguien más.

Pero, Kassandra nunca pudo dejarlo. Para ella, eso era su verdadera vida. Tras unos meses, Kassandra se había hecho un lugar entre los competidores habituales. Mucha gente comenzaba a apostar por ella, y aunque no ganase siempre, todo el mundo sabía que confiar en ella, significaba tener resultados. Y eso, significaba dinero.

Un día, tras una carrera, se le acercó un chico. Kassandra le reconoció por ser un habitual en las carreras ilegales, aunque nunca competía. De repente, este mismo, sacó de su chaqueta una foto. En ella se veía a Ellie. Era una foto de hace tiempo. Y ella estaba muerta. Se apreciaban disparos en su rostro, así como un fondo rojo que rodeaba todo el cuerpo de Ellie.

El misterioso chico le dejó clara una cosa. El nunca pierde. Amenazó a Kassandra para que dejase de asistir a las carreras. Y a Kassandra, le encajaron todas las piezas.

 

 

Una vida perdida, y la de Kassandra destrozada. Aunque nunca se dará por vencida. Tras todo, se mudará a los Santos, comenzará de nuevo otra vez. Intentará alejarse todo lo posible de la gente que acabó con su amiga. O quizá la rabia y la impotencia que sintió al ver el cadáver de su amiga la fuercen a desenmascarar a esa gente.

Kassandra sólo tiene clara una cosa. Hasta que no vea la bandera de cuadros, su historia no habrá terminado.

 

Edad de Kassandra: 14/10/1993 (27)

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¡Buenas @ Fxrrelm !

 

Tu invitación ha sido denegada momentáneamente. 

 

Veo la historia un poco incompleta, se me hace corta, me gustaría que desarrollaras un poco más el tema de la infancia, nos contaras sus miedos, aspiraciones, temores, como pretende evolucionar dentro de la isla, etc... 

Intenta describir un poco de cada etapa de su vida, por ejemplo, describir infancia, adolescencia, estudios, amistades, relación con sus padres, etc..

Recuerda también que queremos saber de donde provienen esos miedos, qué le lleva a tener esas aspiraciones, etc.

 

PD: No edites tu mensaje, responde a este mismo.

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Nombre y Apellidos: Kassandra Donaghy   

Fecha de nacimiento: 02/09/2000 (19)  

Experiencia previa: Varios meses en LaCupulaRP. Además de algunos otros servers.

 

Historia:

La velocidad. En eso se podría resumir su vida. Kassandra siempre ha sido una chica apasionada por las motos y las carreras. Para ella, esto era lo que le daba sentido a su misma existencia. El momento en el que podía contemplar a los demás pilotos, nerviosos y ansiosos, justo antes de la señal de salida. Ese era su momento.

Por desgracia para ella, nunca pudo tener una buena relación con su familia, cada parte veía el mundo de formas totalmente opuestas, por lo que las peleas estaban a la orden del día. A pesar de todo, Kassandra quería a sus padres con locura. Aún sin entender lo que pasaba por sus mentes.

Sus padres eran Católicos cerrados, poseían una visión del mundo algo retrógrada, ya que veían en las noticias diariamente los desastres del modernismo. La cantidad de vidas que la “nueva sociedad” estaba destrozando, sobretodo, en los jóvenes. Y no querían esto para ella. Tan solo, querían protegerla.

Tanto su madre Tanhia como su padre Marc, le impusieron una estricta educación. Amaban con locura a su hija, y por ello, intentando protegerla de todo, “imponerle” que no enseñarle sus valores, así como religión, hicieron que Kassandra a la edad de 15 comenzara a cuestionarse todo lo que había vivido hasta ese momento. Lo que hasta la fecha había sido una chica sumisa y obediente, poco a poco, fue desarrollando un interés por todo lo que le tenían prohibido, por todo lo que no había podido experimentar, pues hasta la fecha, ella se sentía encerrada en una cárcel de la que estaba decidida a escapar.

Tras una infancia ejemplar para sus padres, estos achacaron la culpa de su cambio a la “pubertad”. Supongo que como cualquier padre que se ve reflejado en su hijo, este es probablemente el momento más duro de todos. El momento en el que su reflejo se desvanece poco a poco, como cuando tiras una piedrecita al agua. Y una vez todo vuelve a la calma, la persona que una vez se vio, no volverá jamás.

Este no era el caso de Kassandra. No era la pubertad. No era una edad de rebeldía, tampoco sería una “etapa” más. Ella había comenzado a ver la realidad fuera de sus cadenas, y sabiendo que esto le dolería a sus padres, quiso mantenerlo en secreto. Las peleas y disputas en casa comenzaron poco a poco, y lo que hasta ahora había sido paz y armonía, se tornó preocupación y tristeza.

Y comenzó a volar. Comenzó a alejarse del nido en el que había sido criada. Comenzó a salir, comenzó a vivir y a descubrir la vida, todo lo que le habían prohibido tenía un sabor especial para ella; quería probarlo todo. Después de todo, las experiencias son lo que nos queda mientras envejecemos.

Con el tiempo Kassandra comenzó a ocultar sus intereses, sus aficiones, sus inquietudes y sus miedos. Quería a sus padres, y sabía que su cambio era lo que más les estaba haciendo sufrir. No podía ser ella misma en casa, pero tampoco podía dejar de vivir por alguien más. Este conflicto interno, fue lo que más afectó a Kassandra durante toda su adolescencia. Tenía miedo de ser rechazada por sus padres, pero a la vez, también tenía miedo de rechazarse a sí misma en el futuro.

De esta forma, empezó a desarrollar su doble vida. Durante el día intentaría hacer felices a quienes la querían y se preocupaban por ella, y durante la noche, se haría feliz a sí misma.

En su cabeza todo tenía sentido, pensaba que todo saldría genial. Que podría hacer feliz a quienes quería y podría hacerse feliz a sí misma; pero nada más lejos de la realidad. Cuanto más salía por las noches, más se perdía durante el día. En su escuela, mientras cursaba 4º de la ESO, comenzó un bajón importante. Lo que hasta ahora había sido una alumna modelo, comenzó a mostrar mediocridad.

Nunca había sido una chica muy extrovertida. Casi siempre pasaba los días sola, absorta en sus propios pensamientos. También solía mirar con el móvil el periódico deportivo. Se imaginaba a si misma compitiendo, corriendo a velocidades muy superiores a lo que cualquier humano podría correr, y sintiendo en esos segundos, que la “inalcanzable” felicidad que buscaba, estaba al alcance de su mano.

A la edad de 17, era común para ella escaparse de casa, durante las noches. Normalmente en verano, cuando su familia dormía. Su habitación tenía una pequeña ventana que daba a un jardín y la usaba para entrar y salir a sus anchas. Normalmente, escaparse de casa, para Kassandra, significaba comenzar a ser feliz, pues comenzaba a ser ella misma.

Comenzó a participar en eventos ilegales de motociclismo. Al principio, únicamente como espectadora. En esos eventos fue conociendo gente, haciendo amistades que para ella marcarían el rumbo de su vida. Allí conoció a grandes amigas, que como ella, compartían esa pasión.

Al cabo de unos meses, tanto Kassandra como Ellie, una de sus amigas, compitieron por primera vez. Imagino que, a estas alturas, todos sabemos lo que sustenta las carreras ilegales. El riesgo de ser atrapados por la policía sólo lo podía compensar el dinero. Las apuestas. En esa primera carrera, Kassandra no logró destacar mucho, apenas tenía práctica con la moto dada su situación familiar y lo único que sacó de esa carrera fue una gran sonrisa, pues por primera vez en su vida, mientras tomaba las curvas, intentando llegar más lejos, más rápido… Por primera vez, se sintió en su lugar.

Con Ellie ocurrió todo lo contrario. Obtuvo un segundo puesto en esa misma carrera. Fue la gran sorpresa para todos los que estaban allí apostando. Perdón, no fue una gran sorpresa. Fue la peor de las sorpresas que una banda, cuyo dinero había invertido en otro piloto, podría desear.

Tras la carrera, se escucharon algunos disparos, y tanto Kassandra como el resto de los corredores, junto con los espectadores, comenzaron a dispersarse en todas direcciones. Kassandra quiso localizar a sus amigas para salir de aquel lugar, pero nunca logró encontrar a Ellie.

Tras esa noche, nunca más se supo nada de Ellie. El resto de amigas comenzaron a dejar de ir a esos eventos. Quizá fue el sentimiento de culpa. Quizá fue la tristeza. Quizá fue el miedo de volver a perder a alguien más.

Pero, Kassandra nunca pudo dejarlo. Para ella, eso era su verdadera vida. Tras unos meses, Kassandra se había hecho un lugar entre los competidores habituales. Mucha gente comenzaba a apostar por ella, y aunque no ganase siempre, todo el mundo sabía que confiar en ella, significaba tener resultados. Y eso, significaba dinero.

Un día, tras una carrera, se le acercó un chico. Kassandra le reconoció por ser un habitual en las carreras ilegales, aunque nunca competía. De repente, este mismo, sacó de su chaqueta una foto. En ella se veía a Ellie. Era una foto de hace tiempo. Y ella estaba muerta. Se apreciaban disparos en su rostro, así como un fondo rojo que rodeaba todo el cuerpo de Ellie.

El misterioso chico le dejó clara una cosa. El nunca pierde. Amenazó a Kassandra para que dejase de asistir a las carreras. Y a Kassandra, le encajaron todas las piezas.

Como en cualquier historia que se haya contado, Kassandra no renunciará a su sueño. No renunciará a buscar su propia felicidad. Quizá le lleve un tiempo. Pues aún no ha terminado de superar la pérdida de Ellie. Quizá la única persona que la quería por quién era, y no por quien aparentaba ser.

Ellie habría querido que Kassandra siguiese adelante. Habría querido que llegase más lejos. Sabía que carreras ilegales no eran su sitio, pero por algún lado debía empezar. Lejos de todo lo ocurrido, empezará otra vez. Esta vez a la luz del día. Siendo ella misma, intentará coronarse como la mejor piloto de Los Santos.

Y no solo eso. Buscará entre los barrios bajos. Y luchará por evitar que cualquier otra persona sufra lo que ella sufrió. Regular las carreras ilegales, dictando sus propias reglas. Ella sabe como hacerlo, y conseguirlo está a su alcance. Siempre y cuando no deje de acelerar.
 

Kassandra sólo tiene clara una cosa. Hasta que no vea la bandera de cuadros, su historia no habrá terminado.

 

Edad de Kassandra: 14/10/1993 (27)

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¡Buenas @ Fxrrelm!

 

Tu invitación ha sido denegada momentáneamente. 

 

Se me sigue haciendo la historia demasiado corta, recuerda que queremos saber los miedos de Kassandra, la infancia de esta, de donde provienen sus aspiraciones, etc.

Si tienes cualquier duda me puedes contactar en cualquier momento, estamos para ayudarte.

 

PD: No edites tu mensaje, responde a este mismo.

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Nombre y Apellidos: Kassandra Donaghy   

Fecha de nacimiento: 02/09/2000 (19)  

Experiencia previa: Varios meses en LaCupulaRP. Además de algunos otros servers.

 

Historia:

La velocidad. En eso se podría resumir su vida. Kassandra siempre ha sido una chica apasionada por las motos y las carreras. Para ella, esto era lo que le daba sentido a su misma existencia. El momento en el que podía contemplar a los demás pilotos, nerviosos y ansiosos, justo antes de la señal de salida. Ese era su momento.

Por desgracia para ella, nunca pudo tener una buena relación con su familia, cada parte veía el mundo de formas totalmente opuestas, por lo que las peleas estaban a la orden del día. A pesar de todo, Kassandra quería a sus padres con locura. Aún sin entender lo que pasaba por sus mentes.

Sus padres eran Católicos cerrados, poseían una visión del mundo algo retrógrada, ya que veían en las noticias diariamente los desastres del modernismo. La cantidad de vidas que la “nueva sociedad” estaba destrozando, sobretodo, en los jóvenes. Y no querían esto para ella. Tan solo, querían protegerla.

Tanto su madre Tanhia como su padre Marc, le impusieron una estricta educación. Amaban con locura a su hija, y por ello, intentando protegerla de todo, “imponerle” que no enseñarle sus valores, así como religión, hicieron que Kassandra a la edad de 15 comenzara a cuestionarse todo lo que había vivido hasta ese momento. Lo que hasta la fecha había sido una chica sumisa y obediente, poco a poco, fue desarrollando un interés por todo lo que le tenían prohibido, por todo lo que no había podido experimentar, pues hasta la fecha, ella se sentía encerrada en una cárcel de la que estaba decidida a escapar.

Tras una infancia ejemplar para sus padres, estos achacaron la culpa de su cambio a la “pubertad”. Supongo que como cualquier padre que se ve reflejado en su hijo, este es probablemente el momento más duro de todos. El momento en el que su reflejo se desvanece poco a poco, como cuando tiras una piedrecita al agua. Y una vez todo vuelve a la calma, la persona que una vez se vio, no volverá jamás.

Este no era el caso de Kassandra. No era la pubertad. No era una edad de rebeldía, tampoco sería una “etapa” más. Ella había comenzado a ver la realidad fuera de sus cadenas, y sabiendo que esto les dolería a sus padres, quiso mantenerlo en secreto. Las peleas y disputas en casa comenzaron poco a poco, y lo que hasta ahora había sido paz y armonía, se tornó preocupación y tristeza.

Y comenzó a volar. Comenzó a alejarse del nido en el que había sido criada. Comenzó a salir, comenzó a vivir y a descubrir la vida, todo lo que le habían prohibido tenía un sabor especial para ella; quería probarlo todo. Después de todo, las experiencias son lo que nos queda mientras envejecemos.

Con el tiempo Kassandra comenzó a ocultar sus intereses, sus aficiones, sus inquietudes y sus miedos. Quería a sus padres, y sabía que su cambio era lo que más les estaba haciendo sufrir. No podía ser ella misma en casa, pero tampoco podía dejar de vivir por alguien más. Este conflicto interno, fue lo que más afectó a Kassandra durante toda su adolescencia. Tenía miedo de ser rechazada por sus padres, pero a la vez, también tenía miedo de rechazarse a sí misma en el futuro.

De esta forma, empezó a desarrollar su doble vida. Durante el día intentaría hacer felices a quienes la querían y se preocupaban por ella, y durante la noche, se haría feliz a sí misma.

En su cabeza todo tenía sentido, pensaba que todo saldría genial. Que podría hacer feliz a quienes quería y podría hacerse feliz a sí misma; pero nada más lejos de la realidad. Cuanto más salía por las noches, más se perdía durante el día. En su escuela, mientras cursaba 4º de la ESO, comenzó un bajón importante. Lo que hasta ahora había sido una alumna modelo, comenzó a mostrar mediocridad.

Nunca había sido una chica muy extrovertida. Casi siempre pasaba los días sola, absorta en sus propios pensamientos. También solía mirar con el móvil el periódico deportivo. Se imaginaba a si misma compitiendo, corriendo a velocidades muy superiores a lo que cualquier humano podría correr, y sintiendo en esos segundos, que la “inalcanzable” felicidad que buscaba, estaba al alcance de su mano.

A la edad de 17, era común para ella escaparse de casa, durante las noches. Normalmente en verano, cuando su familia dormía. Su habitación tenía una pequeña ventana que daba a un jardín y la usaba para entrar y salir a sus anchas. Normalmente, escaparse de casa, para Kassandra, significaba comenzar a ser feliz, pues comenzaba a ser ella misma.

Comenzó a participar en eventos ilegales de motociclismo. Al principio, únicamente como espectadora. En esos eventos fue conociendo gente, haciendo amistades que para ella marcarían el rumbo de su vida. Allí conoció a grandes amigas, que como ella, compartían esa pasión.

Al cabo de unos meses, tanto Kassandra como Ellie, una de sus amigas, compitieron por primera vez. Imagino que, a estas alturas, todos sabemos lo que sustenta las carreras ilegales. El riesgo de ser atrapados por la policía sólo lo podía compensar el dinero. Las apuestas. En esa primera carrera, Kassandra no logró destacar mucho, apenas tenía práctica con la moto dada su situación familiar y lo único que sacó de esa carrera fue una gran sonrisa, pues por primera vez en su vida, mientras tomaba las curvas, intentando llegar más lejos, más rápido… Por primera vez, se sintió en su lugar.

Con Ellie ocurrió todo lo contrario. Obtuvo un segundo puesto en esa misma carrera. Fue la gran sorpresa para todos los que estaban allí apostando. Perdón, no fue una gran sorpresa. Fue la peor de las sorpresas que una banda, cuyo dinero había invertido en otro piloto, podría desear.

Tras la carrera, se escucharon algunos disparos, y tanto Kassandra como el resto de los corredores, junto con los espectadores, comenzaron a dispersarse en todas direcciones. Kassandra quiso localizar a sus amigas para salir de aquel lugar, pero nunca logró encontrar a Ellie.

Tras esa noche, nunca más se supo nada de Ellie. El resto de amigas comenzaron a dejar de ir a esos eventos. Quizá fue el sentimiento de culpa. Quizá fue la tristeza. Quizá fue el miedo de volver a perder a alguien más.

Pero, Kassandra nunca pudo dejarlo. Para ella, eso era su verdadera vida. Tras unos meses, Kassandra se había hecho un lugar entre los competidores habituales. Mucha gente comenzaba a apostar por ella, y aunque no ganase siempre, todo el mundo sabía que confiar en ella, significaba tener resultados. Y eso, significaba dinero.

Un día, tras una carrera, se le acercó un chico. Kassandra le reconoció por ser un habitual en las carreras ilegales, aunque nunca competía. De repente, este mismo, sacó de su chaqueta una foto. En ella se veía a Ellie. Era una foto de hace tiempo. Y ella estaba muerta. Se apreciaban disparos en su rostro, así como un fondo rojo que rodeaba todo el cuerpo de Ellie.

El misterioso chico le dejó clara una cosa. El nunca pierde. Amenazó a Kassandra para que dejase de asistir a las carreras. Y a Kassandra, le encajaron todas las piezas.

Como en cualquier historia que se haya contado, Kassandra no renunciará a su sueño. No renunciará a buscar su propia felicidad. Quizá le lleve un tiempo. Pues aún no ha terminado de superar la pérdida de Ellie. Quizá la única persona que la quería por quién era, y no por quien aparentaba ser.

Ellie habría querido que Kassandra siguiese adelante. Habría querido que llegase más lejos. Sabía que carreras ilegales no eran su sitio, pero por algún lado debía empezar. Lejos de todo lo ocurrido, empezará otra vez. Esta vez a la luz del día. Siendo ella misma, intentará coronarse como la mejor piloto de Los Santos.

Y no solo eso. Buscará entre los barrios bajos. Y luchará por evitar que cualquier otra persona sufra lo que ella sufrió. Regular las carreras ilegales, dictando sus propias reglas. Ella sabe como hacerlo, y conseguirlo está a su alcance. Siempre y cuando no deje de acelerar.

Kassandra tiene claro que las carreras ilegales no son la solución, no para ella y menos después de lo ocurrido, no podría permitirse fallar de esa forma a Ellie por lo que intentará por todos sus medios acceder al único oficio en Los Santos que le permitirá estar en contacto con los motores, el mecánico.

Sus nociones de mecánica se basan en lo aprendido de las carreras con su moto y lo que pudo ver y trastear de los demás competidores. Estudiará y trabajará duramente para conseguir ser la mejor mecánica de Los Santos y así poder cumplir su sueño de competir fuera de las malas influencias de las carreras ilegales, que tanto le dieron y que tanto le quitaron. Como mecánica mejorará sus conocimientos del motor, así como hacer los contactos suficientes para crearse un nombre y de esta forma poder acceder a las carreras que tanto ama.

No sabemos cuánto tiempo tardará Kassandra en alcanzar su meta, pero una cosa esta clara, hasta que no vea la bandera de cuadros, su historia no habrá terminado.

 

Edad de Kassandra: 14/10/1993 (27)

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HISTORIA APROBADA

 

Tu invitación ha sido aceptada. Te recomiendo leer la NORMATIVA a conciencia y comprenderla bien antes de pasar a hacer el examen oral.

También te dejo dos post muy útiles sobre COMANDOS /ME Y /DO y ROL DE ENTORNO

 

Ya puedes acceder al TS3 (ts3.despistaos.es) para realizar el examen.

 

Aquí tienes los horarios de entrevistas, puedes escoger el que mejor te venga: HorarioEntrevistas

 

Cualquier duda, puedes preguntarla en las salas de ayudas en nuestro servidor TeamSpeak3

 

¡Buena suerte @ Fxrrelm !

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  • 2 weeks later...

ENTREVISTA ORAL APROBADA 

 


Ya puedes acceder a la ciudad


Te dejo un par de guías por si te surge cualquier duda.

Primeros pasos en el Wipe

[MOD] Mejora Visual y MiniMapa

Normativa General

**La normativa está sujeta a cambios constantes** 

¡¡Que disfrutes la experiencia, @Fxrrelm

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